domingo, 31 de julio de 2011

Poema cinco de aquellos veinte…




POEMA 5
Pablo Neruda
(12/07/1904 – 23/09/1973)


Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.






Para que tú me comprendas, 
me visto de silencio; 
y me llevo las palabras a los bolsillos del pantalón que dejé de usar. 
Ese; 
que más que mío es tuyo. 
Eras tú quien lo alejaba de mi cuerpo…

Allá (con él) ha de estar mi voluntad de hablar…



Por cierto:
En un beso, sabrás todo lo que he callado…

sábado, 30 de julio de 2011

Rostro reflejo recuerdo



“Cuando veo a través del vaso, veo a través del tiempo…” 
Caifanes.


El morbo de los recuerdos 
sale a flote cada vez que me paseo por las vitrinas de una tienda de cristales. 
Un viaje entre la transparencia y el reflejo; 
un viaje entre vidrios y espejos…

Se adornan los vividos y los que han querido vivir; 
se remueven los que aun no mueren, 
y se apoderan del cuerpo 
los que me habría gustado olvidar pero que he olvidado hacerlo…

Son muchos los ojos de mis ojos, 
son muchos los labios de mis labios. 


Son reflejos recuerdos al rostro, son rostros al recuerdo reflejo…

viernes, 29 de julio de 2011

Disposición o permiso concedido…


Decía un loco de día:
La libertad emana de donde emanan las concesiones; las concesiones emanan de quienes detentan poder…
¿Poder?
Si:
Poder de pudo y no puedo.
Poder poder; no de podré.
Poder de podría, pero no lo sabré.
Poder poder, de poder poder.

Ahora, y por culpa del loco:
¿Puedo porque puedo? O ¿Puedo porque puedo?

jueves, 28 de julio de 2011

Sabor de significados




De tanto tragar palabras, 
olvidé el sabor de sus significados; 
de lo tanto que gritan 
en el silencio del cuaderno cerrado. 
De cómo se hacen nervios 
cuando son atrapadas por los dedos; 
por la mano. 
Por el lápiz y las teclas; 
por miles de miradas…


miércoles, 27 de julio de 2011

Métodos



Tanta tierra húmeda y tantos zapatos puestos. 
Demasiados anticonceptivos para el vuelo de ojos cerrados; 
demasiados techos para ver caer la lluvia al rostro: 
a la esperanza, 
a la sonrisa involuntaria y auténtica; 
sin espectadores…


martes, 26 de julio de 2011

Solo al verte (No: sólo al verte)




Se reclaman sin clamor los mundos del mundo. 
La mala costumbre de soñar sin invitados 
y el vicio de imaginar a personas que no existen en esta vida; 


una vida que se comparte en la conciencia de quien te observa: 
de quien nos ve cuando no hemos de estar juntos; 
cuando cada uno caminamos tomados de la mano, 
separados;
pero juntos…

lunes, 25 de julio de 2011

Olvidé cómo responderme…




Me preguntaba si al pensarme, 
en caso de que lo hicieras; 
unías tus labios como al cabo de usar tu lápiz labial…

Me preguntaba si le seguía algún suspiro, 
si se te escapaba alguna mirada al cielo; 
o si sonreías al ver el suelo…

Me preguntaba si aun conversabas con el viento. 
Así como me enseñaste: 
con la voz de mis todos pensamientos 
y la brisa caricia sobre mi rostro y el recuerdo…

Me preguntaba tanto que ahora no me pregunto. 
Me preguntaba tanto que olvidé cómo responderme…


lunes, 18 de julio de 2011

Despotricar y Vanagloriarse



Empezaron a extrañarse Las Ganas de Despotricar y El Vicio de Vanagloriarse sobre la sal y el azúcar de la realidad que albergan los sacos de las mentalidades. Sonaban las llaves de las cerraduras de la Disposición en cada puerta del pensamiento.


Algunas dudas tomaban las calles como una especie de intento de emancipación; por lo que reclamaban y proclamaban aislándose de la gente y sus sacos polvorientos y agridulces…


Los pies buscaron refugio en la arena, esa que consiguieron al trazarse el norte y al pasar las montañas, tal como quien comienza una nueva vida después de ver la luz al final del túnel. Los rostros esperaban las reflexiones de la brisa del mar; esperaban también al horizonte del respeto en el ocaso de los argumentos, en la puesta de la última luz del día; y con la esperanza de conmover la percepción de quienes necesitan la vanagloria y de quienes no pueden dejar de despotricar…


viernes, 15 de julio de 2011

Difícil es a veces imaginar



Giraba la perilla de mi vista intentando verme: verme como me ven, verme como creen que me veo, pero me invadía la torpeza de no saberme imaginar y en lugar de hacerme cuerpo desde el ver de los espejos, hice piso del techo y comencé a caminar hasta toparme con el abismo, que por cierto; viendo así hay más abismos que lugares para afianzar los pies y los pasos. El camino de los techos se termina rápido, es decir; del piso, a eso me refería…

El techo se desvestía del gris y se adornaba con tierra en pequeñas porciones. Plantas y flores lucían como lámparas sin interruptor cercano para poder encenderlas.

Me sentí mareado, la claridad venía del fondo del precipicio y no lograba detallar lo que observaba. Algunas nubes paseaban, circulaban como vehículos de transporte público privado; bastaba con dejarse caer para zarpar sobre alguna de ellas, quería saber adónde iban a ver el atardecer, dónde pernoctaban; dónde conseguían el descanso, o quizás si tenían ganas de ser lluvia. Pero este problema de imaginar sin salirme de la realidad me impedía, me hacia abstenerme de dar ese paso; ese salto.

Quedé al borde con muchísimos pálpitos desobedientes. Las otras caras caminaban con los pies en el techo sin percatarse que  los veía; que los veía con miedo…

Se me empezaron a confundir los gestos, el lenguaje de los rostros. Los que sonreían parecían odiarse, los serios lucían como opresores de sus sonrisas. Vi ganas de llorar, pero no vi lágrima alguna; vi cómo había tanta soberbia en expresiones de humildad. La gente, boca abajo, hablaba, y así lo creo; de política y esta parecía una especie de afrodisiaco para las ganas de conversar…

Difícil es a veces imaginar. Esperaba que La Gravedad fuera cómplice para ver al menos algunas faldas, pero entre el miedo a las nubes y el mal ejercicio de ver como en los sueños; las faldas no caían.

Decidí armarme de valor y salté, y luego de un juego de abrir y cerrar de ojos y mucho vértigo; me encontré en un salón de clases sentado, con el piso en el piso y el techo en el techo; serio, como los demás; escuchando política y con pena de participar…

miércoles, 13 de julio de 2011

Esos días y momentos esos…




Días esos y esos momentos:


Esos días en los que me voy al sueño siendo papel 
y mis venas se brotan palabras; 
esos días en los que tu sangre es tinta 
y somos promesas en oraciones y versos…

En esos días 
aprendimos a leernos el calor del cuerpo, 
a invitar a la piel los besos; 
en esos días nos gusta jugar alientos…


Días esos y esos momentos…



miércoles, 6 de julio de 2011

Circunferencia…


Se desconocían las acciones porque conocían muy bien las intenciones. Su afán por formar un lado en un mundo sin cuadrados…

Un ambiente de trescientos sesenta grados, sin últimos ni primeros, sin vencedores ni vencidos. La noche siempre va a anunciar un nuevo día y por lo visto, se habrán de contar en grupos de veinte más cuatro. La Fe, como el Sol, es el centro que guía las tantas vueltas que se dan para llegar al horizonte de la vista y a la realidad de la imaginación…

Dormir,
soñar y despertar;
creer y volver a dudar…