lunes, 10 de diciembre de 2012

Sentí un funeral en mi cerebro...


Sentí un funeral en mi cerebro,
los deudos iban y venían
arrastrándose -arrastrándose -hasta que pareció
que el sentido se quebraba totalmente -

y cuando todos estuvieron sentados,
una liturgia, como un tambor -
comenzó a batir -a batir -hasta que pensé
que mi mente se volvía muda -

y luego los oí levantar el cajón
y crujió a través de mi alma
con los mismos botines de plomo, de nuevo,
el espacio -comenzó a repicar,

como si todos los cielos fueran campanas
y existir, sólo una oreja,
y yo, y el silencio, alguna extraña raza
naufragada, solitaria, aquí -

y luego un vacío en la razón, se quebró,
caí, y caí -
y di con un mundo, en cada zambullida,
y terminé sabiendo -entonces -


Emily Dickinson 

Versión de Silvina Ocampo


Fuente: http://www.amediavoz.com

2 comentarios:

  1. DESDE EL CORAZÓN
    Nos parieron extraños, de eso no me cabe la menor duda, tuvimos que aprender por nosotros mismos a experimentar las emociones y al hacerlo fundimos sin querer el odio y el amor; el ying y el yang son la máxima cada día en nuestro modo de sobrellevar la vida; presumo, que siempre hemos tratado de no dejarnos convencer por la obediencia ciega y los convencionalismos establecidos por una sociedad y un mundo que agoniza sin remedio y que apenas se da cuenta de ello.
    Casi estoy convencida de que ambos, cada uno desde su perspectiva individual, hemos tratado de encontrar esa chispa, ese pequeño soplo de aire fresco que nos haga más soportable y llevadero este mundo que nos coge sin pudor por el cuello y trata de asfixiarnos.
    Te propondría si me lo permites, que en esos momentos diminutos que ambos podamos tener de lucidez y calma, conservemos los buenos recuerdos como un "in memoriam" y los dejemos guardados y a buen recaudo en algún espacio de nuestras vidas. Fue enriquecedor habernos cruzado en el camino, sabemos de ambos lo que tenemos que saber, no más, no menos. Sigo mi camino, ese camino que solo a mi me pertenece andar pero que compartiré con la gente que me vaya encontrado por él, la vida está hecha de etapas y esta ha concluido. Todos aprendemos de todos, yo soy como soy, tú eres como eres y hemos de saber respetar a cada cual en su pura esencia; ni juzgo ni enaltezco a nadie, somos seres individuales y libres para elegir, eso es lo que creo.
    Es un adiós definitivo, ambos lo sabemos, no volveré de eso estoy segura como de que siempre serás "mi amigo del alma"; los dos sabemos que es muy difícil y complicado vivir en un mundo que se desmorona y la poesía (esa que los dos amamos tanto) es quizás el adhesivo que puede recomponerlo momentáneamente para hacerlo un poco más respirable.
    Sigue, continua escribiendo hasta el último suspiro, yo haré lo mismo, me sería imposible vivir sin hacerlo...cuídate mucho e intenta sonreír siempre que puedas, es la mejor cura para el alma.
    Abrazos escritos y con rúbrica, de alguien que pasó por tu vida y que tan solo intentó hacerla un poquito más llevadera.
    SHUKRAN.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Los buenos recuerdos son las caricias que le hacemos al alma, y hasta al cuerpo; ¡cómo no aceptarlo! De eso también estamos hechos. Aquí estaremos, para que lo definitivo se vuelva temporal y lo temporal definitivo, como la noche y el día, como lo relativo del tiempo... Abrazos escritos. Gracias por cada palabra ;-)

      Borrar

Gracias por tu visita y tu huella...