“Y la estrella de la tarde dedicará sus mejores destellos a la pradera justo antes de que sea totalmente de noche, esa noche que es una bendición para la tierra, que oscurece los ríos, se traga las cumbres y envuelve la orilla del final, y nadie, nadie sabe lo que le va a pasar a nadie excepto que todos seguirán desamparados y haciéndose viejos…”
Jack Kerouac
Jack Kerouac
Arrastra sus pies desnudos
saliendo de una caverna
bajo un árbol,
las cejas
crecidas de tanto llorar
y dolor de nariz ganchuda
con harapientas y suaves vestiduras
mostrando una magnífica barba,
manos infelices
prietas contra su desnudo pecho—
la humildad es estar abatido—
la humildad es estar abatido—
se tambaleó cayendo entre los arbustos junto a un
arroyo,
todas las cosas inanimadas
pero su inteligencia—
se mantiene erguida allí
aunque temblando:
Arhat
que buscó el Cielo
bajo una montaña de piedra,
se sentó pensando
hasta que se dio cuenta
de que la tierra de la bendición existe
en la imaginación—
viene el flash:
espejo vacío—
qué doloroso nacer de nuevo
con una magnífica barba,
entrar de nuevo en el mundo
amarga ruina de un sabio:
su único camino la tierra ante él.
Nosotros podemos ver su alma,
él no sabe nada
como un dios:
estremecido
humilde desgraciado—
la humildad es el abatimiento
ante el Mundo absoluto.
Allen Ginsberg
“La humanidad se dará cuenta
algún día que de hecho estamos en contacto con los muertos y con el otro mundo,
sea el que sea; si utilizáramos del modo adecuado nuestros poderes mentales,
podríamos predecir lo que va a suceder dentro de cien años y seríamos capaces
de evitar todo tipo de catástrofes. Cuando un hombre muere se produce una
mutación en su cerebro de la que no sabemos nada todavía pero que resultará
clarísima alguna vez si los científicos dan en el clavo (…) porque el paso de
vida a muerte y de muerte a vida era fantasmalmente fácil; una acción mágica
sin valor, lo mismo que dormir y despertar millones de veces, con una profunda
ignorancia totalmente casual. Comprendí que estas ondulaciones de nacimiento y
muerte sólo tenían lugar debido a la estabilidad de la Mente intrínseca, igual
que la acción del viento sobre la superficie pura, serena y como de un espejo
del agua…”
Jack Kerouac