miércoles, 21 de diciembre de 2011

Te sigo para que me sigas…


Halo sueños alados como quien aun vuela Papagayos. Un niño se columpiaba en un parque y un adulto columpiaba sus tempestades. Te sigo para que me sigas, susurra constantemente el viento. Me levanto un rato para las manos y me acuesto otro rato para el cuerpo. La “O” es tan abierta por verse tan cerrada, así como la promesa; por ser tan prometida y con permiso sin compromiso…

 
Dejar a los sueños volar podría vestirse de riesgo. Algunos sin ser niños siguen siendo mecidos. Al recuerdo le gusta contestar con la voz del viento. Algunas teclas para las manos con estornudos para el cuerpo. La “A” siempre espera, siempre a la espera, será por eso que también es abierta. Si tan sólo pudiéramos regalarnos las promesas…



martes, 13 de diciembre de 2011

épica dermis



A la ofrenda de la piel 
se entregan las manos, 
el viento es servicio 
a suspiros enviados. 
La ropa los trapos 
despojan despacio, 
el humo disfruto 
a ojos cerrados. 
No hay horas al tiempo 
momentos recuerdos, 
no basta el deseo 
de eso y de esto…
Verbos, 
contextos: 
sin texto y a sexo, 
contentos; 
no miento: 
tan sólo siento…
Escríbeme, 
revíveme; 
tú tienes los gestos. 
Un beso a dos bocas 
y a dos almas un sueño…