jueves, 30 de septiembre de 2010

Ocaso de la vida


Al ocaso de la vida se llega con una gran caja llena de momentos: una colección invaluable de sonrisas, tropiezos que terminaron en aprendizajes. Suspiros; suspiros de lo que fue y pudo haber sido. Recuerdos, recuerdos con lágrimas, con sabiduría; con rostros y risas. Se llega con tiempos de otros tiempos, de otros costos y eventos. Se espera a la noche con paciencia y un encuentro mágico de sentimientos…


Para los que se ven en la mañana, los que nos vemos al mediodía; y los que se ven en la temprana tarde de la vida, aun no sabemos como serán esos días…


Hoy celebremos con orgullo a quienes ya lo viven y lo mucho que nos enseñan…








El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General, en su resolución 45/106 proclamó el 1° de octubre Día Internacional de las Personas de Edad, en seguimiento a las iniciativas de las Naciones Unidas tales como el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento [en inglés], aprobado en la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en 1982 y respaldado, el mismo año, por la Asamblea General.

Angustia cotizada


Flores de angustia en los jardines del mundo; verdades no verdaderas: el dogma de muchos. Esperamos el primer paso con pierna izquierda o derecha, luego le ventilamos la zozobra a la pierna que queda atrás. Recordemos que en el caminar a dos piernas, por encima de cual pueda ser la primera, es con ambas que el alma cuenta para el cuerpo desplazar…


Por eso, al consumir noticia, hay que evitar consumir angustias; porque se revalorizan y nos crean adicción, dejando olvidada a la esencia de la verdad...


No olvidemos que hay noticias que generan argumentos, y hay argumentos que generan opiniones; hay opiniones que alimentan convicciones y hay convicciones que desenamoran amores…

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Delirio de hoy, de la noche del día...


En un día como cualquiera, de una semana que nos acerca a las próximas fiestas, estimulo algunos pensamientos con el frotar de mis dedos; mientras observo las sombras de luz en el techo, y mis labios se humedecen ante la búsqueda; o ante los nervios…


Recorro la mañana de sol, la tarde de lluvia, la música que me acompaña, el amor que motiva y el odio que determina. Me paseo por el mañana y el ayer, y por ese puente que los une pero hoy no se ve. Me concedo pequeños espacios para respirar profundo y hablarle al silencio; a lo que llaman conciencia o a la acción con reflexión de los momentos…


Pregunto al viento y me respondo oliendo la ironía; imaginándola como quien imagina un suculento postre, que tal vez nunca ha comido; pero lo degusta en la mente, lentamente…


Camino sin levantarme de la silla; camino con otros dedos sobre algunas teclas para letras. Sonrío por la mencionada ironía y por la noche aún tranquila.


Finalmente y sin conclusión: suspiro…


De pensamientos que se enfrentan, de recuerdos que se alejan y acercan, del deber y el placer; y deseos que no dejan de ser deseos: de todo eso y más en tan sólo un instante; mi cuerpo cesa la confrontación interna, con un alargado suspiro...


Ahora: a la realidad y a dormir…





“La calma, profunda como un suspiro.” Halfdan Rasmussen