viernes, 25 de noviembre de 2011

Relativo a Venus…


Venus es la diosa del deseo; por eso es posible que el origen de este nombre esté en la raíz sánscrita “van,” que significa precisamente deseo. Es inevitable llevar al sentir todo lo que evoca la palabra deseo a través del pensar en Venus. En la cotidianidad, la diosa se ve representada en cada mujer del día a día, haciendo arte de su ser y siendo razón de admiración a través de los sentidos. De empezar sería interminable lo sublime y lo artístico que podría emanar del solo ejercicio de contemplar a una mujer: a la que espera en una mesa, a la que viene bajando las escaleras, la que se arregla el cabello al verse en algún reflejo, la que sonríe con el cuerpo y con los labios; la que habla, la que calla. Tanto arte nos da el momento al que le exponemos los sentidos, las obligaciones y los pensamientos…

La Venus romana tuvo que mirarse en la Afrodita de los griegos. Antes había sido Feronia y Flora en sus manifestaciones itálicas como diosa de la naturaleza. Pero la fuerza de Venus era imparable. Así lo es en la actualidad; el regalo de la vida del hombre es precisamente hacer vida con la mujer. Páginas enteras y llenas de imágenes nacen a cada rato a razón de sus pies, de sus labios, especialmente de su sonrisa, esa que siembra el sueño del progreso. Basta ver a una mujer sonreír para sentir que las cosas van a mejorar…


VENUS, post original que inspiró las líneas que se sienten y no son cita…

Saludos en letras…

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Escuchaba "Set Fire to The Rain" de Adele…



Echarle fuego a la lluvia sólo nos trae más humo. Muy distinto es arder; arder tiene sus momentos presente y sus momentos recuerdos. ¿Es el bostezo un suspiro borracho? El cansancio se anuncia con el aburrimiento, pero quién sabe; tal vez el ejercicio involuntario consta en esconder alguna preocupación embriagada. En la soledad aprendí a pasar el rato paginando blancos de historias inconclusas; con huellas de firma y cuentos de tu piel. Los delirios también son coleccionables, y tienen cabida en tu "baúl de los recuerdos..."



Escuchaba Set Fire to The Rain de Adele

martes, 22 de noviembre de 2011

De la inacción y el resto…



La inacción nos revela, en espasmos durante la soledad, que parece inútil eludir lo que se es para lo demás…

Recordaba unos cuantos capítulos de Neon Genesis Evangelion, sobre todo aquellos en los que se decía que había un Yo distinto en cada persona conocida. Esto no me hace atisbar que la suma de esos Yo nos defina, pero infiero que, de alguna forma sí nos determina; al menos en ese Yo relacionado con Ellos

Transcurren los lamentos del cielo, los cambios de humor del viento, la sonrisa de la mañana que llaman amanecer, transcurren las horas que se hacen días y los días que se hacen pasado. El concepto en los terceros se reafirma, más por lo que dejas de hacer, parece mentira, parece una ilusión de vocales y consonantes. Tus acciones son tu aporte a lo que quieres ser, ya sea para ti o para el resto; tus omisiones conceptualizan cómo te ve ese resto…


Por la presunta revelación me rebelaba, pero resultó tan eficaz como callar en la soledad: ¿Para qué dejarle los pensamientos al silencio, si al estar solo nadie los va escuchar? Resulta más llevadero jugar al loco que se desahoga hablando solo; de alguna forma se invoca a una cierta calma que procura abstención al reclamar lo que de todas formas no será escuchado, precisamente, por el Yo que yace en quien ha de escucharte…