jueves, 23 de febrero de 2012

Cuatro acuerdan…



Cuatro acuerdan en ir al cine, por ganas, o por no tener otra cosa qué hacer. Nada planificado, sólo llegar un día cualquiera y dar con una película cualquiera; esa, la que tiene menos cola. Es la misma cola para todas, es fastidioso para quien atiende el contestar preguntas que no contempla su rutina. Escoge entonces esa. ¿Cuál? Esa. Está bien. No sabes si está bien, pero bueno; esa…

Una película parecida a muchas: acción, terroristas, departamentos de inteligencia, funcionarios corruptos e incorruptibles, leyes violadas y vírgenes; no por falta de violación, sino por falta de interés en violarlas. Cuatro salieron. Unos cuantos sorbos de silencio, uno que otro murmuro; dos de cuatro, tres de cuatro. Cuatro acuerdan y comentan…

Uno: más de lo mismo, el nacionalismo de grandes naciones, el héroe, el hombre que existe sólo en películas, conservadores que mantienen la paz a fuerza de violencia. Siempre hay alguien que tiene que romper las reglas para hacer justicia; justicia de películas. Dos: los irresistibles, los que no se resisten, gente bella que quiere y gente fea que no puede. Qué cuerpos, qué estilo. Tres: secuencias de acción, excelentes efectos, los protagonistas tuvieron que haber entrenado, aunque se dice que pudieron haber usado dobles. Yo vi un programa de cómo la hicieron, se fajaron en recrear los escenarios. Cuatro: ese director es bueno, esta película figura entre las más taquilleras de la semana, todos andan comentándola. Por fin la vi.

Cuatro acuerdan y contraponen acuerdos, quién ha de ver más de los cuatro. Cuatro estuvieron y cuatro encontraron. Desde las pantallas las películas son así: son uno, dos, tres y cuatro; sea en el cine o en el día a día, pero cuatro acuerdan e insisten en discutir…

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ser y labrar antes de celebrar…



El insomnio también es la tregua que acuerdan el tiempo y los momentos para descansar cansando a los cuerpos. El asta de la nostalgia eleva ondeantes recuerdos trayendo brisas de sonrisa y silencio; son así las banderas de la memoria al no llovernos. La mentira: más que invención es convención; Se reafirma más por creída que por creada. Tal vez por eso nos gusta amanecer y amanecernos; para amar y ser y también hacernos. "Olvidarte" es hacer arte del olvido; Hay que ponerle mucho empeño y dedicación. El tiempo le da peso a los silencios: Mañana y no sólo de mañana es el Hoy del Ayer, Así como el Hoy de Mañana y no sólo de mañana es el Ayer del Hoy…

Escribir también es una forma de verter pensares, que a veces con razón, el corazón no dice a movimientos de labios. Es curioso descubrir que te han descubierto descubriendo sin llegar a cubrir…

Ser y labrar antes de celebrar…

jueves, 9 de febrero de 2012

En tus propias palabras…


Cambiábamos las horas pero no sé qué pasaba, siempre terminábamos con los relojes sincronizados. Sólo el Sol se niega a ceder su despedida a la espera,  al parecer sólo el Sol decide lo pronto y lo tardío de los días. Tú ponías las palabras al texto y yo encontraba contexto en mis sentimientos. Te acariciabas, lo sabía; así como sabías que suspiraba por cada beso que hiciste entrever. Estabas segura que iba a leerte a esa hora, y eso que volvimos a movernos el tiempo. Tú plasmabas momentos por vivir y yo clamaba tiempo para vivirlos. Así nos hicimos letras y lecturas, así empezaste a leerme en tus propias palabras…

Las palabras escritas también esconden algo al otro lado; tal vez una voz que las pronuncie o un suspiro que recuerde, tal vez este sentir que reflejas, tal vez sólo el reflejo de nuestras pretensiones. Una forma de comunicarnos el sentir y un sentir por el que nos hacemos silencio: de momentos a letras y deseos a tiempos…