martes, 19 de junio de 2012

Liebster



Palabrear el sentir puede resultar un culto entre obsesos y se les permite, a quienes no quieren entenderlo, el privilegio de la crítica, que no es más que abono simbólico para que las ganas de escribir ganen siempre. No obstante, esta vez, pasa lo contrario; lo más motivador, lo que hace a la inspiración acompañar a las fuentes: tu comentario, tu voluntad de pasearte la vista por las líneas que se te muestran desnudas, y de que las leas en la verdad que son y que representan. Hoy el honor crece y el rubor acontece gracias a Ale ;-) a su blog, y a su entrada. Al igual que Ella, son muchos los que quisiera nombrar, pero siguiendo las reglas del juego, aquí van mis cinco,  Hey Mundo ha de ser el primero sin duda, no por lo dado, sino por lo que nos da. Escomberoides, como él mismo se identifica: Apuntes de lo que se ve, se mira, se escucha, se lee, se encuentra, se busca, se toca, se olvida. SubjetivO, el blog de Virginia: sus escritos valen el paseo una y otra vez. Lagartija Presumida, el blog de Pilar: sentir y sentimiento a cada momento. Rayajos en el Aire, el blog de Chema: excelentes tips…



Quisiera nombrar muchos más. Sé que tendré la oportunidad de hacerlo. Saludos en letras ;-)






lunes, 18 de junio de 2012

Destilo obseso y decantador



Brindas al olvido para instilar sabores del recuerdo. Sin instar se le insiste al presente y este no absuelve por creer sorberse; así nos embriagamos y lentificamos instancias. Vienen los mañanas, la tranquilidad inquietante, las ganas de escapársele al deber y terminar incumpliéndose para cumplir con el resto; ese que juzga por el valor empréstito. Tanto nos destilamos por obsesos…

miércoles, 13 de junio de 2012

Miseria música y misericordia…




Misericordiosa con la crítica y con lo justo para criticar. Pocos son felices sin la miseria ajena, ya que agenda a las excusas para no tener que mentir. Bueno cuando hay peores; es mejor. La tranquilidad inquieta y por eso se estimula al vicio de compararse y de opinar sin saber. Bien por asumir mal a ese mar que argumenta, y que como las olas, espuma deja. Miseria misericordiosa, miseria musical, por pocos otros no serías, no estarías; no hace falta lo malo peor…