jueves, 31 de enero de 2013

Sobre la transfiguración…






Se nos pretende conglomerados, de ahí la opinión y sus aciertos para hablar del fracaso. ¿Fue acaso una coincidencia? No sé si son incidencias, pero el gusto es gasto cuando en la igualdad se busca la diferencia. Indiferentes, por ser y no estar y estar y no ser: así nos quieren; un pretexto que no excusa pero sí adoctrina. Aprendemos; cada día, las certezas no se venden buenas cuando la creencia confunde y también convence. ¡Seguimos hablando providencias! Porque las estimamos al desconocerlas y las conocemos al desestimarlas. Obedecemos, como el rebelde que no revela, como la vela que se consume cuando le suspiran de cerca. Una caricia basta para construir una verdad que no se piensa, pues es en el sentir donde yacen la mayoría de las respuestas. Todo se transfigura bien por lo mal y por malo lo bueno. La intención no será absuelta, son rentables las agonías impuestas…


Vale una pasada por el resto del contenido anteriormente citado; ¿qué no es la transfiguración la palabra que explica lo que nos está pasando?

lunes, 21 de enero de 2013

Blue Monday




Un amanecer gris arropa a unos cuantos sueños que se niegan a vestirse con la realidad. Nos quedamos con las cenizas de las cartas mientras vimos como la luna se adornaba con los globos. Ese día hubo más luz de noche, los astros y los santos saludaban las despedidas. Empezó el prometedor gesto de hacer promesas; no sin antes revisar algunas cuentas: empezamos a descontarnos; ahora como que están de moda las máscaras de angustia. Todos parecen saber pero sé que no lo saben, por eso creen y decrecen. Así empezamos; el azul había sido alegre, la rutina llama en cada alarma despertador…

No obstante, la esperanza es rebelde…

jueves, 10 de enero de 2013

Puzzle




Solía creer que el pensamiento era una especie de collage de ideas y conceptos en el que las teorías aportaban matices incluso artísticos. Ahora me suena la ocurrencia de una imagen: el puzzle, sin que me “rompa la cabeza.” Cada argumento, una pieza; y encaja en convicciones por paquetes…

Recordaba una película de nombre Los Dioses deben estar Locos, en pocas palabras: alguien desde un helicóptero deja caer una botella de refresco la cual va a parar a una tribu, en ésta, uno de sus jefes, considera la botella un regalo de los dioses, y a la misma se le dan usos múltiples de utilidad. Un día nacen: la codicia y la envidia, y este jefe de la tribu advierte cierta maldición en el regalo de los dioses, por lo cual decide llegar al fin del mundo para deshacerse del objeto intruso que ha perturbado la armonía en su grupo. El humor está presente a lo largo de la película…

Recordaba esto porque hoy he amanecido con el delirio de que mi collage se ha vuelto puzzle, si no es que siempre ha sido así. Tengo varias escenas, o piezas, sobretodo ésta mañana, y a razón de unos cuantos elementos que he encontrado viniendo de mi casa al trabajo: voces, gestos, interpretaciones, patologías, fotos y letras y hasta caricaturas…

La metafísica como enlace entre la ley y la medicina: dos opuestos discutían el tema de la falta temporal, absoluta; con relatividad. La no presencia que no es ausencia; la ley parece ser clara para uno y oscura para el otro… La espiritualidad y sus ofertas: es el mes de los descuentos, y por supuesto, la sanación del alma enferma por el alto consumo decembrino, tiene su bálsamo en el mismo consumo, pero ahora con aromas y rituales ancestrales importados de otros rincones del mundo; hay rebajas… Indignación: luego de brindis simultáneos en mesas y masas, la gente se siente jurista; un nuevo efecto que trajo el alcohol recientemente incluido en el cuerpo… Todos mandamos: por eso obedecemos y vamos todos a complacer a los fotógrafos. Mañana muchos se etiquetarán… A trabajar: un jefe ordena mientras predice el futuro…



Saludos en letras ;-)

martes, 1 de enero de 2013

¡Oh por tunos!




Las oportunidades se rebelaron y dejaron de asistir a las reuniones de los deseos. Una pandilla de Malos Momentos hizo popular a la Envidia entre los anhelos. Se fumaba, se inhalaba; algunos se la inyectaban: todos conseguían el placer, muchos aseguraban que no había algo tan bueno como soñar con lo que no se tiene. Una carencia suplida es una historia menos qué contar y una razón más a no envidiar…

Declarada la falta de quórum, los deseos se apoyaron en Los momentos (quizás los buenos) cosa que al Tiempo, por imperfecto, no le gustó. Se llenaron de vacíos, el presente se hizo pasado y el pasado a su vez, pesado…

Amaneció el mañana y se cambió el género; pasó de Día a Menos Horas. Alguien habló en silencio; para sí, para que no todos lo escucharan: no los envidio por lo que tienen y yo no tengo, si no por lo que no tuve; aún ahora pudiéndolo tener



“lo que fue,” así se llama la piedra que no puede remover la voluntad. Y por eso, por rabia y por despecho, remueve piedras y se venga del que no siente, como ella, rabia y despecho…
Nietzsche (como Zaratustra)