miércoles, 27 de febrero de 2013

De inciertos principios…


La incertidumbre, la que manda: esa acción que hace abstenerse, ese empujón que lleva a no moverte. La mente lamenta un cuerpo obediente y este último se enferma por irreverente. ¿Es entonces la fiebre, más que un síntoma; una señal? Señalamos al insano, pero no porque adolece: adultos adolescentes, que sueñan al despertar porque bien no duermen. Se aman y se arman, para las nuevas desilusiones, para las fechas que los demás celebran. Habrá que brindar entonces para que la adicción justifique el oficio, el vicio quizás y a la salud sonreímos. Converso, converse, con signos y consigas que nos escogen: ya estamos empezado a decir lo mismo, muchos, casi todos; y he ahí al distinto, que no distingue, pero lo dice más bonito…
 


Saludos en letras (inciertas)

viernes, 22 de febrero de 2013

Ah, Eh, ¿Y?, Oh; Tú…



El no saber qué decir toma lugar en la tertulia de los sentimientos. Un adiós se anuncia y un silencio queda, las dudas se sirven en respuestas y las certezas en corazonadas. Nadie manda en lo que siente pero todos obedecen a sus quejas. No se consiguen muchos poemas que afronten el sentir con obligaciones impuestas. Al parecer, los versos versan escapes que no escapan de las letras... Expresiones fuertes, pero por sus vocales y en monosílabos: ¡Ah, Eh, Oh! Quizás, por no tener qué agregar; la “ache”  es muda (mal acompañante). La debilidad no pregunta sin signos; para preguntar, la “i” se va a Grecia…

jueves, 14 de febrero de 2013

Gritos versos para hablar en silencio...




Un momento se desborda en la desesperación de la calma. Una pregunta nace, sin morirse en su respuesta; no se convence al perder cada batalla que se libra en un silencio escéptico: hablamos para eludirnos y distraernos en los deberes de la noche, durante cada día; como siempre. Casi nunca nos reponemos de tanto posponernos. La pausa en constante movimiento: aquí, allá. Conversemos. Hoy es ahora, hora de responder; pregunta tú primero, yo quiero callar después…




Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.
Paulo Coelho

lunes, 11 de febrero de 2013

Primer plano…



El espejo se vende bien aunque mal se le vean los misterios que trae consigo. ¿Es el retrato un momento frente al espejo? Ya no se pintan como antes pero se albergan más que nunca. La mirada, tu mirada, ¿qué quieres decirnos cuando eres quien captura y quien exhibe tus propios gestos? ¿Eres un disfraz? No sé si sabes que te leo; te leemos, yo también tengo miradas detrás de unas cuantas máscaras; pero no has sabido con cuál te contemplo. Has dicho mucho, has hecho más de lo menos que esperabas. Te encontré en la sonrisa, pero no porque estés alegre; te vi la soledad pero no porque te falte compañía. Serás arte y estoy por besarte, recuerda los ojos de a quien le das el instante…

martes, 5 de febrero de 2013

Como fue prometido a nuestro primer Padre…




“Si el oro es la primera potencia de este mundo, la segunda es la prensa. Es necesario que los nuestros se encarguen de la dirección de todos los periódicos diarios de cada país. Una vez seamos los dueños absolutos de la prensa, podremos cambiar las opiniones públicas sobre el honor, sobre la virtud, sobre la rectitud de conciencia, y ganar el primer asalto contra la institución familiar.

Simulemos el celo por las cuestiones sociales que están a la orden del día, hay que controlar al proletariado, introducir a nuestros agitadores en los movimientos sociales y hacer que podamos sublevarlo cuando queramos, empujar al obrero a las barricadas, a las revoluciones; y cada una de estas catástrofes nos acercará a nuestro único fin: reinar sobre la tierra, como fue prometido a nuestro primer Padre…

Así acababa, si bien recuerdo, el informe del Cementerio de Praga…”

Umberto Eco

domingo, 3 de febrero de 2013

Del desvelo…





Una mañana una rutina, unas ganas de amanecer con sueños. La noche vino con luna pero sin regalos. Era domingo y la voluntad sentía cansancio. El insomnio hizo una visita, había cierta angustia por la cual dejar abiertos los ojos a la oscuridad…

Una ventana unas bocanadas. El humo era el pincel de los suspiros. Hubo imágenes pero el viento se vestía de tos. Unos cuantos pasos sin rumbo y de nuevo la cama. Plegarias a gritos, en silencio; por supuesto. Ciertamente el tiempo no se detuvo, pero no tiene ganas qué secuestrar…

Salió el sol y entró el baño: la lluvia en casa para empezar un final. Un nuevo comienzo…

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