martes, 27 de noviembre de 2012

Momento


Has dejado salir al aliento que te delata, por estar a punto de mentir o porque estás por confesarte: seré recuerdo seré conciencia. He de poner mis labios con los tuyos, a fin de cuentas ya el suspiro se ha escapado. Cierras los ojos, no para imaginar si no más bien para dejarte guiar. Nos separamos, pero no por mucho, así que te beso de nuevo, se nos confunden el respirar y los rostros, ya somos algo más que labios y pactos. Se fueron el lugar y el tiempo, sólo quedamos atados: unidos por el placer de besarnos. Así empezamos a acariciarnos: a dedos, a bocas, marcando calor y dando color para sentir y también para sentar. Estamos inscribiéndonos en el otro. De ésta manera nos hacemos, nos tallamos y nos moldeamos a siluetas cálidas que prescinden de sus sombras. Tomamos la pausa y tememos del frío: volvemos a besarnos, volvemos a unirnos…




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hablábamos de ludopatía…


Me contó un amigo que hubo una época en que las notarías se trasladaban a los casinos, cosa de que, en favor de seguir jugando, se tenga algo extra con qué endeudarse y algo concreto con lo cual cobrar. Malo, por supuesto, a su criterio; cruel, según el tono que empleaba. Hoy en día por estos lugares del mundo ya, al parecer, las notarías no pueden hacer tal cosa, de hecho se están cerrando algunos casinos, esto último, es de suponer una medida en contra del vicio de apostar…

¿Sabrá el insecto que lo consideran plaga? Es posible que Kafka haya querido hacernos ver cómo se siente el insecto plaga, o quizás, quiso explicarnos que de alguna forma todos somos insectos y podemos ser plaga, sólo que no tenemos cómo saberlo. Es confuso…

El plan para atacar a la plaga es la fumigación, el de la ludopatía, el cierre de lugares para apostar; ¿el de la marginalidad, cuál es? Se habla de educación, de proyectos sociales, sin duda esto parece evocar una negociación, un pacto: ¿por qué no se pacta con las plagas? ¿Por qué no entienden, no razonan?

¿Cuándo se sabe insecto, sea para ser fumigado o educado? Quien cree que no puede serlo, afirma, opina, pero verdaderamente no sabe, no ve cómo lo ven…

Entonces: me educo entendiendo que ahí está la notaría lista para aceptar mis bienes en prenda y seguir jugando. Me educo para saber cuándo me están viendo plaga; o quizás me educo para poder aceptar lo que se me proponga…


¡Maleducado!
Pero eso se lo achacan a los modales…


domingo, 18 de noviembre de 2012

Un consejo de Fyodor…


La palabra escrita tiene algo de impresionante; resulta más conducente al autoanálisis, y mi confesión tendrá más estilo. Por otra parte, es posible que el proceso mismo de escribir me alivie un tanto. Hoy, por ejemplo, me oprime en forma especial un viejo recuerdo. Me volvió con claridad hace unos días, y desde entonces ha sido como una melodía exasperante, que no puedo sacarme de la cabeza. Pero debo liberarme de él. Tengo centenares de recuerdos por el estilo, y de vez en cuando uno de ellos se destaca de la masa y empieza a atormentarme. Siento que si lo escribo, lo eliminaré. ¿Por qué no intentarlo?




Fragmento de Memorias del hombre del subsuelo
Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky

viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Cómo te atreves a quejarte!


Tengo todo un historial de tus faltas y ninguna ha prescrito. No se trata de tus errores, esa es una lista interminable que brilla desde el primer desacierto; es una condición ulterior: se trata de aquello que hemos esperado que hagas, y eso; para que lo sepas, sí tiene lapso de prescripción. No hay favores, la disposición sencillamente nos fue legada. Quien dispone, impone; así que en cada “puedes” ubica un “debes,” y sin signos de interrogación…


Podrás beneficiarte de las excusas, pero no escaparás del reproche, y sí, te hacemos débil para más pesar; no olvides que la razón no es un bien real, sea en la vida o en el Derecho; es más bien una balanza, y se inclina a favor de quien detenta mayor peso, el cual, ahora y sin ti, es nuestro. No confrontes si no piensas atacar, somos condenatorios y estamos firmes…

Se espera tu felicidad y que la aparentes, de lo contrario: ¿para qué te equivocas? Piensa bien tus decisiones, porque no estás a la altura de las exigencias y porque no tienes escapatoria. Te hemos suprimido los complejos y las ganas, así que no cuentes con la soledad ni el silencio, ajústate a tu vida de autómata y llena el vacío con lo que esté en venta, ya te inventaremos algo para que creas que te quejas. Renuncia si quieres tiempo y ataca si quieres respeto…

Hay quienes sirven para que otros se sirvan y se les aborrece cuando no lo hacen bien. Ahora, vuelve a tu vida; y que no nos perturben tus sueños otra vez. Puedes despertar si quieres, pero antes; dile al otro, al que viene después de ti, al envidioso; que encuentre poder porque la envidia, más que consecuencia, es un privilegio: hay tener con qué envidiar…

Espera, si te vas a poner triste, continuamos; y si no quieres escucharnos, no vuelvas a quejarte en los sueños, para eso se te ha provisto de bastante realidad. Ahora sí: despierta…


Y desperté sin entender mi tristeza: ¿por qué pensaré ahora que los demás tienen y yo no tengo? Bueno. A trabajar…


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Epígrama Acorde




No todos entienden aunque el empeño carezca de cansancio. He de creer en los acordes, así lo he acordado. Tres palabras juntas pueden estimular a unas ganas ocultas: siente esos besos. Un nombre puede ocultarse bajo sílabas tónicas: fervor adelante. Quizás – por qué no – de algo así nacen los hechizos; toda ficción puede partir de una base cierta y ésta es una presunción. Los colores hacen lo suyo, como los sabores y su idilio con el recuerdo. El perfume tiene sus propias historias que contar. La música no ha dejado de sumar sentires…



martes, 13 de noviembre de 2012

Del amigo



Uno solo a mi alrededor es demasiado (así piensa el solitario). ¡Uno tras de uno acaba por hacer dos!
Yo y Mí están siempre en conversación demasiado. ¿Cómo podría soportarse eso si no hubiese un amigo?
Para el solitario, el amigo es siempre el tercero; el tercero es el corcho que impide a la conversación de los otros dos abismarse en las profundidades.
¡Ay! ¡Existen demasiadas profundidades para todos los solitarios! Por eso aspiran a un amigo a su altura.
Nuestra fe en los demás revela aquello que desearíamos creer en nosotros. Nuestro deseo de un amigo es nuestro delator.
Y frecuentemente no se quiere con la amistad sino saltar por encima de la envidia. Y frecuentemente atacamos y nos creamos enemigos para ocultar que nosotros mismos somos atacables.
¡Sé al menos mi enemigo!
Así habla el verdadero respeto, el que no se atreve a solicitar la amistad.
Si se quiere tener un amigo, hay que querer también hacer la guerra por él; y para hacer la guerra hay que poder ser enemigo.
Es preciso honrar en el amigo al enemigo. ¿Puedes acercarte a tu amigo sin pasarte a su bando?
En el amigo debe verse el mejor enemigo. Debes estar lo más cerca de su corazón cuando le opones resistencia.
¿No quieres llevar ropa delante de tu amigo? ¿Debe ser gloria para tu amigo el que te entregues a él tal cual eres? ¡Pues es por lo que te manda al diablo!
El que no se recata, escandaliza. ¡He aquí por qué deben temer a la desnudez! ¡Compréndase que siendo dioses se avergonzarían de sus ropas!
Nunca te adornarás bastante bien para tu amigo: porque debes ser para él una flecha y un anhelo hacia el Superhombre (Hombre superior).
¿Has visto ya dormir a tu amigo para que sepas cómo es? ¿Cuál es, pues, la cara de tu amigo? Es tu propia cara en un espejo tosco e imperfecto.
¿Has visto dormir a tu amigo? ¿No te ha espantado el aspecto que tenía? ¡Oh, amigo mío, la gente es algo que debe ser superado!
El amigo debe ser maestro en la adivinación y en el silencio: no debes querer verlo todo. Tu sueño debe revelarte lo que hace tu amigo durante la vigilia.
Sea tu compasión una adivinación: es menester que sepas ante todo si tu amigo quiere compasión. Quizá le gustan en ti los ojos altivos y la mirada de la eternidad.
Que la compasión con el amigo se oculte bajo una ruda corteza; has de dejarte un diente en él. Así tendrá tu compasión su delicadeza y su dulzura.
¿Eres tú para tu amigo aire puro y soledad, pan y medicina? Hay quienes no pueden desatar sus propias cadenas y, sin embargo, para sus amigos son salvadores.
¿Eres un esclavo? Entonces no puedes ser amigo. ¿Eres un tirano? Entonces no puedes tener amigos.
Hace demasiado tiempo que se esconden en la mujer un esclavo y un tirano. Por eso la mujer no es aún capaz de la amistad: no conoce más que el amor.
En el amor de la mujer hay injusticia y ceguedad para cuanto ella no ama. Y aún el amor reflexivo de la mujer oculta siempre, al lado de la luz, la agresión inesperada, el rayo y la noche.
La mujer no es aún capaz de la amistad. Pero díganme ustedes los hombres: ¿quién de ustedes es por ventura capaz de la amistad?
¡Ay, señores! ¡Qué pobreza y avaricia las de sus almas! Cuanto ustedes dan a sus amigos quiero darlo yo aún a mis enemigos, sin hacerme más pobre por eso.
Hay compañerismo: Que haya amistad.

Así hablaba Zaratustra.
 
Friedrich Nietzsche


 

  

jueves, 8 de noviembre de 2012

Des/Ahogado…




El trasplante de conciencia presunta, por presunta experiencia, presenta complicaciones para quien la percepción le nada en medio de un océano de confusiones convenientes. Un dilema entre oír y escuchar para ver a qué clase de intruso se le da cabida en la razón apasionada. Muchos nos endeudamos al pedir préstamos de pensares, para pensarnos así colectivas excusas; el interés se bebe en tazas grandes a tasas altas. Quizás sólo queremos desahogarnos, pero se nos olvida recordar que la orilla está lejos. Aquí es cuando el criterio es bote y unos cuantos libros bien hacen de remos y nos hacemos remar. Es de noche, pero nos queda la luna y sus estrellas, imaginar no está de sobra, vivir también es soñar. Por ahora, hay que sobrevivir y respetar también al mar…

jueves, 1 de noviembre de 2012

A&E




Buscar el entretenimiento en la usurpación no es un acto conmutativo por muy diverso y común que parezca. Es distinto buscar la usurpación en el entretenimiento, lo último emana como precepto y así se consuma cada vez que lo consumimos. Lo primero, lo primero se asume costumbre y le agarramos el gusto a acostumbrarnos. El goce de una clase está en jugar a ser parte de una clase ajena. El rico se divierte pensando y obrando en las metas del pobre. Un pobre calma sus ansiedades cuando juega a ser rico. Hoy en día hay escalas de pobres y pobres a escalas también. Lo mismo pasa con los ricos, pero en menor proporción, de ahí nacen los mandatos, como en las leyes, y se revocan o se extienden según sea el caso. Por un lado la quincena no alcanza y por otro el problema no es pagarlo. La verdadera rebeldía es obedecerse (a muchos se les dice que son únicos) no en agruparse para alguien o algo, eso es otra forma de obedecer…

"Todo lo viviente es obediente... 
se manda al que no sabe obedecerse a sí mismo.
Tal es la condición natural de lo vivo"
Nietzsche

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