[De La Caja de Pandora:] “Se hace
uso de la ofensa o se sufre. Me cuestiono si la ofensa existe o nos la
inventamos. Si se activa como un mecanismo de defensa de causas nobles, o una
forma de minar al enemigo. Si la ofensa es desconocimiento o la inteligencia
suprema. Si ofenderse es una pose. Si ofender,
una provocación. Si la vemos, o la ven… Ofender, ¿no es buscar
notoriedad, una llamada de atención? ¿Jugar con la audiencia? ¿Una trampa? ¿La
ofensa como forma de comunicar? Ofendernos ¿no es sentir lástima por uno mismo? ¿No es ver nuestras
restricciones morales reflejadas en un comentario ajeno?” [De Sanación
Holística:] “Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra
verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos
que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela
falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y de cómo
deben actuar los demás…” [De la Miscelánea de Lolo:] “Entonces,
cuando alguien nos dice algo, nuestra mente tiene que filtrarla con los
coladores que conoce, aquellos caminos que nuestras neuronas han formado, y
entonces la interpretación de las palabras cobra un significado que podemos
comprender y nos prepara para reaccionar. Y cuando decimos algo lo hacemos como
la expresión de nuestra realidad personal. A veces esa mezcla no resulta compatible con la del
otro... Por ejemplo, es tan fácil llenarnos de sentimientos cuando
alguien nos dice algo y nosotros nos sentimos ofendidos. Seguramente, porque es
lo que nosotros usamos para ofender. Me pasa todo el tiempo con el sarcasmo.
Mientras para mi es simplemente una forma humorística de ver lo obvio, para
otras personas es un ejemplo de falta de respeto, intolerancia y grosería (…) aunque
ambos hablen y escuchen, ninguno de los dos tiene en cuenta a su interlocutor.
Y esto ocurre nefastamente con quienes son más cercanos a nosotros…” [De El
Don de la Alta Sensibilidad:] “La gran mayoría de la gente dice
lo que dice y hace lo que hace desde su propia estructura de miedos,
conclusiones, defensas y valores. Hemos aprendido a comportarnos de la manera
A, B o C que garantiza nuestra supervivencia y que nos hace sentir más o menos
bien y con la conciencia - si la tenemos - tranquila. Y aunque vamos recibiendo
críticas, quejas o reproches, muchas veces estos no tienen que ver con
nosotros. Casi siempre tienen que ver con las veces en que la persona había
vivido una situación similar (…) Casi nada es personal; casi todo es
proyección, por parte de la otra
persona, pero también de nuestra parte hacia los otros, incluidas nuestras
relaciones cercanas…”