Contaban los pasos que no cuentan con destinos, algunas aceras gustan conservar bajo sus baldosas: los estornudos del cielo que cambian de color con el clima y de salud con el trompo del mundo…
El calzado que todo lo evade y lo que no respeta lo pisa, desplaza preguntándose cómo esa batalla que suelen darse los pensamientos y los recuerdos pueden tomar lugar en un cuerpo tan frágil por dentro. Un cuerpo que ya no puede con las voces del reclamo que proclaman la rutina y sus costumbres siempre impuestas…
Son muchas las oraciones que se alojan en el entendimiento y que sólo cambian de voz y no de intención. Mientras tanto los zapatos pasan, pisan y se cuentan en pasos de preocupación…
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