lunes, 29 de abril de 2013

Bienal


Se presumen prisiones las rutinas al asumirse libertarias las revelaciones. Un ejercicio propio del olvido por la inagotable búsqueda que no encuentra algo más allá de los previsibles ofrecimientos. Tendencias a las que no hemos tendido aún pero sí tenderemos los hábitos del pasado por húmedos, para que al menos los recordemos en seco; vagamente, como las fotografías instantáneas a las que ponían a secar mientras se esperaban… Es recurrente en la aventura selvática el encuentro con lo salvaje y con lo indomable, lo que siembra un deseo de emancipación en los ojos que contemplan el espectáculo. Un argumento útil para hacer películas, pues el testigo de la escena ya es famoso por protagonista; por eso lo libre no es popular y lo no popular no es una tendencia… Se pone de moda una trilogía: belleza, poder e inteligencia, quizás porque es inteligente poder ver lo bello, o más a lo Wilde, lo bello ostenta un poder inteligente. Habrá que esperar a lo que se tiende para entenderlo mejor… Hoy será la bienal de la realeza y será también mi bienal de verdad, que no será una tendencia, pero sí que tenderemos a durar…

jueves, 25 de abril de 2013

A favor en favor


Según alguna explicación etimológica, el provecho viene a constituir una acción en favor de algo, cuando nos aprovechamos el favor es para nosotros mismos. Pudiéramos inferir que al hacernos un favor nos aprovechamos, pero el provecho parece suponer cierto perjuicio en quien recae la ejecución del verbo: se aprovecharon de mí, de la situación. Y ahí nos situamos; las redes y los medios se aprovechan: las aprovechan, pero no sé hasta qué punto el receptor se ve favorecido. Unos pocos deliberan y unos muchos deliran. Yo deliro unas cuantas horas ausente de redes y medios, me desincorporo, dejo de enterarme y cuando me reincorporo me debo adaptar. He ahí el provecho, para opinar de lo que pasó y de lo que aun no pasa: en favor de ellos…

jueves, 18 de abril de 2013

Sin trastes…


En el juego de los antónimos lo correcto es lo equivocado pero equivocado no es lo correcto, entonces, habría que entender, que para ser hay que no serlo y al no serlo no se puede ser. Digo esto por los contrastes que en  la sociedad se exhiben, dado que, los matices del clamor pueden mezclarse y dar nuevas razones, inéditas, y poco explicables. ¿Será el absoluto el opuesto del relativo? Pero de ser así el relativo no sería el opuesto del absoluto, porque de alguna forma este último absorbe al primero por su posición, pero no es el caso en la pregunta planteada, y eso lleva a darme cuenta que se pueden poner opuestos en un contexto más no pueden permutarse, ahí entra el orden: no hay un buen antónimo si no se está seguro del orden; eso explicaría porqué ninguno puede estar en todo y sí todo puede estar en ninguno. Curioso. Sapir/Whorf decían, o daban a entender, que la no existencia de un término condiciona a la persona a la hora de discernir, hay un ejemplo por ahí con los esquimales y sus distintos nombres para la nieve cuando para el resto todo es solamente nieve; o como el caso del color verde en algunas etnias. Orwell, en 1984, específicamente en su Neolengua, basa el orden entre otras cosas, en eliminar a los antónimos, por eso en la historia del libro es el Ministerio del Amor el encargado de la guerra. Un tema de contrastes sin duda, para dudar mejor…

martes, 16 de abril de 2013

Por no estar de acuerdo acordamos…



Legalmente hablando, el aluvión es un fenómeno natural que hace que tus linderos crezcan o disminuyan produciendo un cambio en lo establecido en tu propiedad. Traigo esto a colación porque la sociedad también tiene sus propios fenómenos. El desacuerdo tiene la capacidad de mutar y de mimetizarse, haciendo que fluya una siniestra armonía entre posturas discordantes. Por alguna razón tenemos quejas distintas pero por aluvión todas esas quejas se suman en una mayor, que no es la inicial ni es la mía, pero es queja al fin: por no estar de acuerdo acordamos… Nace el clamor apasionado y alguien hace algo deplorable, pero en favor de la suma de disentimientos, en el cual, claro está, está este que hierve mis pensamientos; pensamientos de agua por cierto. Sé que se evaporarán y sé también que miraré al cielo y pensaré que aquella nube gris a punto de llover porta algo de eso que tuve en mi mente y en mi corazón, luego caerá seguramente sobre el concreto y será otro charco más oscurecido por aceite y asfalto. Quién sabe, a lo mejor en zonas verdes el pensamiento renacería en alguna planta, pero no lo creo, no al menos de lo que pienso y siento en este momento. Alguien hizo algo deplorable, yo no lo haría, pero ése es el que está de acuerdo conmigo. Tal vez sea yo, por aluvión, quien ahora está de acuerdo con él. Pero no era lo que yo creía ni quería; las ruedas y los pasos también merman a los charcos…

sábado, 13 de abril de 2013

El día anterior…


Al ver cómo se desenvolvía el comportamiento de los noticieros y las figuras públicas, fue inevitable no pensar en Joseph Goebbels y sus principios acerca de la manipulación de la opinión pública; de los cuales me quedo con el once. Cito: Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piense "como todo el mundo", creando impresión de unanimidad. Hoy es el día anterior de un día muy importante, quizás con la sensación de una importancia mayor. Todos nos preparamos para paralizar lo nuestro y enfocarnos en lo que todos queremos… y sí, parece que todos queremos lo mismo, pero lo mismo no es igual cuando los enteros son mitades y cuando las mitades no lo son del todo. Hoy esperamos ser parte de la mayoría. Hoy por fin, nos dicen que no somos los únicos al consumir y que lo inducido ahora sí es lo correcto. Hoy nos permitimos saberlo; para mañana, para el gran día. Sin embargo existe la presión de la mitad no tan mitad, que lo sabe, pero no lo dice; ya es muy tarde para decirlo, pero aún es tiempo de sugerir una asimetría a favor, así que las malas nuevas hoy son las buenas. Durante todo el día los archivos del pasado son los del presente, así como cifras veloces hoy suman gente que ya se ha restado de los registros civiles, los números se engordan con nombres, más que nunca, por el mañana. Todos a la espera de una nueva mala noticia que irónicamente: no les llega… Saludos. Hasta mañana…

martes, 9 de abril de 2013

La mejor imagen, el mejor mensaje...


Parte del nuevo protocolo en la mesa,
desayuno, comida
o cena de negocios,
trabajo o de placer,
consiste en que el teléfono no se pone sobre la mesa
y menos se revisa mientras se come.
Para evitar interrupciones
se pone en silencio
y si es urgente atender,
se levanta de la mesa...

Tomado del perfil de Agustín Barrera


lunes, 8 de abril de 2013

Con placer…





Dos personas se encontraron perdidas pues en la tregua consiguieron la batalla de la guerra que no querían y las incluía. Empezaron a pensar, aprovecharon para moverse en las pausas; se daban tiempo y se respondían…  cuándo se sabe que el gasto no es una inversión – se preguntaban – si de momento todo urge como las ganas. Es después del uso que el desuso es constante. Siempre queremos estrenar pero, para qué exactamente. Cómo es que lo nuevo es necesario. Complicado. Complejo. Cómplice. Complaciente. Complementario. No sabemos saberlo pero sí necesitarlo. Alguien dice qué y sus cuándos con los cómos adónde y a quiénes; nosotros anhelamos ser los quiénes y pagamos el cómo donde y cuando nos den el qué y querernos cumplidos por habernos satisfecho. Luego se repite el ciclo con un qué nuevo seguramente del mismo Alguien…

viernes, 5 de abril de 2013

De lo mejor que he leído…



Como teníamos miedo, nos veíamos cada día. Comíamos juntos, pero el miedo permanecía a solas en cada mente, como antes de encontrarnos. Pero el miedo se escapa. Si controlas la expresión, se te cuela en la voz. Si consigues controlar la expresión y la voz como si de un pedazo de carne muerta se tratara, se te cuela en los dedos. Se te adhiere a la piel. Se escapa y lo ves en todos los objetos a tu alrededor.
Sabíamos dónde estaba el miedo de cada uno, porque hacía tiempo que nos conocíamos. Con frecuencia no nos soportábamos, porque nos necesitábamos. No nos quedaba más remedio que herirnos mutuamente.
Tú con tu mala memoria. Tú con tus prisas y tus tardanzas. Tú con tu tacañería. Con tu grosería. Tú con tu hipo y tus estornudos, tus camisas, tus calcetines, decíamos.

Necesitábamos la rabia de palabras largas que nos separasen. Las inventábamos como maldiciones para crear distancias. Nuestra risa era dura, nos clavábamos el dolor los unos en los otros. Tardábamos poco, porque nos conocíamos a fondo. Sabíamos a la perfección qué dolía al otro. Nos excitaba que el otro sufriera. Queríamos que se desmoronara por el peso del amor en estado puro y percibiera su escaso aguante. Cada insulto era el preludio del siguiente, hasta que por fin el insultado callaba…

El miedo nos había permitido penetrar en los otros más de lo que está permitido. En aquella confianza tan profunda necesitábamos el cambio que se produjo de improviso. El odio podía pisotear y destruir. Segar el amor en la intimidad, porque el amor volvía a crecer como la hierba alta. Las disculpas borraban los impulsos con la rapidez con que se contiene el aliento…

miércoles, 3 de abril de 2013

Unlikely


Es común que la memoria sea expuesta a partir del delirio.
El tiempo en momentos juega,
así,
con algunas palabras:

para nosotros tense también es tiempo (sin ser tenso)
Son trucos del sonido cuando se expone a más de un idioma el entendimiento.
Pudo haber sido,
tal vez porque no lo fue y podría.
No lo sabemos,
pero hay recuerdos muy sentidos que pudieron haberse vivido,
así como vivencias muy recordadas que se pudieron haber sentido;

es probable,
pero improbable…

martes, 2 de abril de 2013

Hacerlo querer...


Me baso en el beso a partir de los suspiros, justo después de ese par de verbos; un recuerdo que no concordaba. Mucha niebla que poco nubla en escenarios para la introspección. No era una bienvenida y tampoco una despedida, fue quizás un escape al momento cuya voluntad no podía ser burbujeada, aún sabiéndose los pinchos de la realidad. Caminábamos portando las puertas para siempre creer en un abrir y cerrar, porque así lo quisiste y por eso así fuimos. Yo imaginaba y tú realizabas, eran ratos de retos. Todo se confundió al alentar los deseos ¿de quién era la voluntad si el tiempo no fue nuestro? Sales y celas, las pieles no están escritas. Me marcaste, todo por sacar del sueño a ese par de verbos: querer, y hacerlo…

lunes, 1 de abril de 2013

Broder (Bis)



"La Vanidad,
sin duda,
es mi pecado favorito"
Al Pacino
en el Abogado del Diablo.

Mucha gente de forma indirecta rinde culto al Escándalo como vía hacia la popularidad; sea por hablar de uno o ser parte de otro. Se absuelve la vanidad con el volumen para combatir al ruido de la moralidad. Los hechos y los mitos ahora son relativos. Quizás esto funja de vitamina para la opinión, pues no saber sirve para quejarse y lo moralmente incorrecto sirve para opinar. Sin embargo, y a esto vengo: no veo el incentivo a lo correcto. A la gente que hace las cosas moralmente buenas no se le premia, incluso en las religiones da más morbo perdonar al pecador. Hacer el bien no está de moda si no existe una tendencia, popularizada, que nos haga parte de una élite cuyos actos puedan difundirse. Parece que no tiene mucha gracia agradecer si el agradecimiento no se divulga como acto de vanidad. Ayudar en secreto, en silencio; hay que decirlo, si no; no tiene gracia…
¿Qué es lo correcto entonces, si es con el escándalo que se acaricia la popularidad?
¿Quién no busca arroparse en sábanas de vanidad ante tanto frío de anonimato?