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Por
qué hay mujeres que tienen a dos hombres. Por qué hay hombres que tienen a dos
mujeres, Bart. No sé, supongo que nos hemos vuelto desleales, te gustó el
artículo. Es interesante, pero por qué lo preguntas. Mira, se me ocurrió que si
fuera escritor, me gustaría empezar la historia partiendo de esa pregunta. Pero
deberías usar las dos, recuerda que no sabes quién podría leerte. Si pero
pienso que un escrito, como manifestación artística, es el intento de enviar un
mensaje a los ojos del mundo. Pero tú no escoges el mundo que te va a leer.
Cierto, recuerdo cuando tocaba batería, lo veía como un arte, pensaba que la
forma de tocarla revelaba mis sentires, la rabia que callo, la tristeza que
ahogo en el granadero, un golpe al platillo para resaltar más o menos como los
signos de exclamación… sin embargo, si escribiera un libro, prescindiera de
ellos. De los platillos. No Denise, de los signos de exclamación. Y para
preguntar cómo harías. Trataría de que fuera obvio, creo que a veces la
exaltación debería ponerla el lector. Y en la batería cómo es. La batería forma
el ritmo de la canción, es distinto, los golpes son un lenguaje interno como
los solos de guitarra, por lo general la gente sólo percibe el ritmo y la rima,
como en la poesía lírica pues… pero eso es si fuera escritor, ni siquiera
baterista soy ahora. Uno nunca deja de ser su pasión Bartolo, pero sí, desde
que te conozco no te oído hablar ni de platillos ni de lenguajes internos sin
signos de exclamación. Serías buena escritora, has dado a entender algo
interesante. Lo crees. Si, fíjate, el lenguaje interno no tiene signos de
exclamación, pero es por el silencio, porque el sentir fluye en el ser y el ser
no quiere verse expuesto. Bueno, digamos que tus artículos me dejan algo, y sí,
imaginemos que somos escritores… Mejor aún, imaginemos que somos los personajes
de una historia que se está escribiendo. Me gusta, digamos que estamos en el
medio, en un paréntesis en el que queremos hablar con el lector… Nos hemos
rebelado al orden en que nos pone el autor. Sí, nos hemos escapado un momento
de su historia, del tiempo en el que deberíamos estar para que la secuencia se
entienda. Exacto, esto una queja al escritor. Está bien, empiezo yo Bart,
empiezo con tu comienzo: usted que nos está leyendo, por qué cree que una mujer
tiene a dos hombres o un hombre dos mujeres; es de las persona que piensa que
el amor, como el arte, se ha visto banalizado por la moda, o es de esas
personas que tontamente piensan que lo que no me da uno me lo da el otro... Mi
turno Denise. Dale. Usted que nos lee, piensa que en la variedad está el gusto,
le pregunto; siente que dos cuerpos alimentan su ego y por ende le proporcionan
poder y, claro está, al acariciar ese poder siente más intensamente su placer…
conteste. Ese es el error Bart, no nos pueden contestar, pero si podemos
colocar varias respuestas… una vez me dejaste algo del amo y el esclavo de uno
de esos señores sabios que tú lees. Se llama Hegel. Si bueno, sigo: usted
quizás incurre en ese experimentar porque, digamos, quería que se le sometieran
a su voluntad y, como lo logró, entonces vino una molestia interna porque ya no
hay la lucha: ya no reconoce en su amante a su oponente, ya está por encima de
él y no es digno de nuevas batallas, entonces, debe asumir otros retos, alguien
nuevo, alguien que le acaricie la moral para que se eleve… pues no son los
dioses los que están más allá de la moral… usted internamente lo cree, como el
que consume drogas para emular sublevación, o como el cierra una calle y se autoproclama
luchador social, así, así precisamente, usted necesita seguir luchando y ahora,
contra la moral, se busca alguien que le hable sucio si le hablaban bonito, o
que le hablen bonito si le hablaban sucio… se busca a alguien con la facultad
de chantajearlo (a usted) para producir adrenalina constantemente, luego va a
donde su pareja, al hogar donde lo esperan, llega llena con la saliva de su
amante y dice: me voy a bañar, y en el baño se toca, se acuerda y se olvida, después
se pone su ropa de dormir y le pregunta a su pareja, ya en la cama: tú me
quieres… Denise, eso es sólo el lado del amo, recuerda que está el lado del
esclavo. Bart, el esclavo no es el que tiene dos amantes. Te equivocas Corazón,
hay gente cuya paz interior los eleva y si no se buscan a otra persona es
porque a lo mejor no la necesitan, y puede que una persona así también sea amo,
porque la grandeza no sólo yace en un cuerpo nuevo. Viéndolo así Bart, el
esclavo entonces podría ser el de los dos amantes. Cambiémosle la cosa a quien
nos lee mejor, lo anterior fue como un desahogo tuyo Denise, dejémosle al
lector mejor una reflexión: si ha de buscar grandeza, búsquese primero una pasión,
y si ya la tiene, haga de la misma un centro, así no tiene que ansiar ser amo y
con seguridad nunca se sentirá esclavo, recuerde, los signos de exclamación
están a la vista, pero el sentir fluye internamente en usted… Yo le agregaría
Bartolo: procure que su pasión no estribe en otro ser, porque ese otro ser
también tendrá sus pasiones y en dichas pasiones, puede que no esté usted…
Escribí unos cuantos pensares pensados a través de diez personajes, lo llamé Per se. Lo llamé así por su significado, o más bien por su uso (en sí) El texto completo está disponible en el siguiente enlace:
http://www.bubok.es/libros/234178/Per_Se
Si gustan, pueden acceder a él de forma gratuita aquí:
https://docs.google.com/file/d/0BwcyukbxfDSZazZvLU55YklGQVE
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