lunes, 23 de mayo de 2011

Un adiós al adiós que no es un Hola…




Se nos desmenuzan los destinos cruzados por desandar andando y encontrar sin buscar; 
por curiosidad, 
por preocupación; 
por hastío, 
o tal vez por tu falta de amor…

Nos despertamos separados desde la misma cama. 
Nos otorgamos el frío con la misma cobija…

Se nos cambia el lenguaje, sus caricias y sus verbos. 
Se nos cambian los nombres en los deseos…

Por buscar sin encontrar, 
por andar desandando; 
se nos cruzan los destinos desmenuzados…


martes, 10 de mayo de 2011

200



Esa mirada, 
esa mirada tuya y tan tuya; 
tan llena de esperanza, 
esperanza que abuena: 
como la hostia cuando al cuerpo regresa, 
como las sonrisas que nacen en la soledad…

Esos ojos, 
esos ojos míos y tan tuyos; 
tan llenos de gotas 
para la alegría: 
como las que sobre manzanas descansan…

Este placer, 
este placer tan nuestro: 
como tus labios formándome un beso, 
como tus manos dibujando mi cuerpo…

Tu voz, 
sí; tu voz. 
Tan mía, 
tan nuestra: 
como la percusión que implora y la melodía que emociona, 
como tu aliento cuando acalora mi ser al susurro, 
como la sabana; 
como ésta sábana. 
Como la paz del Sol en la cálida mañana…

lunes, 9 de mayo de 2011

Teatro de Adentros…



Nos hemos reunido para discutir los espacios que compartimos en este escenario. Felicidad y Yo necesitamos público, necesitamos ser notados para que la obra de la vida tome un lugar en el festival de la sociedad. Tristeza, por el contrario, es la única que puede declamar su guión detrás de puertas cerradas; sin audiencia, sin planes de ver su nombre en alguna programación. No necesita máscaras de sonrisas ni miradas que le sostengan las lágrimas; ella goza del privilegio de la clandestinidad sin caer en ilegalidades. Nadie pregunta dónde está o hacia dónde se dirige, ni siquiera si verdaderamente se dirige o es dirigida; es la más auténtica, la que no necesita recursos de actuación, es libre; sola, a diferencia de nosotros.
Cuando nos escondemos para ensayar nos buscan, nos espían; a Ella, cuando la ven, casi nadie se le acerca. A veces nos toca aceptar en silencio que la envidiamos; ya que no por estar todos en este Teatro, en esta persona que nos usa en mente y acciones; nos logramos exhibir bien todos juntos. Yo ni siquiera sé qué articulo va conmigo; Felicidad y Tristeza se adornan con “La;” a mí tal vez me tendrían que pensar en inglés para vestir un “The…”


¡Ah! Otra muestra para la gente; ¡Felicidad, acompáñame; deja a Tristeza trabajar tranquila!


jueves, 5 de mayo de 2011

Profecías…


Finalmente, después de pensarlo tanto; aquí estamos: haciendo cumplimiento de esa profecía pirata y de transporte público que nos traen las voces de la brisa y del tráfico. Esa profecía que decía que dos personas, cuando querían elegir morir, podían hacerlo al mismo tiempo; y siempre que se use la misma arma, la otra vida los recibiría juntos; en ese más allá que les estaría esperando con  la fortuna y la abundancia, con  la suerte y el éxito. Alguna vez leí que los esclavos de las islas del Caribe acostumbraban suicidarse para renacer en su tierra natal…

Está bien. Pero no tenemos testimonio de alguien que haya estado acá y nos hable desde allá.

Es del más allá, no sólo de allá.

El punto es que no lo sabemos.

Nadie lo sabe porque el ritual en cuestión es para aquellos  que eligen morir, no para los que mueren queriendo vivir.

¿Esos a dónde van?


Esa es otra profecía…



Bueno: ¿Quién muere primero?