lunes, 14 de julio de 2014

Bartolo



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“La función del cerebro, el sistema nervioso y los órganos sensoriales es principalmente eliminativa, no productiva. Cada persona, en cada momento, es capaz de recordar cuánto le ha sucedido y de percibir cuánto está sucediendo en cualquier parte del universo. La función del cerebro y del sistema nervioso es protegernos, impedir que quedemos abrumados y confundidos, por esta masa de conocimiento en gran parte inútiles y sin importancia, dejando fuera la mayor parte de lo que de otro modo percibiríamos o recordaríamos en cualquier momento y admitiendo únicamente la muy reducida y especial selección que tiene probabilidades de sernos prácticamente útil…” Fran, quién dijo eso. No sé Iris, alguien. Tienes idea Gisela. No, pero bueno, sigamos en lo nuestro... estamos por entender que el concepto que nos formulamos a partir de la contemplación de algo, viene limitado por los recursos preconcebidos de  nuestro ego y nuestro juicio. Algo así Gisela, pero Fran, hay que tomar en cuenta que el ego y el juicio son a su vez limitados por nuestros sentidos. Sí Iris, una simbiosis: limitamos, digamos, moralmente, a partir de lo biológico; de la misma forma en que limitamos, digamos, biológicamente, a partir de lo moral; por ahí va la cosa muchachas… Hablaste con Amanda, será que nos podremos ir a vivir con ella. Sí, ya está listo, pagamos a mi nombre y compartimos el apartamento. Gracias Iris. Qué es ella tuyo. Nada, Amanda sale con Henry. Y ése es el mismo que sale con Elsa cierto. Sí Francisco. Bueno, los hay con estrellas y los hay estrellados. Y los hay con ganas de estrellarse, pero ni que se las pinten en la pared del cuarto… Yo pinté notas musicales Gisela, como tú seguramente habrás pegado algún galancito de telenovela. Tonto…


Bartolo, nombre de tonto, conoció a Denise en el trabajo. Como la mayoría Juan, el amor y las obligaciones suelen yacer en los jardines de la misma plaza. Tú si eres ridículo Henry. Claro Juancho; mira, uno si no sale con la compañera de clase tiene entonces un jujú con la vecina, y si no es con la vecina, entonces la vecina te presenta a una prima, que hizo el mismo curso que tú hiciste y que por casualidad pasó por tu oficina, porque pegaron un anuncio de solicitud de pasantes en la misma universidad donde estudiamos, y así, una tal Amanda cuadra con un tal Henry: así van las cosas… mira, eso es en las películas: que si el tren, que si el aeropuerto, que si el café donde se confundieron las órdenes e hicieron que los futuros amantes compartieran la mesa: cosas por el estilo Juan. Bueh, será. Y qué pasa con el Bartolo, te gusta la tal Denise. Le gusta a todo el mundo, pero más a César, el hombre de los versos. Como tu hermano. No, tú eres un charlatán de la palabra, tú ni siquiera leíste el libro del tal Huxley, es más, estoy seguro que ese fragmento que le diste a Amanda se lo diste al azar, capaz que para caerle bien a la muchacha que vive con ella. Por cierto, hablando de Amanda: me dijo que Iris se lleva a dos de sus compañeros a vivir con ellas; un chamo y una chama, se llama Gisela. El Chamo. No estúpido, la chama…




Escribí unos cuantos pensares pensados a través de diez personajes, lo llamé Per se. Lo llamé así por su significado, o más bien por su uso (en sí) El texto completo está disponible en el siguiente enlace:
Si gustan, pueden acceder a él de forma gratuita aquí:  
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