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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cólico…


Por qué nos agradará, por qué lo seguiremos albergando. Las pequeñas molestias se suman y no se sanan. Los malestares cuando no se desplazan se reciclan y empezamos, una, dos y tantas veces; vasos que ya no se desbordan porque no se llenan y vacíos que se desconocen porque no se acaban. Luego pensamos y nos creemos tontos, pero no se trata de tonterías, el pesar chiquito no acongoja y por lo general, siempre suele haber un malestar presente por el cual hay que preocuparse, constantemente; y entonces la vida nos la descontamos a sorbos a gritos y jalones; así le protestamos al cuerpo para llegarle al alma. Rezamos a una deidad Moda que nos otorga nuevas infelicidades por las que hay dejar el fruto del trabajo (el propio y el de otros) Nos ocupamos persiguiéndonos; creyendo alcanzar círculos, el tiempo sigue su marcha y las pequeñas molestias crecen, pero ya no las reconocemos y entonces reclamamos estupideces. Se lamen los lemas y se importa la sapiencia; pensamos, para creer creyendo al argumento como una buena idea… Idealizamos, para decepcionarnos con los resultados, para hacernos adictos u obsesionados; obstinados quizás para discutir y apasionarnos en un problema que no conocemos bien pero lo vemos mal. Es posible que el amor se trate de eso, de dejar pasar pequeñas molestias, para luego no entendernos y así mejor excusarnos, como cuando vamos al baño: nos sentamos buscando luego sentirnos mejor…


lunes, 8 de abril de 2013

Con placer…





Dos personas se encontraron perdidas pues en la tregua consiguieron la batalla de la guerra que no querían y las incluía. Empezaron a pensar, aprovecharon para moverse en las pausas; se daban tiempo y se respondían…  cuándo se sabe que el gasto no es una inversión – se preguntaban – si de momento todo urge como las ganas. Es después del uso que el desuso es constante. Siempre queremos estrenar pero, para qué exactamente. Cómo es que lo nuevo es necesario. Complicado. Complejo. Cómplice. Complaciente. Complementario. No sabemos saberlo pero sí necesitarlo. Alguien dice qué y sus cuándos con los cómos adónde y a quiénes; nosotros anhelamos ser los quiénes y pagamos el cómo donde y cuando nos den el qué y querernos cumplidos por habernos satisfecho. Luego se repite el ciclo con un qué nuevo seguramente del mismo Alguien…

jueves, 14 de febrero de 2013

Gritos versos para hablar en silencio...




Un momento se desborda en la desesperación de la calma. Una pregunta nace, sin morirse en su respuesta; no se convence al perder cada batalla que se libra en un silencio escéptico: hablamos para eludirnos y distraernos en los deberes de la noche, durante cada día; como siempre. Casi nunca nos reponemos de tanto posponernos. La pausa en constante movimiento: aquí, allá. Conversemos. Hoy es ahora, hora de responder; pregunta tú primero, yo quiero callar después…




Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.
Paulo Coelho

lunes, 11 de febrero de 2013

Primer plano…



El espejo se vende bien aunque mal se le vean los misterios que trae consigo. ¿Es el retrato un momento frente al espejo? Ya no se pintan como antes pero se albergan más que nunca. La mirada, tu mirada, ¿qué quieres decirnos cuando eres quien captura y quien exhibe tus propios gestos? ¿Eres un disfraz? No sé si sabes que te leo; te leemos, yo también tengo miradas detrás de unas cuantas máscaras; pero no has sabido con cuál te contemplo. Has dicho mucho, has hecho más de lo menos que esperabas. Te encontré en la sonrisa, pero no porque estés alegre; te vi la soledad pero no porque te falte compañía. Serás arte y estoy por besarte, recuerda los ojos de a quien le das el instante…

martes, 4 de diciembre de 2012

En el amor se leen muchas palabras




El fuego del amor y el fuego de la cólera arden bajo el nombre de todas las virtudes” Friedrich Nietzsche (Así hablaba Zaratustra)


En el amor se leen muchas palabras; y basta sumarle un adjetivo para que se desplace lo que estaba. Es difícil ponerle ápices: es abstracto y concreto – dogmático – y libre de ser interpretado. Amor Propio, que casi nunca se lleva con Amor al Prójimo; ni con la ayuda, la caridad, ni con las cuerdas de la cordura; no, nada se ata cuando el acto a consumarse es un acto por amor. El respeto es una liebre que propios y prójimos quieren cazar – pero ese es el problema – cuando la tienen no se la comen, no la devoran, ni siquiera la conservan para domarla; por eso siempre se les suelta. Cuando se ama demasiado demasiado poco se respeta. – Ah sí – los pactos: nacen de los amores que viven en cada uno; la tregua de poder decirse mi amor propio y mi amor al prójimo. Una dualidad muy dura, por contrapuesta, pero con el tiempo – y los errores – se acostumbran a tolerarse y cederse en el mismo ser. Los amores no se explican; están – sea uno o el otro – Se leen muchas palabras en el gesto de amor…


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hablábamos de ludopatía…


Me contó un amigo que hubo una época en que las notarías se trasladaban a los casinos, cosa de que, en favor de seguir jugando, se tenga algo extra con qué endeudarse y algo concreto con lo cual cobrar. Malo, por supuesto, a su criterio; cruel, según el tono que empleaba. Hoy en día por estos lugares del mundo ya, al parecer, las notarías no pueden hacer tal cosa, de hecho se están cerrando algunos casinos, esto último, es de suponer una medida en contra del vicio de apostar…

¿Sabrá el insecto que lo consideran plaga? Es posible que Kafka haya querido hacernos ver cómo se siente el insecto plaga, o quizás, quiso explicarnos que de alguna forma todos somos insectos y podemos ser plaga, sólo que no tenemos cómo saberlo. Es confuso…

El plan para atacar a la plaga es la fumigación, el de la ludopatía, el cierre de lugares para apostar; ¿el de la marginalidad, cuál es? Se habla de educación, de proyectos sociales, sin duda esto parece evocar una negociación, un pacto: ¿por qué no se pacta con las plagas? ¿Por qué no entienden, no razonan?

¿Cuándo se sabe insecto, sea para ser fumigado o educado? Quien cree que no puede serlo, afirma, opina, pero verdaderamente no sabe, no ve cómo lo ven…

Entonces: me educo entendiendo que ahí está la notaría lista para aceptar mis bienes en prenda y seguir jugando. Me educo para saber cuándo me están viendo plaga; o quizás me educo para poder aceptar lo que se me proponga…


¡Maleducado!
Pero eso se lo achacan a los modales…


viernes, 24 de agosto de 2012

TragiCómico



Heme aquí: sentipensante y ambivalente; con soledades fugaces donde el tiempo se mide en recuerdos. ¿Cuántos momentos dura buscar en el olvido? Un olor de café colándose, el sonido del envoltorio de un caramelo desnudándose para una boca. ¿Cuánto hace que no eres el caramelo de alguien? La lluvia y el cambio de planes, el trago sin ocasión forzado por gusto y por el gesto. El brindis que nada ha de brindar: salud por lo enfermizo. Palabrerías ida y vuelta. El silencio como albergue de frustraciones presuntas; presentes en todos: sonrisas para dispersar…



jueves, 26 de julio de 2012

Sinsentido terapéutico…



Suelo pagarle al terapeuta para que me ilumine con mentiras nuevas. Hoy me decía, decía; la verdad. Discutíamos sobre lo bueno que no está bien y sobre lo malo; por qué peor pudiera ser. El discernimiento, dijo, está condicionado por pasiones, y las pasiones, por razones; éstas, las últimas, son impuestas por condiciones: así creemos terminar lo que no sabemos dónde empieza. ¿Quién impone las condiciones? El clamor, por colectivo y por popular, este endulza a las ganas para las tortas que nos ponen; bien sea con cifras no concisas o con argumentos de mentira. Es un tema de esperanzas secas, como el papel mojado, que igual poco queda. Se consumen las críticas por repetidas y por estar en venta: hay que ocupar la mente en lo que los demás quieran; por eso caemos en hablar de lo mismo, como lo mismo nos vemos con cada ropa nueva. Yo veo que te gusta la moda, como a mi; y a todos, pero no está de más darse cuenta; no es tan malo saber que pagas mucho por lo que vale poco, y ni siquiera poco; tú no sabes cuánto cuesta: tú eres público, como todos los perfiles restringidos. Nos ilusionan y por eso pagamos, pero hay paganos que no rinden cuentas, claro; por eso esos no cuentan. ¿Tú sí cuentas? Depende de cómo seguimos la cadena. Yo sólo quiero ver caderas. Esa ha de ser tu condena. ¿Cuál? Seguir, más no alcanzar. Pero me puedo alzar. Ni que fueras precio, ni que fueras preso; yo aprecio el contexto, pero ya es hora de terminar…


miércoles, 18 de julio de 2012

Poderes extraños…



No hay que menospreciar a las malaventuranzas, no se trata del caer para levantarse, ni del tocar fondo para ir arriba, es otra cosa; tópico al fin, un concurso de reacciones para recordar y olvidar. Elegimos con “ge” y yo elijo con “jota.”

Encuentro la pérdida de algunas preciadas cosas, producto del hurto y del descuido; una vez más se me enseña a no confiar, la desconfianza es una molestia que busca tranquilidad. La ayuda, nada nuevo, nunca viene de quien se espera bien. Lo que me llama la atención, y motiva estas ganas de escribir, es la reacción; lo que se puede llegar a decir cuando sólo importa imponerte.

Quien juega al jefe se molesta por el inconveniente que podría producirse en el trabajo, no por la desventura de quien se toma en serio el papel de empleado, ese no es el caso, porque de por medio hay salario; pero prefiero este ejemplo que está mucho más trillado.

Por qué suele ser conferido el poder de aceptar decepciones, por qué hay  que escuchar a alguien especial especializarse en defraudar. La realidad otorga poderes extraños, como aceptar y desconfiar…


lunes, 16 de julio de 2012

Homógrafo y homónimo…



Buscaba recuerdos y me provocaba los pensamientos. Significativo aquello del significante y significado, así como las convicciones ideales para las ideas sin convicción. Me preguntaba, si era casualidad del idioma; que Réplica evoque copia  y también protesta: es tan conveniente copiar las quejas como quejarse de las copias. ¡Hay que replicar y hay qué replicar! Es el juego del Toma, y del Dame, para promover réplicas por querer replicar. Algo como una connivencia de la lengua; para las ganas de hablar quizás…
  

lunes, 9 de julio de 2012

¿De qué se burlan?



El rostro en ocasiones, puede llegar a albergar la naturaleza de los instintos con simples gestos en la forma de mirar. Place mucho al espectador de quien habla lo que no sabe, el hecho de, por saber más que el mismo, creerse saber mucho más…


La típica presentación en un aula de clases; para la que no se estudia al exponer y para la que no se aprende al escuchar: para evitarle al profesor el fastidio de explicar. Suda el ponente, titubea, se tabica en todas las muletillas que conoce, mal pronuncia, lee; no entiende, lee de nuevo, se le enreda la lengua, camina a un lado; al otro, mira; busca con la mirada, busca apoyo; una sonrisa que calme, una mueca solidaria. El profesor, como parte de la audiencia, se entretiene con su móvil, interrumpe; pregunta lo que ya sabe y lo que sabe también que el expositor no sabe, un método pedagógico; sonríe, pero sin solidaridad. Llegan las caras restantes: el que ahora es que le falta, el que cree congraciarse por saber un par de cosas; ese, esa; esos que se encuentran con otros y con otros; se burlan, al parecer. ¿De qué se burlan?