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jueves, 21 de marzo de 2024

Operaciones básicas como preposiciones.

 



Tenemos este filtro de agua touchless que hace que el dedo se canse incluso mas que con uno común y corriente. Cosas de la modernidad. Modernidad que, en efecto, poco a poco nos ha ido mudando de lugares, lugares para el olvido, ese que se mantiene lleno de memoria, y que el teléfono ahora distorsiona, porque resulta que como se recuerda no fue, si no como se relata, y por quien es relatado, por cierto, y por las redes, con el teclado en inglés, y por supuesto: en spanglish universal. Este por no multiplica, lo sé, fueron muchos, como mucho somos ahora y por lo tanto cada vez menos especiales, mas generales, mas predecibles, entre nosotros, difícilmente entre ellos, para ellos seguimos siendo parte de lo mismo, y lo mismo vamos siendo.  Entre nos, por si acaso, menos somos, pero ya no más. Me encanta como te queda ese vestido verde. Las manos se me van solas. Solas son las acciones que no se conjugan, sin jugo por el azúcar, el edulcorante. El ayuno intermitente de fe; el alma y sus modas sin modales, que sea por la luz para culparla, pero ya es primavera. En mi país le decimos echar carro, y no lo pienso explicar. Me faltan las tildes y muchas cosas más. Tengo música, antes no la tenía, así que estamos en ventaja. Un melómano es mucho mas productivo escuchando lo que le gusta. Me quedo pensando en el vino, sin ir, sin haber llegado. Ya son mas de cuatro años. Salud de día, imaginario, touchless, como el filtro, con agua, durante la hora de receso… más o menos, entre y por

 

Saludos en letras

 

No he vuelto, pero a veces las ganas de escribir brotan.

 


martes, 28 de agosto de 2012

De importancia, de importación…



Suelen verse los pliegues del tiempo. Digamos que, el paredón de la vida alberga grietas para las hormigas. La gente comenta a voces y ecos, venían dos personas que se reían; yo les sonreía para que se pusieran serias, es una reacción normal cuando no eres parte de su alegría. Algo parecido pasa con las frases; con los pasos: se camina de rodillas teniendo buenos zapatos, te levantas porque no quieres una mano sino un cuerpo, ese cuerpo; esa voz que no te habla ni alguna mueca te regala. Para ti y para mí ya no hay nosotros: nos conjugamos en destiempos y en distintas personas. Yo sigo de rodillas y tú no has podido levantarte; no es así este arte. El silencio ya ha hecho mucho ruido, son profundas nuestras superficies y nos sabemos saberlo. Nadie sabe, nada sabe, urgen nuevos paladares cuando no hay culpa qué evocar. ¡Cómo nos importan soledades!




“La importancia es el respeto de los necios, el asombro de los niños, la envidia de los ricos y el desprecio del sabio…” Barnave

viernes, 24 de agosto de 2012

TragiCómico



Heme aquí: sentipensante y ambivalente; con soledades fugaces donde el tiempo se mide en recuerdos. ¿Cuántos momentos dura buscar en el olvido? Un olor de café colándose, el sonido del envoltorio de un caramelo desnudándose para una boca. ¿Cuánto hace que no eres el caramelo de alguien? La lluvia y el cambio de planes, el trago sin ocasión forzado por gusto y por el gesto. El brindis que nada ha de brindar: salud por lo enfermizo. Palabrerías ida y vuelta. El silencio como albergue de frustraciones presuntas; presentes en todos: sonrisas para dispersar…



lunes, 18 de junio de 2012

Destilo obseso y decantador



Brindas al olvido para instilar sabores del recuerdo. Sin instar se le insiste al presente y este no absuelve por creer sorberse; así nos embriagamos y lentificamos instancias. Vienen los mañanas, la tranquilidad inquietante, las ganas de escapársele al deber y terminar incumpliéndose para cumplir con el resto; ese que juzga por el valor empréstito. Tanto nos destilamos por obsesos…

miércoles, 30 de mayo de 2012

Suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo…



Si tan solo pudiera cambiarte no sólo el arte cambiaría, sino que nos haríamos al sernos y al vernos nos habríamos de realizar. Así pensaba el alma sin templo y así predicaba el viento los momentos. Quería saber del cosmos pero más supe del miedo. Quería pensar que podía provocarte. Te saludé y me contestaste, esta vez no quise imaginarte; tú no imaginas cuánto ha viajado tu nombre a ojos cerrados y corazón abierto: suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo. Puedo caminar y caminarme los sueños, al fin y al cabo no llevan rostros los gestos. Siempre pensé que tú eras las voces, pero también recordé lo tanto que pienso tus labios; cuánto lo imaginé, cuánto quise sentir de tus besos, cuánto quise deseos en tu piel: suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo…

martes, 29 de mayo de 2012

Inerte gerundio…



Pensando 
buscando 
desencontrando, 
perdiendo 
ganando 
para sí tanto. 
Un canto 
versando 
y paginando, 
un cuerpo 
olvidando 
y bien  recordando. 
Cuántos de cuándo 
no saben cuánto: 
pidiendo y rogando 
desestimando. 
Caminos mentando 
sigue alcanzando, 
pagando debiendo 
teniendo tanto…