jueves, 12 de enero de 2012

Somaré


Solíamos pelear tanto para poder sonreírnos los acuerdos. Todavía no olvido los pasajes del odio al sexo y de los gritos al silencio. Es extraño extrañar malos momentos, pero qué buenos resultaron siendo. Recuerdo esos muros del sentimiento al entendimiento, decíamos que la distancia era dada por el miento; por eso si queríamos sentir y entender, teníamos que dejar de mentirnos. No son tan malas las medias verdades cuando se dicen a los adentros, no por callar otorgamos; sino que era mejor para el reto ajarse con aquellos verbos; esos que podía llevarse el viento. Era mentir como recurso para descansar en la verdad que éramos…

Te preguntarás por qué todavía vengo: no por venganza, más bien por compartir los pensamientos. Me dejaste momentos que sabías que no íbamos a vivir, ahora hablo para dejarlos salir y ver cómo hago con ellos. Estamos en un tiempo crucial para el país pues nos han hecho creer que ordenamos. Yo lo creo. Al fin y al cabo la política puede ser como la industria del cine; los políticos, actores favoritos: los ves de buenos en una película y en la siguiente son malos, mueren en alguna escena y reaparecen bien vivos en la película nueva, hacen producciones millonarias para verse enemigos y después se estrena alguna historia para observarlos de amigos. Visto desde un televisor, un político también es actor, estrella incluso; se hace famoso más allá del territorio. Siempre nos fascinó el cine, lo amábamos, lo criticábamos; lo comparábamos con nuestra vida y nuestras vidas…


De vez en cuando despierto con esto y he venido a traértelo; a decirlo: nunca me explicaste cómo poner en marcha aquel plan del libro, cuando lo recuerdo no lo entiendo; “la gente sólo ha aprendido a comprender el hambre por la comida y es de las que menos se cubre en el mundo; así como el ingreso económico.” Yo sigo sin dar con la respuesta de tus pistas; “hay que enseñarle a la gente a identificar el hambre.” Repetías: “hay hambre de lectura pero no se sabe que se calma con libros, hay hambre de solidaridad pero creemos poder menguarla con individualismo, muchos mueren a falta de bondad pero con maldad tranquilizan el vacío.”Ni el cine, ni los políticos, ni la gente, ni tú; me han dado entendimiento, y no miento cuando lo digo; mucho menos ante estas flores blancas y esas dos fechas tuyas por lo que ya no somos…

martes, 10 de enero de 2012

jueves, 5 de enero de 2012

Cuerda locura…


Nadie soporta tanto entender de lo que no entiende: un dilema tentador para humedecer a tanta duda seca, una especie de relevo entre contradecir y contracallar y así brindarle beneficio al silencio; o quizás notar más la presencia de la ausencia de razón. Cambiamos constantemente el asombro por la sombra de quienes usurpan luz y nos la exhiben como muestras de sabiduría, para pagar y pretender y luego pretendernos…

¿Cuánto nos cuesta y cómo quedamos?

miércoles, 4 de enero de 2012

“Por” evocando “para”


Por vivir estoy reconstruyendo el presente, pero no a partir de la reflexión sino más bien de los recuerdos; esos que dejé pasar al hecho y ahora albergo en los pensamientos. No hablo de arrepentimientos, que los tengo como todos; sino que los pospuse olvidando los cambios del tiempo, que no  van con el calor ni el frio, sino con el color de los momentos por vivir…

Dejé para mañana lo que no quise hacer hoy y olvidé que cada hoy viene de un mañana. Ahora busco lugares para sacar olvidos del recuerdo, y de esta manera ofrecérselos al cuerpo…


martes, 3 de enero de 2012

Soberbia y paciencia…


 
La soberbia se quedó sin  soberbios, 
se tuvo que conformar con los acomplejados;
con su elocuencia  cubierta de insolencia:
todo para abrirse paso 
y construir los caminos que tanto necesitan,
que carecen de destino,
que no llegan a una cima;
donde nunca serán queridos,
pero habrán de ser tolerados.

Tolerados por los pacientes de la paciencia,
que por callados los creen sumisos:
callar es otra forma de protestar,
y el silencio puede ser aun más abrumador
que los coros de los gritos…