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viernes, 11 de mayo de 2012

quién quien siempre…




Siempre hay quien 
propone a quien dispone, 
el problema es cuando; 
quien dispone, 
impone sin proponer. 

Oponerse presupone, 
predispone; 
no impone para disponer: 
no siempre hay quién…




jueves, 10 de mayo de 2012

Querer entender para poder entender…




La gestión de algunos interesados, movidos por no sé qué objetivo, logra que la recuperación a medias de una plaza, tome lugar para embellecer fotos y reforzar algunas palabras difundidas. Hoy me topé; tocó toparme con una escena repetida: el comerciante informal huyendo del acoso de las autoridades con niño en brazo llorando y todo. Normalmente, para la conmoción, resulta claro precisar quién funge de víctima y quién de victimario; esto sabiendo que, el comerciante no ha debido estar ahí en primer lugar. Juzgo, es inevitable ¿pero por qué? Cómo se ha de juzgar lo que no se comprende; cómo se invita al discernimiento sin la amplitud necesaria. Por qué se toman posiciones ¿por comodidad? ¡Quién sabe! Opino. Pareciera que el no poder entender limita a las ganas de entenderlo, así es más fácil juzgar de valor pero sin valor alguno. Se forjan los criterios a partir de la opinión. Se establece la costumbre de comprender opinando; de lejos, y para los entendidos. No es sólo querer entender para poder entender; se necesita entender. ¿Opinamos?



jueves, 3 de mayo de 2012

Nos mantenemos…




Viendo versar las acciones que nadan en el delirio del silencio. Muchas páginas enumeradas para agruparse como las ideas, muchos verbos para predicar la intuición. Cónsonas discordias para sinfonías populares. La gente quiere celebrar. La Ocupación puede resultar ser vicio al que no se le compra pero sí se le paga. Una rutina a crédito sin créditos para descansar. Nos mantenemos…

Nos mantenemos en la espera, ocupados; desocupados para algunas preocupaciones: muy propio por apropiarnos. Fui a la tienda a comprarme algunas verdades, las mentiras pierden valor a causa de la ilusión. La gente celebra y se endeuda: hay que amanecer al despertar. No estaban dormidos quienes la dejaron pasar. Tiendas cerca a quién puede y cercas en las tiendas a quién cree. Para creer no hubo que pagar. Sigamos: seguimos al bostezo



lunes, 30 de abril de 2012

Por aquí por allá…




Cae la tarde bajo edades del Sol, se saludan y se despiden las sombras y los reflejos. Sonríe una luna por verse desde el día y el día todavía no ha sido de la noche. Se anuncian algunas estrellas, el cielo cambia sus azules; nos toca prender las luces. Manos sobre palabras para no perder ideas, para que el orden se mantenga: toca una pausa para asimilar. Planes de hoy para mañana y deseos del mañana para hoy. Se juegan los tiempos mientras se pasa la página: nacen ganas de subrayar. Una cicatriz para el libro: esa necesidad de no olvidar. Las personas también tienen líneas que unos tachan y otros remarcan: algunos cuerpos han sido releídos. El gusto es íntimo y silencioso cuando la música es la única invitada a las ganas de escuchar. Siguen las manos sobre el texto. Un reloj, una hora: volvemos inevitablemente a evocar. Yo por aquí y tú por allá, buscando palabras mismas en libros distintos. Se mueven los labios pero es sólo la música. Deseos de hoy para el ayer y planes del ayer para hoy. La cama, la calma; las palmas: el alma. Nos despedimos sin saludarnos: tú por aquí y yo por allá…


viernes, 27 de abril de 2012

Testigo




Sin fe confesaban al haberse visto caídos: corríamos y resbalamos por no saber frenar. Desconocidas las caras con tanto espejo roto, mucho gesto sin rostro y mucho rastro que nada gustaba. La molestia con el tiempo es indiferencia y así se empiezan a permitir prohibiciones. El vendedor salía de soslayo por el portal del enrejado, para su suerte, a medio cerrar. En un principio, la situación se agravaba, pero nadie tenía qué gravar. Los insultos, que con el ruido se suman a un ruido mayor, usualmente, no definieron reclamos. La sangre suele saber tomar su lugar para gritos y silencios. Llovía, todos los sabían. Cuando el cielo viste gris la gente debería vestir colorida; como aquella mujer de turquesa que llegó a aquel sitio sepia. Caen el vendedor de espejos y la pareja de la moto, todos vestidos de negro…



jueves, 26 de abril de 2012

Siempre nunca buenos, y malos nunca siempre…




Resulta interesante percibir cómo todos cuentan una historia de buenos y malos a conveniencia y no por convención. No se trata de descubrir descubiertos, mucho menos darse cuenta de un cuento más. Me refiero al albergue, a las posturas que se albergan. Como siempre: un tercero culpable para un primero que nunca es inocente…

Un amigo me decía que siempre hay un rico malo opresor para el siempre pobre y pobre siempre. Cada día una anécdota, un hecho que justifique porqués y carencias a causa de la abundancia ajena; por supuesto, mala. No hay forma que una buena carencia bien se vea. Yo por mi parte, albergo desastres, y como él, mi amigo; siempre tengo un cuento nunca bueno, malo también…

Víctimas para sumar y justicia que se le resta. Lo justo es digno cuando se trabaja para ello. Ambos nos acomodamos y nos justificamos en injusticias contrapuestas. No hay cabida para silogismos si la razón es un asunto de volumen. ¿Será que grito entonces, o mejor callo para pretender genialidad?




miércoles, 25 de abril de 2012

Palabras Ruido




Lo interesante del silencio es el ruido que genera: todos opinan, todos saben; nadie puede asegurarlo. No hay eco de la nada y nadie quiere callar. Todos esperan y especulan: saben todos, opinan todos. El silencio tiende a cesar y a veces sin cesarismo: nadie sabía; de eso todos estaban seguros…


viernes, 20 de abril de 2012

Nulidad y vicios…



En la ley y en la vida, lo absoluto y lo relativo tienen vicios de nulidad. Dogmático quizás, por lo que acepta y rechaza. Parece una cualidad que  el ruido insiste en silenciar. Se anuncian las réplicas sin originales y sin inquietudes aparentes: no hay necesidad a explicar. Unos creen lo que otros crean mientras se crea una nada creciente: una voz de texto que no se escribe o unas palabras mudas que tampoco se leen. Sólo tú sabes qué escondes cuando hablas y qué dices cuando callas. Tus valores son absolutos y tu vida un mundo de relativos…


jueves, 12 de abril de 2012

Podemos llevarnos…



Nace la comedia de la pena cuando la vida se quiere llevadera: algo así dicen algunas letras de algunos letrados, algo así entendí al intentarlo. Se amuecan las circunstancias para seguir andando, se calla cuando no se escucha para no desgastar al maltrato. El peso en el contexto no aumenta apalabrados ni las acciones en los verbos a sujetos predicados. Se camina hacia el cansancio y el sudor, cuando agota puede calmarlo. Vamos a fluirnos el trato, no tenemos que jurarnos pactos. Se busca por creer encontrarse, porque lo perdido fue primero encontrado. El absurdo es abstracto y no menos cierto por no enseriarlo. Llueve, si; ha llovido y no por llanto. Podemos llevarnos…


miércoles, 11 de abril de 2012

Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…



La luz es cómplice por brindar oscuridad y sombras y así concederle siluetas al sentimiento y a la espera. Nos desesperamos y nos sonreímos los cuerpos. Tocar es arte y me permito el tocarte. Los labios se cuentan historias de ojos cerrados. Esperamos a la pausa y el aliento se adelanta. Hace calor de sábanas. Una tienda se establece y el placer aparece. Nos confesamos al instinto para que hable el silencio. Un te amo con pasión para pasiones que amamos. Un presente dulce y un presente recurrente. Nos ocurrimos, como siempre lo hacemos; como siempre al hacerlo. Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…


martes, 10 de abril de 2012

Verde para seguir y rojo para parar



Un Ford, no lo había visto. Una muchacha que cruza y varios que la vemos pasar. Una parada que no se usa y un autobús a cargar. Una canción otra canción. Un hombre espera la luz para comerciar. Unas gotas, pero no parece lluvia. Una molestia en la nariz y un dedo disponible para ayudar a la respiración. Unas galletas, no las quiero. Nacen ganas pero no nacen baños. Un pesar de poco sentir, tal vez un recuerdo por el lugar. Un poco de humo, pero sin ganas de toser. Verde para seguir y rojo para parar. Dos niños cruzan, no quieren cruzar. Una muchacha pasa y otra muchacha mira. Es verde pero no debo avanzar. Un Renault conocido, un quiosco y dos quioscos. A la izquierda, luego a la derecha, a la izquierda de nuevo y rojo para parar. Un muchacho, una muchacha, un beso. Un recuerdo, una risa para el momento. Una llamada, un policía, verde; seguimos. Un mensaje de voz, un mensaje de texto. Te amo, sonrisas para el momento. Una hora, una hora sin tiempo, una distancia, un destino cierto. Amarillo, sigo o me detengo. Una corneta, un insulto. Subo volumen al estéreo. Un par de canciones un canto a los adentros. Tiempo. Un estacionamiento. Luces. Un puesto. Un ticket en la cartera y recuento del dinero. Unos pasos, un peso. Algo de nervios. Una muchacha espera. Apago el teléfono. Una coincidencia, una lección del momento. Te amo ahora es te odio y presente ahora es recuerdo…

lunes, 9 de abril de 2012

Cuentos muy propios de lo ajeno…



Muchos lo cuentan y pocos cuentan con ello. El cuento, el que parece anécdota pero en vidas ajenas, el que parece pasado pero no precisa fecha, el que parece chisme pero con una extraña certeza. Ese cuento nos lo están contando. Una vez lo conté, lo hice con esa sabiduría muy propia de la suposición. Algunos escuchaban atentos, algunos otros objetaron luego…

Es difícil para el presente robar pasado cuando de éste no se aprende. No es fácil contarnos el futuro como un futuro presente. La duda es un obsequio que se procuran algunos excéntricos y la certeza, la certeza es muy propia de algunos medios contrapuestos…

Me seguirán contando el cuento de la certeza, de la duda, de los tiempos. Cuentos muy propios de lo ajeno…

domingo, 8 de abril de 2012

Para venderse se venda y para comprarse se compara…



La voluntad, como el honor, para venderse se venda y para comprarse se compara; como el orgullo, como la moral. Así se ofrecen y se ofertan los intercambios de cambio y no muy cambiarios. Hay que exhibir, hay que contraponer; la importancia tiende a importarse, así es más didáctico seguir seguidos. Así podemos llegar a ser poseedores y no propietarios del pertenecer…





viernes, 30 de marzo de 2012

El silencio lo dice…



Mucho se luce el engaño cuando se viste en palabras ciertas. Tal es la excusa no excusable, como la de hoy, como todas esas otras. La mente miente y se contradice cuando ha de aceptar lo que no cree. Un silencio que ensordece a las ganas de entender…

Se prohíben libertades a la queja porque no dan más que para despotricar. Como siempre, al ser así; reinan los gritos y el torneo por alcanzar el volumen. Todo se distorsiona y extorsiona la razón; que de nadie es pero todos creen tenerla…

No sabe más quien grita ni grita más quien sabe; nadie miente mejor. El silencio lo dice cuando callamos y caemos, cuando mero vicio es creer…


jueves, 29 de marzo de 2012

Vasto gusto y cuándo y cuánto (el deseo y sus momentos)



El vasto beso y el verso sexo, el gusto y el susto con sus tratos a lazos. No pesan los pasos puestos cuando el camino es de piel y cuerpos. Más linda es la pasión cuando prescinde de linderos; cuando hay más cuándo que cuánto, como el aroma y sus memorias y el deseo y sus momentos…

viernes, 23 de marzo de 2012

Veinte años pensados en veinte minutos trillados…



Hay tragos que invocan momentos y evocan ganas, entre las tantas mencionables, las de hablar. Una amiga que estudió me decía mientras estudiaba, los tantos argumentos aprendidos para encontrar profundidad y banalidad en el ser de las personas. Yo la escuchaba, asentía como mueca social más común que la de la sonrisa, desentendía por no encontrarme cómo diferir…

Hoy, ya ausente de los tragos, recuerdo, –es parte de los veinte minutos- jugamos con los términos: banal como sinónimo de superficial y profundo; ya muy profundo y al fondo está. Como decía –digo, escribo- superficialmente profundo más profundamente superficial, lo escribo, lo digo. Somos se lee igual de ambos lados, las palabras de mar tan juiciosas también son palíndromos intencionales, son lo mismo, no existe diferencia, al menos yo no la encuentro. El fondo en la gente y en las cosas, viene dado por otros factores en los que el tiempo está implicado y a veces invitado. En el caso de la personalidad, podría llamarse a la experiencia, que se luce cuando se viste de tiempo.

Hace veinte años se usaba el cassette, el walkman, se usaba un lápiz para rebobinar a fin de no gastar las baterías. Tener dos VHS era una especie de excentricidad, como también lo podía ser comprar una cinta virgen para grabar algún video alquilado. Musicalmente la vanguardia la tenían las emisoras radiales regionales, los locutores eran tan famosos como un animador de la televisión. Luego llegó el cable, llegó el canal de videos, el de series, el de programas de farándula internacional y claro; el pornográfico. Ya estábamos más adelantados que la radio. Llegó el internet, el correo electrónico, Napster de pionero y todos sus secundarios. El servicio militar era obligatorio, cumplir la mayoría de edad era el inicio del riesgo; un pariente en las fuerzas armadas se convertía en un salvador: la ayuda para obtener ese carnet con el que se suponía la recluta no te iba a reclutar. La ley de vagos y maleantes, constitucional hasta metras. El miedo masculino de haber olvidado la cédula. Los cines independientes y no de franquicias ni cadenas. Todo está extinto, para bien y para mal, pero lo expuesto ya no es comprensible. Descargar es una palabra que olvidó sus anteriores significados. Quien llega a la mayoridad hoy en día, quien adquiere conocimientos teóricos sin práctica, te habla, más poco te dice, pues su profundidad, asumiendo que tal cosa exista, se basa en referencias y no en vivencias. Entonces al usar el somos, para lo banal y lo profundo en alguien, hay terminar usándolo en nadie, porque de profundidades y superficies sabe más el mar

Vale acotar, descargar no es el único término con amnesia. A la Historia no la voy ni a tocar; no estaba en los veinte minutos, yo también sufro de amnesia al recordar…

Saludos en letras

miércoles, 21 de marzo de 2012

Salud a tazas



De la ilusión y el pensar y del café y el recuerdo, el calor acaricia a los labios ya sea de sorbos o de besos. Los aromas suspiran nombre y momentos. El tiempo viene en el viento y el cuerpo evoca al sueño, por la hora de la brisa o lo que calla el silencio. Se sonríe, un poco; sólo un poco para vestir al rostro de nuevos anhelos; anhelos que nunca han sido viejos…




A copas se recuerda queriendo olvidar, 
a tazas también se brinda y se desea recordar…

lunes, 19 de marzo de 2012

Sin distingos pero pronunciable...



Sin distingos pero pronunciable: 
algo que lo niega todo 
y todo lo que acepta nada. 

Brotaban recuerdos a razón del insomnio;  
un cuerpo es también un templo 
en el que las caricias son ofrendas al deseo. 
Fríos y calores se llaman desde el viento, 
pero no se sabe si se pudo 
cuando se sabe que no pudo haber sido; 
el sueño y la realidad se mezclan, 
como la mayoría simple y la mayoría absoluta: 
absolutamente simple 
y simplemente absoluta. 
Sin distingos pero pronunciable: 
todo lo que niega algo 
y nada que lo acepte todo...

viernes, 16 de marzo de 2012

"Instrucciones para la reconstrucción de la personalidad"


Sentí la necesidad de compartir por esta vía un par de momentos de tan extraordinario texto: El Lobo Estepario, de Hermann Hesse…


[…]Voy a decirte hoy una cosa, algo que sé hace ya tiempo, y tú también lo sabes ya, pero quizá no te lo has dicho a ti mismo todavía. Ahora te digo lo que sé acerca de ti y de mí y de nuestra suerte. Tú, Harry, has sido un artista y un pensador, un hombre lleno de alegría y de fe, siempre tras la huella de lo grande y de lo eterno, nunca satisfecho con lo bonito y lo minúsculo. Pero cuanto más te ha despertado la vida y te ha conducido hacia ti mismo, más ha ido aumentando tu miseria y tanto más hondamente te has sumido hasta el cuello en pesares, temor y desesperanza, y todo lo que tú en otro tiempo has conocido, amado y venerado como hermoso y santo, toda tu antigua fe en los hombres y en nuestro alto destino, no ha podido ayudarte, ha perdido su valor y se ha hecho añicos. Tu fe ya no tenía aire para respirar. Y la asfixia es una muerte muy dura. ¿Es exacto Harry? ¿Es ésta tu suerte?
Yo asentía y asentía.
-Tú llevabas dentro de ti una imagen de la vida, estabas dispuesto a hechos, a sufrimientos y sacrificios, y entonces fuiste notando poco a poco que el mundo no exigía de ti hechos ningunos, ni sacrificios, ni nada de eso, que la vida no es una epopeya con figuras de héroes y cosas por el estilo, si no una buena habitación burguesa, en donde uno está perfectamente satisfecho con la comida y la bebida, con el café y la calceta, con el juego de tarot y la música de la radio. Y el que ama y lleva dentro de sí lo otro, lo heroico y bello, la veneración de los grandes poetas o la veneración de los santos, ése es un necio y un quijote. Bueno. ¡Y a mí me ha ocurrido exactamente lo mismo, amigo mío!
Yo era una muchacha de buenas disposiciones y destinada a vivir con arreglo a un elevado modelo, a tener para conmigo grandes exigencias, a cumplir dignos cometidos. Podía tomar sobre mí un gran papel, ser la mujer de un rey, la querida de un revolucionario, la hermana de un genio, la madre de un mártir. Y la vida no me ha permitido más que llegar a ser una cortesana de mediano buen gusto; ¡ya esto sólo se ha hecho bastante difícil! Así me ha sucedido. Estuve una temporada inconsolable, y durante mucho tiempo busqué en mí la culpa. La vida, pensé, ha de tener al fin razón siempre; y si la vida se burlaba de mis hermosos sueños, habrán sido necios mis sueños, decía yo, y no habrán tenido razón. Pero esta consideración no servía de nada absolutamente. Y como yo tenía buenos ojos, y buenos oídos y era además un tanto curiosa, me fijé con todo interés en la llamada vida, en mis vecinos y en mis amistades, medio centenar largo de personas y de destinos, y entonces vi, Harry, que mis sueños habían tenido razón, mil veces razón, lo mismo que los tuyos. Pero la vida, la realidad, no la tenía. Que una mujer de mi especie no tuviera otra opción que envejecer pobre y absurdamente junto a una máquina de escribir al servicio de un ganadineros, o casarse con uno de estos ganadineros por su posición, o si no, convertirse en una especie de meretriz, eso era tan poco justo como que un hombre como tú tenga, solitario, receloso y desesperado, que echar mano de la navaja de afeitar. En mí era la miseria quizá más material y moral; en ti, más espiritual; la senda era la misma. ¿Crees que no soy capaz de comprender tu terror ante el fox-trot, tu repugnancia hacia los bares y los locales de baile, tu resistencia contra la música de jazz y todas estas cosas? Demasiado bien lo comprendo, y lo mismo tu aversión a la política, tu tristeza por la palabrería y el irresponsable hacer que hacemos de los partidos y de la Prensa, tu desesperación por la guerra, por la pasada y por la venidera, por la manera cómo hoy se piensa, se lee, se construye, se hace música, se celebran fiestas, se promueve la cultura. Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de mas. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos […]

[…]La idea equivocada y funesta de que el hombre sea una unidad permanente, le es a usted conocida. También sabe que el hombre consta de una multitud de almas, de muchísimos yos. Descomponer en estas numerosas figuras la aparente unidad de la persona se tiene por locura, la ciencia ha inventado para ello el nombre de esquizofrenia. La ciencia tiene en esto razón en cuanto es natural que ninguna multiplicidad puede dominarse sin dirección, sin un cierto orden y agrupamiento. En cambio, no tiene razón en creer que sólo es posible un orden único, férreo y para toda la vida, de los muchos sub-yos. Este error de la ciencia trae no pocas consecuencias desagradables; su valor está exclusivamente en que los maestros y educadores puestos por el Estado ven su trabajo simplificado y se evitan el pensar y la experimentación.
Como consecuencia de aquel error pasan muchos hombres por «normales», y hasta por representar un gran valor social, que están irremisiblemente locos, y a la inversa, tienen a muchos por locos, que son genios. Nosotros completamos por eso la psicología defectuosa de la ciencia con el concepto de lo que llamamos arte reconstructivo. Al que ha experimentado la descomposición de su yo. Le enseñamos que los trozos pueden acoplarse siempre en el orden que se quiera, y que con ellos se logra una ilimitada diversidad del juego de la vida. Lo mismo que los poetas crean un drama con un puñado de figuras, así construimos nosotros con las figuras de nuestros yos separados constantemente grupos nuevos, con distintos juegos y perspectivas, con situaciones eternamente renovadas. ¡Vea usted! […]

Saludos en letras…