Cada día la veo, entaconada, perfumada; bella:
Ella. La mañana es ese ocaso invertido que en lugar de saludar, despide a la
noche para promover las rutinas. Paso, peso, piso, poso y puso; sus gestos y
mis pensamientos, el mundo que creo, de creer; no de crear: para hacerlo
posible me toca soñar, soñarlo, darle ganas intrusas y darles la bienvenida, al
fin y al cabo eso es un sueño al dormir, una especie de mezcla entre el deseo y
la memoria de los sentidos, es el receso de la mente que uno pone a trabajar.
Me quedo con los recuerdos no vividos, sentidos, sí, sentí dos, tres, y mil
veces esos besos, esas caricias, esa sensación de mirada; mis sueños no tienen
ojos, son para el despertar y sé que son los suyos. Te lo preguntarás quizás;
quiso y pudo, será usted o tú, yo prefiero hablar de Ella, usted se me aleja de
las letras. Un suspiro es una cápsula de aliento que se usa para ofrecer
nombres al viento, como toda cápsula, tiene sus efectos: evocar, pero no es
necesario, para eso viene una mañana, quisiera más bien un mañana: real y
realizado, puede ser crítico, y ha de ser criticado también tan mal. Son así el
soñar y el imaginar, a veces conviene, pero sin venir, en ocasiones conlleva y
ni trae, es; lo sé…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
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viernes, 17 de agosto de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
Tribales y hadas…
El bar abrió y abría el paso a los espectadores
ávidos de sonrisas falsas e impaciencia cierta. Las anfitrionas bailaban para
el dinero y la pena y a la moral de las vergüenzas. El tiempo profesaba,
enseñaba; dictaba verbos a los labios, a las piernas, a las caderas. Se
atendían los cuerpos mientras lamentaban las mentes. Los sueños se perdían
entre las copas y se dejaba el calor entre marcas de dedos y pintura de bocas
secas. La música de músicos, la música sin músicos: las letras que recuerdan y
las que no se deben recordar. La mayoría alegres, para eso pagaron y beben. Se
anuncia el primer baile…
Contaba la gitana, por vestida y no por
hablada, contaba y cantaba; con alegría, con agonía. El público la aclamaba, la
manoseaba: era ese derecho adquirido por tragos recién comprados. Su cuerpo era
arte y sus movimientos protestantes; se imponían la sensualidad y la rebeldía: siempre
sedienta de un reto para restos que no dan sed. La fantasía era el exceso de la realidad y a
su nombre los sorbos; por eso aplaudían. Ella se escapaba y lo disfrutaba; la
pena se disfruta aún más cuando se vive sin estrellas y cuando la luna se
dibuja en techos de tabernas. Se anuncia el segundo baile…
Máscaras venecianas para ocultar algún gesto.
Los pensamientos también bailaban y se salían de las siluetas; la noche es de las
sombras: si hubiera, si fuera; pero por
eso estoy aquí. La gitana detalló alguna lágrima que aun no se confesaba.
En los pies descalzos se inicia la admiración de una mujer que te lleva la
mirada a las alturas. ¡Salud, a sonreír!
Saludos a las amigas de Paradisea Tribal
viernes, 1 de junio de 2012
Ergo epistolar…
Una carta aguanta a pesar de lluvia, a pesar de
la calma; una carta aguantaba letras y confesiones. – Habernos complacido a vernos sin placer. A ver, ¡Nos fue plácido! –
No estuvo en los pensares, la tinta se escurrió para dejar leer otros casos –
cosas que no escribí: nos las decíamos –
Mucho quiso quien no pudo y quien pudo no tuvo que querer. Condonados por
condenados; un deber que no se cumple con obediencia – Nos contentamos, sin
romper la carta – Las palabras deben vivir para quien las lea, la tinta se ha
de volver a secar…
miércoles, 30 de mayo de 2012
Suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo…
Si tan solo pudiera cambiarte no sólo el arte
cambiaría, sino que nos haríamos al sernos y al vernos nos habríamos de
realizar. Así pensaba el alma sin templo y así predicaba el viento los momentos.
Quería saber del cosmos pero más supe del miedo. Quería pensar que podía
provocarte. Te saludé y me contestaste, esta vez no quise imaginarte; tú no
imaginas cuánto ha viajado tu nombre a ojos cerrados y corazón abierto: suele olvidarse
cómo aprender a usar este cuerpo. Puedo caminar y caminarme los sueños, al fin
y al cabo no llevan rostros los gestos. Siempre pensé que tú eras las voces,
pero también recordé lo tanto que pienso tus labios; cuánto lo imaginé, cuánto
quise sentir de tus besos, cuánto quise deseos en tu piel: suele olvidarse cómo
aprender a usar este cuerpo…
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jueves, 24 de mayo de 2012
Circunstancia
Nos sentamos para conversar y versando no lo
dijiste sino que hablando lo insinuaste; se expresaron tus labios, mirabas
mientras yo veía. Imaginaba, imaginabas. Hice un lienzo de tu cuerpo, hice un
pincel de mis labios, empezaba y comenzaba, comenzabas y empezabas; me
acariciabas; me dejaste el traje apropiado, sabía qué querías conocer y qué
querías dejarle al misterio. El silencio hablaba y el roce celebraba; vamos a
tomarnos de la circunstancia. Había fuerza, pero era suave, había nervios pero
no se aseguraban. Fuimos del Ser y del Estar, del instante; del contexto.
Seguimos conversando, yo versaba en mi ficción y tu palabreabas la realidad. Si Usted quiere puede dar un precio. Yo
quiero el aprecio que no puedes dar. Me
llama cuando tenga una mejor propuesta. En llamas tengo el alma puesta. Hasta luego. Luego hasta que alguna vez…
lunes, 30 de abril de 2012
Por aquí por allá…
Cae la tarde bajo edades del Sol, se saludan y
se despiden las sombras y los reflejos. Sonríe una luna por verse desde el día
y el día todavía no ha sido de la noche. Se anuncian algunas estrellas, el
cielo cambia sus azules; nos toca prender las luces. Manos sobre palabras para
no perder ideas, para que el orden se mantenga: toca una pausa para asimilar.
Planes de hoy para mañana y deseos del mañana para hoy. Se juegan los tiempos
mientras se pasa la página: nacen ganas de subrayar. Una cicatriz para el
libro: esa necesidad de no olvidar. Las personas también tienen líneas que unos
tachan y otros remarcan: algunos cuerpos han sido releídos. El gusto es íntimo y silencioso cuando la música es la
única invitada a las ganas de escuchar. Siguen las manos sobre el texto. Un reloj,
una hora: volvemos inevitablemente a evocar. Yo por aquí y tú por allá,
buscando palabras mismas en libros distintos. Se mueven los labios pero es sólo
la música. Deseos de hoy para el ayer y planes del ayer para hoy. La cama, la
calma; las palmas: el alma. Nos despedimos sin saludarnos: tú por aquí y yo por
allá…
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miércoles, 11 de abril de 2012
Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…
La luz es cómplice por brindar oscuridad y sombras y así concederle siluetas al sentimiento y a la espera. Nos desesperamos y nos sonreímos los cuerpos. Tocar es arte y me permito el tocarte. Los labios se cuentan historias de ojos cerrados. Esperamos a la pausa y el aliento se adelanta. Hace calor de sábanas. Una tienda se establece y el placer aparece. Nos confesamos al instinto para que hable el silencio. Un te amo con pasión para pasiones que amamos. Un presente dulce y un presente recurrente. Nos ocurrimos, como siempre lo hacemos; como siempre al hacerlo. Hay realidades qué llevarle a los sueños. Mañana amanecemos de nuevo…
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miércoles, 7 de marzo de 2012
Hoy nos cumplimos…
No se ha perdido la costumbre de conectarse con las anécdotas que el honor alberga en sus memorias, siempre es posible llevarse una servilleta, un portavaso, quizás el ticket de entrada; o sencillamente el sabor de los pasos que han andado por los recorridos. Hay palabras que sólo son nombradas cuando la rutina queda atrapada fuera del alma libre, ansiosa; curiosa, ávida de momentos por vivir y aromas por sentir. Una nueva aventura está por comenzar cuando un texto ha de publicarse, ya sea para quien lo lea o para quien lo escriba. Es así como el alegre recuerdo recuerda; así como yo recuerdo los besos de tus labios y los que mis labios te prometen. Hoy nos cumplimos…
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jueves, 9 de febrero de 2012
En tus propias palabras…
Cambiábamos las horas pero no sé qué pasaba, siempre terminábamos con los relojes sincronizados. Sólo el Sol se niega a ceder su despedida a la espera, al parecer sólo el Sol decide lo pronto y lo tardío de los días. Tú ponías las palabras al texto y yo encontraba contexto en mis sentimientos. Te acariciabas, lo sabía; así como sabías que suspiraba por cada beso que hiciste entrever. Estabas segura que iba a leerte a esa hora, y eso que volvimos a movernos el tiempo. Tú plasmabas momentos por vivir y yo clamaba tiempo para vivirlos. Así nos hicimos letras y lecturas, así empezaste a leerme en tus propias palabras…
Las palabras escritas también esconden algo al otro lado; tal vez una voz que las pronuncie o un suspiro que recuerde, tal vez este sentir que reflejas, tal vez sólo el reflejo de nuestras pretensiones. Una forma de comunicarnos el sentir y un sentir por el que nos hacemos silencio: de momentos a letras y deseos a tiempos…
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jueves, 12 de enero de 2012
Somaré
Solíamos pelear tanto para poder sonreírnos los acuerdos. Todavía no olvido los pasajes del odio al sexo y de los gritos al silencio. Es extraño extrañar malos momentos, pero qué buenos resultaron siendo. Recuerdo esos muros del sentimiento al entendimiento, decíamos que la distancia era dada por el miento; por eso si queríamos sentir y entender, teníamos que dejar de mentirnos. No son tan malas las medias verdades cuando se dicen a los adentros, no por callar otorgamos; sino que era mejor para el reto ajarse con aquellos verbos; esos que podía llevarse el viento. Era mentir como recurso para descansar en la verdad que éramos…
Te preguntarás por qué todavía vengo: no por venganza, más bien por compartir los pensamientos. Me dejaste momentos que sabías que no íbamos a vivir, ahora hablo para dejarlos salir y ver cómo hago con ellos. Estamos en un tiempo crucial para el país pues nos han hecho creer que ordenamos. Yo lo creo. Al fin y al cabo la política puede ser como la industria del cine; los políticos, actores favoritos: los ves de buenos en una película y en la siguiente son malos, mueren en alguna escena y reaparecen bien vivos en la película nueva, hacen producciones millonarias para verse enemigos y después se estrena alguna historia para observarlos de amigos. Visto desde un televisor, un político también es actor, estrella incluso; se hace famoso más allá del territorio. Siempre nos fascinó el cine, lo amábamos, lo criticábamos; lo comparábamos con nuestra vida y nuestras vidas…
De vez en cuando despierto con esto y he venido a traértelo; a decirlo: nunca me explicaste cómo poner en marcha aquel plan del libro, cuando lo recuerdo no lo entiendo; “la gente sólo ha aprendido a comprender el hambre por la comida y es de las que menos se cubre en el mundo; así como el ingreso económico.” Yo sigo sin dar con la respuesta de tus pistas; “hay que enseñarle a la gente a identificar el hambre.” Repetías: “hay hambre de lectura pero no se sabe que se calma con libros, hay hambre de solidaridad pero creemos poder menguarla con individualismo, muchos mueren a falta de bondad pero con maldad tranquilizan el vacío.”Ni el cine, ni los políticos, ni la gente, ni tú; me han dado entendimiento, y no miento cuando lo digo; mucho menos ante estas flores blancas y esas dos fechas tuyas por lo que ya no somos…
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