martes, 30 de noviembre de 2010

Medios a medias


Dos copas cuyo tinto que yace
resta por otro saborear,
una ventana, y un par de dedos por cerrar.

Vela sin pareja,
para luz y sombra a medias;
nuestros labios atentos: sin cerrar por completo.

Un cuerpo de hombre
y otro de Venus;
protagonistas de este cuento momento.

Trapos a medias,
para el inicio del evento.

Medianoche y medio suspirar;
medios a medias
y un amar total…

lunes, 29 de noviembre de 2010

Delirio de fin de mes (casi)


En alguna oportunidad he declarado que los delirios también son coleccionables, por lo que he venido con dedos sobre teclas y pensamientos errantes a plasmar uno nuevo…


Se dice que la Economía, entre tantos sabios conceptos, es el arte de administrar recursos escasos, por lo que supongo que también podría hacer de estos escasos recursos, prescindir del adjetivo; a fin de jugar a ese vaivén de los días y los usos que le titulan demanda y oferta…


Ignoro de forma extraordinaria cómo se corresponden, unas a otras, las palabras escritas en el párrafo anterior; yo sólo deliro, y  la cita viene es a los sueños…


Al compartir mis sueños me doy cuenta que algunos son muy parecidos a los de terceros soñadores; razón por la que plasmo este atrevimiento: muchos soñamos con tener el dinero que no tenemos y con la paz que no alcanzamos, en otras oportunidades soñamos con la ausencia de inseguridad para transitar libremente y a cualquier hora…


Ayer soñé que soñaba, y a lo que vengo es a lo siguiente:

No creo ser el único, ni el primero, pero se me ha ocurrido pensar que hay sueños que obedecen a cierta situación de demanda y oferta en la economía de nuestras aspiraciones: Soñar con el dinero se convierte en un eterno sueño que define muchas realidades; soñar con la paz se define en motivo para tantos actos violentos. Mucho se gasta en hacer realidad los sueños, o más bien seguirlos soñando; quizás, en soñarlos mejor. Pero siempre, en sueños…

Es un buen momento de hacer realidad a algunos y renovar otros…

viernes, 26 de noviembre de 2010

“Maldita humanidad” y “Murciélago”


La moda y los medios nos han dotado de muchísimas cosas que se han convertido en parte de lo que somos y nos gusta negar ser; una de ellas son las expresiones o consignas que nacen de la filosofía urbana y la popularidad del día a día…


Entre caninos se gruñen, se ladran, se huelen; y asumimos que ese es su lenguaje, incluso hasta podemos inferir cuando se trata de descontento, por lo que me atrevo a suponer, que según el odio de especies, una consigna en una protesta de perros pudiera ser: “Malditos gatos,” entendiendo que a pesar de ser animales todos, se desarrolla un odio cuya explicación desconozco, al menos en este momento…


Entre decir “Maldita humanidad” y “Murciélago” me quedo con la segunda; al escribirla le ponemos tilde y además está dotada de todas nuestras vocales. Escribo esto porque quisiera entender el fondo de la primera expresión, la cual pudiera tener sentido si fuese escrita o pronunciada por otra especie, al menos como primera impresión...


Creo comprender, y me permito el atrevimiento, que la conciencia de la que hemos sido dotados nos da la capacidad de juzgar con o sin razón, y entre otras más; adoptar el desempeño de interlocutor, es decir, esa persona que no constata y asegura que su argumento adquirido porta el título de opinión…


Resulta cómodo el juicio en tercera persona y más cuando se es interlocutor, lo cual hemos sido muchos, muchas veces; pero de esas veces, a veces; quisiera arropar con algo de fondo lo que tantos dicen y decimos solo con el toque de la forma…


jueves, 25 de noviembre de 2010

Voluntad de media noche




Aunque gotas de lluvia
se posen sobre el anhelo del papel,
aunque el reloj de la vista
despoje al tiempo de labios diversos,
aunque los pasos apresurados
entonen la canción del retraso;
siempre aguardarán algunos segundos
para liberar la tensión con un suspiro
y contagiar con voluntad una media sonrisa;
y digo media sonrisa,
porque en el rostro que portas,
yace la otra mitad…

martes, 23 de noviembre de 2010

Carta para ti...


En los diversos mundos que habitan las letras, destacan, entre otras, las que aguardan en el instrumento de escritura; allí esperan por la melodía del corazón que se expresa a través de las manos. No son vistas a simple vista, pero ahí están; esperando por la inspiración de quien escribe y las deja caer sobre una hoja de papel…


Por otro lado están, siempre firmes y dispuestas; las que esperan por la caminata de los dedos y se reflejan en la hoja que no es de papel. Estas sí se dejan ver, y ante los sentidos reposan, aguardan por la sinfonía que emana de las musas de quien desea expresarse en teclas…


Las letras nunca se cansarán de esperar por el momento del sentimiento, por el momento de la crítica, por los tiempos de las quejas y por los amores de glorias y penas, por la información ofrecida y la opinión compartida…


Siempre esperarán por ti y por cada un@ de los que ha llegado a esta línea; cuando quieran, y cada vez que quieran…




Saludos en letras…

domingo, 21 de noviembre de 2010

Nuevos Cuentos


Sabana Grande es un boulevard de la capital venezolana, construido de una forma en la cual se puede apreciar como el sol sube por las mañanas y se despide por las tardes. En ese lugar reposan muchas baldosas que día a día sostienen la concurrencia de las miles de cosas que las personas que lo transitan cargan sobre sus pasos; y entre esas: los delirios…


Entre textos nos vemos y entre versos nos reconocemos (palabras más, palabras menos). Hoy, y gracias a Rubrikka, nos conocemos en #MicroCuentos



Una iniciativa que les dejo a continuación:


Así como nacen las hadas y los sabios... De entre las entrañas de los árboles, y dan vida a sus frutos con la inspiración de una brillante gota dorada, así…

Comienza la historia de La Sociedad de Microcuentistas. Espacio que se originó con una chispa en la imaginación de dos seres que coincidieron en este día, y colocaron los cimientos de lo que será una casta formada por mentes creativas.

Soñadores, poetas, pensadores, escritores y cualquier persona que tenga amor por el delicioso arte de la escritura, somos los autores detrás de La Sociedad de Microcuentistas.

Para pertenecer a este grupo, sigue y escribe vía twitter a: @el_objetivo y @Rubrikka

También puedes seguir los hashtags #microcuentistas, #microcuentos o #somic.

Por ahora nos encontramos organizando las listas, por lo que si deseas ayudar, avisa a los que conozcas.

Verifica que te encuentres en las dos listas, si faltas en alguna por favor háznoslo saber.

Sigamos todos a todos.

Lo demás, está por comenzar…





Post original de @Rubrikka AQUÍ...



Saludos en letras...

@OrlanSilva

viernes, 19 de noviembre de 2010

Tus gestos y mis deseos…


En las ganas reposa mi pudor,
que inquieto te degusta con la motivación del pensamiento;
a unos pocos metros,
donde ni siquiera sabes que te contemplo.


Te veo en días de luna,
de planetas,
de nombres de dioses con enigmas e historias;
en silencio,
en la paz externa de una guerra a mis adentros…


En mis labios aguardan
tus frases para mi cuerpo,
las que algún día tomarás
cuando me robes el primer beso.


Un día,
bajo el nombre de la diosa,
se te escapó algún verbo,
alguna frase para el momento.
Yo:
sonreí creyendo…

La calma ensordece
por los diálogos de tus gestos
y mis deseos…

martes, 9 de noviembre de 2010

Preguntas en sollozos, preguntas en suspiros...



La incertidumbre deja huellas en el alma portando zapatos de tristeza, las lágrimas a la deriva no empapan la hoja de los lamentos. La lluvia se evapora ante el calor de los recuerdos; y el norte pierde el nombre, y deja al horizonte sin vista…


Las miradas errantes, se pierden en el cerrar de los ojos; las palmas carecen de presunta voluntad. Preguntas en sollozos, preguntas en suspiros, preguntas sin respuestas; preguntas con repudio de alguna verdad…

jueves, 4 de noviembre de 2010

Cajas y sueños...


Una gran empresa ofreció un pequeño empleo a Chucho: de mensajero. El cual desempeñó durante veinticinco años, la caída de su cabello, y sueños que sólo fueron sueños. Vio la transición de la maquina de escribir a la computadora, y en sus primeros años, la mecanografía aun se estudiaba. Hoy en día, con más de veinte inviernos sin nieve desde la última vez que tuvo jefe, Chucho consigue un buen lugar en la plaza central para emprender su nueva actividad.

Influenciado por viejos compañeros que compran y venden libros usados debajo de un puente, este hombre sin mujer consigue unas cuantas cajas para dar inicio al proyecto. Cada caja porta un nombre como título; en una se puede leer: fortuna, en otra: avaricia; dos adicionales portan: salud y justicia respectivamente, así como unas pocas restantes que permanecen sin explicación aparente.

En un cartel humildemente llamativo, Chucho escribe: Club de Sueños, y día a día va con sus cajas a la plaza a esperar por un cliente.

Para empezar el negocio necesitó mercancía, por lo que Chucho decide escribir sus sueños en pequeñas hojas de papel y clasificarlos en las cuatro cajas que exhiben nombre legible. Le costó diferenciar entre fortuna y avaricia, dado que ambos, según él, estaban relacionados con dinero fácil. Dedujo que la fortuna implicaba dinero bueno, y que la avaricia abarcaba lo referente al dinero malo, sin embargo, no logró con certeza precisar cuándo lo abarcado por dinero podría ser susceptible de discernimiento; a veces pensaba que lo malo estaba en el propósito y no en el dinero, pero en vista de su confusión, decidió que los sueños son sueños; y sin mucho análisis lo bueno y lo malo es fortuna y también avaricia.

En la caja donde se leía la palabra justicia, colocó sus sueños justos dudando del calificativo, debido a que cuestionaba la injusticia en hojas de papel de la misma forma en que se preguntaba cómo era un sueño justo. Para los deseos saludables usó la caja titulada restante, encontrándose con una gran cantidad de papeles con sueños escritos que no lograba clasificar.

El tiempo, haciendo de las suyas, empezó a decorar las cajas con grises sobre las hojas y polvo sobre deseos; mientras Chucho esperaba por un cliente con sueños para compartir.

Personas pasaban, preguntaban, reían y sonreían; de cuando en cuando y cada día.

Un día, un cliente llegó…

martes, 2 de noviembre de 2010

De vuelta a la rutina…


Sol con lluvia dan la bienvenida al día y a su concurrencia de rutinas; a lo cual se le incorporan unos cuantos pasos de zapatos, tacones y sandalias. Pensamientos de fe y desesperanza agregan ruido a las calles y se unen a bocinas de vehículos para los ya clásicos acordes disonantes; nos abstraemos con la música individual y nuestros pensamientos de labios sellados. Vamos al trabajo, al colegio; a la institución universitaria…


Se repiten las caras y las frases, así como las historias del día anterior. El futuro cercano que no se acerca lo suficiente, y el que deja de ser futuro para ser presente…


Mi cuerpo, que reúne unos cuantos pasos adicionales a los de siempre, toma ventaja para sentir un poco el agua que cae de los cielos, y de cierta forma sumar a la piel el sentimiento de las nubes: una gota que se aloja en el cristal del lente, para recordar las veces que he llorado; unas pocas descansan en mis labios, para las veces que he besado; otras buscan asilo en la ropa, para recordarme el calor con frio; y otras se esconden en mis pies, para no olvidar el camino que sigo…



De vuelta a la rutina…