Un edificio, un sexto piso, dos esquinas de nombres peculiares, y la más especial de las parroquias de la capital venezolana. Se prestan constantemente para ser el escenario en el cual se fabrican sueños y relatan algunos pensamientos, al menos por las varias y los varios que se apersonan al templo…
Los pensamientos son exorcizados de las mentes apresadas por los males de oficina. Salen del cuerpo con el ritual de la música, con el evento de la conversación. Las melodías también sirven para dejar salir a las frases tímidas que no se atreven a hacer cola dentro de la boca, cosa de no perturbar a las banalidades ni a las palabras inducidas por tantos mandatos del exterior…
De esta manera, este lugar; este rincón de ciudad: es un albergue donde se teje y se guarda tanto, que los no asiduos pueden sentir, como incluso, algunos sentimientos se quedan a cuidar el recinto y a esperar por sentimientos nuevos…
Su guardián, sus guardianes; toda persona a quien la música vive tan sutilmente como ella misma se deja vivir. Siempre habrá de combatir a la obligación de la realidad y tratar de sembrarle sonrisas a los momentos de la rutina…
Desde este templo, y para todo aquel que ansíe algunos paréntesis en el tiempo…
Los pensamientos son exorcizados de las mentes apresadas por los males de oficina. Salen del cuerpo con el ritual de la música, con el evento de la conversación. Las melodías también sirven para dejar salir a las frases tímidas que no se atreven a hacer cola dentro de la boca, cosa de no perturbar a las banalidades ni a las palabras inducidas por tantos mandatos del exterior…
De esta manera, este lugar; este rincón de ciudad: es un albergue donde se teje y se guarda tanto, que los no asiduos pueden sentir, como incluso, algunos sentimientos se quedan a cuidar el recinto y a esperar por sentimientos nuevos…
Su guardián, sus guardianes; toda persona a quien la música vive tan sutilmente como ella misma se deja vivir. Siempre habrá de combatir a la obligación de la realidad y tratar de sembrarle sonrisas a los momentos de la rutina…
Desde este templo, y para todo aquel que ansíe algunos paréntesis en el tiempo…