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viernes, 1 de junio de 2012

Ergo epistolar…




Una carta aguanta a pesar de lluvia, a pesar de la calma; una carta aguantaba letras y confesiones. – Habernos complacido a vernos sin placer. A ver, ¡Nos fue plácido! – No estuvo en los pensares, la tinta se escurrió para dejar leer otros casos – cosas que no escribí: nos las decíamos  – Mucho quiso quien no pudo y quien pudo no tuvo que querer. Condonados por condenados; un deber que no se cumple con obediencia – Nos contentamos, sin romper la carta – Las palabras deben vivir para quien las lea, la tinta se ha de volver a secar…