La realidad, junto con todas sus caras, suele acariciarnos en la profundidad del sueño para bruscamente hacernos testigos y vivir como nos vive…
Podemos sonreír para protestar, podemos ilusionarnos para no dejar de querer avanzar. Nos otorgamos el privilegio de hacer planes sobre los senderos ya formados; nos preparamos para dar grandes saltos ante el destino y sus obstáculos…
Se nos concede la belleza y su magia tan encantadora; como la mujer, como los bebés, como la ternura que irradian las plantas y esa paz en las sinfonías del agua...
Podemos contemplar, podemos imaginar, no sin antes recordar que inevitablemente, de cuando en cuando; tendremos que despertar…
Podemos sonreír para protestar, podemos ilusionarnos para no dejar de querer avanzar. Nos otorgamos el privilegio de hacer planes sobre los senderos ya formados; nos preparamos para dar grandes saltos ante el destino y sus obstáculos…
Se nos concede la belleza y su magia tan encantadora; como la mujer, como los bebés, como la ternura que irradian las plantas y esa paz en las sinfonías del agua...
Podemos contemplar, podemos imaginar, no sin antes recordar que inevitablemente, de cuando en cuando; tendremos que despertar…