La moda y los medios nos han dotado de muchísimas cosas que se han convertido en parte de lo que somos y nos gusta negar ser; una de ellas son las expresiones o consignas que nacen de la filosofía urbana y la popularidad del día a día…
Entre caninos se gruñen, se ladran, se huelen; y asumimos que ese es su lenguaje, incluso hasta podemos inferir cuando se trata de descontento, por lo que me atrevo a suponer, que según el odio de especies, una consigna en una protesta de perros pudiera ser: “Malditos gatos,” entendiendo que a pesar de ser animales todos, se desarrolla un odio cuya explicación desconozco, al menos en este momento…
Entre decir “Maldita humanidad” y “Murciélago” me quedo con la segunda; al escribirla le ponemos tilde y además está dotada de todas nuestras vocales. Escribo esto porque quisiera entender el fondo de la primera expresión, la cual pudiera tener sentido si fuese escrita o pronunciada por otra especie, al menos como primera impresión...
Creo comprender, y me permito el atrevimiento, que la conciencia de la que hemos sido dotados nos da la capacidad de juzgar con o sin razón, y entre otras más; adoptar el desempeño de interlocutor, es decir, esa persona que no constata y asegura que su argumento adquirido porta el título de opinión…
Resulta cómodo el juicio en tercera persona y más cuando se es interlocutor, lo cual hemos sido muchos, muchas veces; pero de esas veces, a veces; quisiera arropar con algo de fondo lo que tantos dicen y decimos solo con el toque de la forma…
Entre caninos se gruñen, se ladran, se huelen; y asumimos que ese es su lenguaje, incluso hasta podemos inferir cuando se trata de descontento, por lo que me atrevo a suponer, que según el odio de especies, una consigna en una protesta de perros pudiera ser: “Malditos gatos,” entendiendo que a pesar de ser animales todos, se desarrolla un odio cuya explicación desconozco, al menos en este momento…
Entre decir “Maldita humanidad” y “Murciélago” me quedo con la segunda; al escribirla le ponemos tilde y además está dotada de todas nuestras vocales. Escribo esto porque quisiera entender el fondo de la primera expresión, la cual pudiera tener sentido si fuese escrita o pronunciada por otra especie, al menos como primera impresión...
Creo comprender, y me permito el atrevimiento, que la conciencia de la que hemos sido dotados nos da la capacidad de juzgar con o sin razón, y entre otras más; adoptar el desempeño de interlocutor, es decir, esa persona que no constata y asegura que su argumento adquirido porta el título de opinión…
Resulta cómodo el juicio en tercera persona y más cuando se es interlocutor, lo cual hemos sido muchos, muchas veces; pero de esas veces, a veces; quisiera arropar con algo de fondo lo que tantos dicen y decimos solo con el toque de la forma…