miércoles, 24 de octubre de 2012

El sobador y el dilema (La Sobación)


El consenso no precisa, si quien soba lo es por sobón, por sobador, por sobante, o por sobista; pero para intentar todas las intenciones, lo dejaremos en sobador. Sin importar lo que piense, quien soba es sobador. De ahí se desprende un principio, un culto, un ritual, una pretensión; todo junto: la sobación. – que no es sobadera, la sobadera es el vicio de la sobación – Expuesto esto, analizamos…

La sobación es ese estado de inspiración por medio del cual, una persona, – si, de una vez – por lo general hombre, acerca sus pensamientos y canaliza sus ilusiones, tabicándose en la percepción sensorial que se produce al pasarle la mano a alguien (mujer, por lo general, pero sin discriminaciones). El sobador hace del tacto un lenguaje, un medio de comunicación emisor – ojo – pero no igual a la caricia, ésta última no es propia de un sobador. Para ésta reflexión hemos de centrarnos en el puro acto de sobar, de pasar la mano…

El sobador es un creyente, una persona de Fe; y ahora que lo recuerdo, Nietzsche dice, dijo, escribió que, la Fe era el nombre que los cristianos le daban al instinto. Pero no se trata de presuntos nihilismos, ni mucho menos de religión, sin embargo, es interesante encontrar un tanto de filosofía en el acto de sobar. Tal vez nuestro sabio sajón no sabía que sobar es instinto y Fe; ambos encontrados por separado en una sola acción…

Quien soba piensa – luego cree que existe – que el hecho de sobar, lo aproxima a la provocación de a quien está sobando; tiene Fe en que su mano es portadora de un irresistible verso de cortejo, es pues: Don Juan De Marco y también Marcel Marceau.
Quien es objeto de la sobación, quien percibe esas manos sagradas: ¿Será que entiende el mensaje? ¿Será que, como dicen en otros idiomas, cae de rodillas en el amor; en el sexo? No sabemos si el sobador convence, o si a quien soba se deja vencer; pero este acto no es de conquistadores, y quien quiere reclamar terreno lo hace a caricias: sobar no es, pues, un modo de seducción…

Cuando todavía crecía – Yo – me percaté de ello, pero los entiendo (a los aun sobadores,) sobar es un noble vicio: no importa el aroma del fracaso cuando se cree que se está en el camino del triunfo. El sobador (con Fe e instinto) que siga, pero sería bueno – y a esto al fin vengo – que quien es sobado haga entender a su sobador cuán lejos está de consumarse, pero que si quiere, puede seguir consumiéndose. El sobador también sueña, y, sobretodo: siente…

viernes, 19 de octubre de 2012

Riot


Yo construyo mi verdad a base de mis propias mentiras, de mis propuestas impuestas, esas que no tienen lugar en quien objeta cuando en la pregunta está la respuesta. Todos estamos enfermos, infectados, no hay vacuna para el rechazo cuando perdura perder, creyendo, que es obligado ganar: confundo competiciones con competencias. Las ganas de hablar callan en bullas de propaganda. No reflexionar está de ganga. Las variedades se asemejan con argumentos distantes que todos sentimos cerca y sentimos nuestros: pretextar es la protesta…



viernes, 12 de octubre de 2012

Conocer, ser y parecer…




Conocer para ser en el mundo y no parecer para otros lo que no se es. Padecemos, por eso nos opinamos primeros y nos comparamos terceros. Del Fobos y el Demos, la cualidad del comportarnos; respondemos al eco que viaja y no al que quiere nacer: se están cerrando las ventanas de la curiosidad. Muchos quieren imponer cuando proponen para que otros dispongan: un tema de voluntades cómodas y de pertenencia ajena. Todo parece verse como una pared rayada, de cerca se distinguen algunos mensajes…


"Ser" es una construcción permanente. "Parecer" es un criterio, un punto de vista visto desde un lente ajeno. "Comparecer" es una convención, uno siempre cree haber acordado, aún cuando no se está de acuerdo. "Comportarse" es una circunstancia que, por muy permanente, puede llegar a cambiar.

martes, 9 de octubre de 2012

¿Y si digo que no soy como los demás?




“Keep you in the dark
You know they all pretend
Keep you in the dark
And so it all began…”
The Pretender – Foo Fighters



He sucumbido a la presión para relajarme, o para presionarme en una nueva etapa de pretensión. Se es uno más para destacar la suma de cualidades comunes, así es como, supongo, se busca la popularidad en este mundo de elegibles y elegidos. ¿Y si no te eligen? ¡Ah! No sólo era que encajaras. ¿Quiénes son los electores? Los creadores, nosotros estamos del lado de los creyentes; los creyones nos ponen los colores, aquí seguimos entre calores. Somos únicos, pero no los únicos. ¿Icónico, verdad? Irónico será…


 
“My need is such I pretend too much
Im lonely but no one can tell”
The Great Pretender - Buck Ram,
grabada por The Platters y Freddie Mercury

jueves, 4 de octubre de 2012

Por qué no hay debate…

 
En el edificio El Placer, ubicado en una parroquia sobrepoblada, como ya varias hay en la ciudad; se postula un nuevo vecino para presidir la junta de condominio durante el nuevo período. Ramón ha venido siendo el presidente desde prácticamente su construcción, de hecho, con el paso de los años, ya muchos propietarios han vendido y revendido algunos apartamentos. Pocos preguntan sobre los oficios de Ramón, algunos ni saben quién es él. Nace el auge de renovar a los miembros debido a lo que algunos han acusado como una mala gestión: ya estamos cansados; el primo es plomero y viene siempre a “parapetear” las tuberías, las cuotas están muy caras, la mujer no trabaja y lo que se la pasa es de chisme en chisme, y claro, como la hija mayor es abogado, y de paso tiene un buen puesto en el gobierno; este cree que es el dueño de El Placer…


El virus del cambio se esparce y afecta incluso a los recién llegados, se han animado hasta los pernoctas; y eso que sólo se les ve por la entrada cuando llegan a dormir. Todos quieren un cambio, pero nadie le pone una cara al puesto de opositor. Llega Douglas, arrendatario por algo más siete años, uno de esos casos de los que alquilan un apartamento, su propietario se va del país; pagan las cuotas por tribunales y ya lleva más de cinco años. Se postula y enseguida todos lo aceptan. Ramón, por supuesto y por su parte, empieza, como dicen, a sacar los trapitos al sol, a develar el curso de la vida de Douglas, a acertar en dar con sus desaciertos, con su vida privada que ahora es pública. Se da oficialmente inicio a la contienda…


Como es inevitable para la contraposición de argumentos en una sociedad, no hay acuerdo, todo se limita a un bueno y un malo, ahora Ramón no es tan malo para algunos pero para otros llegó la hora de que se le remueva de la administración. Empiezan los fervores de la pelea de gallos, cada quien con su Pataruco (y no uso Coliseo ni Gladiadores, porque la historia trae consigo alguna honorabilidad que en la política, simplemente no existe) La mujer de Ramón, por ahí abren la llave de paso y la alta corriente de calumnias y certezas desventuradas, y la hija, la hija resultó, por verdad o por veredicto, haber tenido algo, o no haber tenido mucho, con Douglas. Resulta que el aspirante fue también pretendiente. Nada de otro mundo, pero es tiempo de elecciones y el escándalo es una grieta en la que se alojan los bichos del juicio y por donde más se nota el sucio de una fachada…


Decide Ramón recuperar su poder y visita a cada vecino, y como cosa rara, nadie lo rechaza, quien está lo recibe y quien no quiere recibirlo se esconde, y esos justamente son los que más opinan. Douglas, ávido de nuevas ideas, hace una fiesta en el gran salón, muchos contribuyeron, y bueno, los que no van a votar fueron los que más la disfrutaron: los chamos de los propietarios, así se unen las familias en una familia mayor (dicen por ahí)


Nada cambiaba y la fecha se acercaba, Douglas, finalmente, le propone un duelo intelectual y administrativo a Ramón, una asamblea extraordinaria para derogar procedimientos de antaño y proponer, con la participación de los vecinos (como siempre) nuevas fórmulas que serán la solución y el encuentro de una mejor gestión. El vigente rechaza y los adeptos del aspirante se enervan, con los acostumbrados al actual y con todo lo relacionado al mismo. Los copropietarios empiezan a odiarse, sus hijos a amarse, Douglas vuelve a salir con la hija del presidente y Ramón vuelve a ganar porque los que más opinaban, no votaron. Se oía mucho: es que la gente no es seria, una junta seria hace debates…

Sixth page V