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jueves, 30 de enero de 2014

Explanada explanation…



“I think we're alone now, there doesn't seem to be anyone around.  I think we're alone now, the beating of our hearts is the only sound…” Original de Tommy James and The Shondells e interpretada por The Killers en recientes conciertos…

Y sí, solo y sin tilde pues porque no solamente debo el único sonido a mi corazón, también pareciera que nadie hay por ahí… El incumplimiento se ha vuelto costumbre dado el brote de excusas a causa de anuncios noticiosos que revuelven pensares y actuares… La excusa se idealiza en el pretexto, y este, como lo indica su origen, deviene de una metáfora en la que los adornos servían para decorar los trapos, costumbre que hizo que las palabras decoraran algunos hechos. Con el tiempo nos llenamos de estos decoradores, nos relacionamos con ellos, y ahora hay que calarse sus adornos como tabiques para escuchar sus quejas, cuando más bien es uno quien debería reclamar sus incumplimientos… Tituló Cerati su mejor disco: Ahí vamos; y aquí vengo; a verter en letras el producto de un tormento… Un mal recuerdo funge de recurso, y como recurso funciona para un pretexto, para que las ganas de gritar aquí se ahoguen en una supuesta pericia allá; cosa que no hace más que hacer de prejuicio. El prejuicio concede suposiciones, y al final todo desemboca en argumentos…  ¿qué queda? Un delirio de tristeza por no ser partícipe del toma y dame en el que se va a convertir la situación, cuando el primer supuesto allá se refute aquí… 

lunes, 4 de junio de 2012

Ablandar hablando…



Del leyendo y del rayando nacieron letras para prestar algunas palabras. Recordé y recordaba si no fue primero inventado aquello relacionado con el perdón, propio de Dios y de dioses, así como su ejercicio tergiversado para los terrenales: la disculpa. Resulta interesante; la disculpa como voto a la soberbia, siempre sincera por humilde…

Quien se disculpa (quien aprende a pedirlas) cumple con su ego, lo reivindica; hace de lo grande grandeza (como diría Galeano) pone su grano de voluntad en quien ha de aceptarlas: una persuasión evolucionada, un truco social producto del talento humano; que sigue siendo pero Recurso Humano dejó de ser; un gesto apropiado, una victoria del convencimiento. Sea la vanidad absuelta. Pedir disculpas también funge de presupuesto, una forma de amortiguar al dolo presente que se consumará en el hecho futuro: la disculpa se vende y se compra como muestra de humildad, como excusa que suele excusar a quien debería mejor resarcir…

El plan de la venganza presupone una disculpa aceptada para poder nacer. Te disculpo para que me permitas ofenderte (trayendo aquello célebre del pedir perdón para pedir permiso) Quien acepta disculpas también vende y compra su humilde soberbia: la magnanimidad…

Ahora bien. La duda: hay gente que, por orgullo, ni pide ni acepta disculpas. Quizás la asumen como esos favores que sugieren inferioridad por sucumbir. ¡Quién sabe!

viernes, 30 de marzo de 2012

El silencio lo dice…



Mucho se luce el engaño cuando se viste en palabras ciertas. Tal es la excusa no excusable, como la de hoy, como todas esas otras. La mente miente y se contradice cuando ha de aceptar lo que no cree. Un silencio que ensordece a las ganas de entender…

Se prohíben libertades a la queja porque no dan más que para despotricar. Como siempre, al ser así; reinan los gritos y el torneo por alcanzar el volumen. Todo se distorsiona y extorsiona la razón; que de nadie es pero todos creen tenerla…

No sabe más quien grita ni grita más quien sabe; nadie miente mejor. El silencio lo dice cuando callamos y caemos, cuando mero vicio es creer…


jueves, 14 de octubre de 2010

El problema y la excusa…



Dos puntos de un movimiento cíclico sin fin, uno plantea el problema y el otro se excusa originando un nuevo problema y en consecuencia, generar otra excusa para aquel que en primera instancia había citado el anterior problema…


Así sucesivamente; se plantean y se generan…

una y otra vez…



El resto:

ecos, ecos y más ecos…



La imagen me recuerda aquello de: “Un anillo para gobernarlos a todos…”