Las oportunidades se rebelaron y
dejaron de asistir a las reuniones de los deseos. Una pandilla de Malos
Momentos hizo popular a la Envidia entre los anhelos. Se fumaba, se inhalaba;
algunos se la inyectaban: todos conseguían el placer, muchos aseguraban que no había
algo tan bueno como soñar con lo que no se tiene. Una carencia suplida es una
historia menos qué contar y una razón más a no envidiar…
Declarada la falta de quórum, los
deseos se apoyaron en Los momentos (quizás los buenos) cosa que al Tiempo, por
imperfecto, no le gustó. Se llenaron de vacíos, el presente se hizo pasado y el
pasado a su vez, pesado…
Amaneció el mañana y se cambió el
género; pasó de Día a Menos Horas. Alguien habló en silencio; para sí, para que
no todos lo escucharan: no los envidio por lo que tienen y yo no tengo, si no
por lo que no tuve; aún ahora pudiéndolo tener…
“lo que fue,” así se llama la piedra que no puede remover la voluntad. Y por eso, por rabia y por despecho, remueve piedras y se venga del que no siente, como ella, rabia y despecho…Nietzsche (como Zaratustra)
Muy bueno...me gusto mucho !
ResponderBorrarEs un honor, Gracias....
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