¿Es el hecho noticioso una suerte de manifestación artística? Cuando el arte se convirtió en negocio – para algunos, y son pocos – el anuncio y la antesala engordan las expectativas y dan lugar a una rimbombancia hasta cierto punto justificada. No es pretensión de este delirio cuestionar si el velo se hace veto en lo que respecta a la pura intención del artista, o de quien exhibe la obra de arte. El punto es que estamos acostumbrados al fragmento seductor que nos mueve a apreciar, con la mayoría de los sentidos posibles, el producto. Y tanto es así, que hay veces en que el tráiler resulta mejor que la película, en que la publicidad resulta mejor que la función – tengo una experiencia muy personal al respecto, y admito que fui víctima, pero no viene al caso – ahora bien, la pregunta. Últimamente han habido noticias cuyo anuncio es precedido por alguna frase promocional: “prepárense, mañana revelaremos el gran secreto.” Entonces pienso – y lo escribo también – ¿será posible que el fenómeno de la posmodernidad nos haya absorbido de tal manera que hasta las noticias necesitan antesala para que les prestemos atención ulterior? Es interesante engordarle las expectativas a una población conectada casi de forma única en su forma de pensar y discernir… Luego vendrán las críticas, horas y horas y páginas y páginas: el monotema, tal como cuando un grupo de amigos sale del cine, o de un concierto…
No se si hoy día se puede genuinamente crear expectativas con esos preámbulos sobre revelaciones y secretos. Rock chimbo. Saludos.
ResponderBorrarSi, chimbo, del posmoderno. Y chimbo fue, como creo que seguirán siendo "esos" anuncios...
BorrarSiempre es un honor saberte por estos lados
Saludos en letras