Llegamos al momento de quitarnos los zapatos luego de haber caminado entre debates y discursos. Las preguntas se hacen con signos de exclamación y las consignas de exclaman con interrogantes…
Pocas líneas emergen del silencio que se toma una escena en donde su único protagonista sólo frota su mentón con pausa y suavidad. Se esconde el punto sin acompañantes y se abusa de lo suspensivo de los puntos trillizos. Las oraciones quedan como suspiros y la certeza no es más que otra duda por explicar…
Se nos concede la libertad de cuestionar y placer de pertenecer y aceptar…
¿¡Se conceden ustedes?!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y tu huella...