Hay palabras que, como en toda sociedad, también se nos convierten en corruptas y corrompidas…
Las palabras son seducidas a aparecer en titulares y cabeceras. Esto, en muchos casos; con la finalidad de satisfacer un afán de fama y convicciones contrapuestas. Ellas, ya en frases; saborean la popularidad de las tantas bocas que las pueden llegar a repetir…
El Contenido, por otro lado; se ha visto muy maltratado. Ha sido reducido incluso al ilegible blanco de las páginas de la explicación, éstas últimas decoradas con el adorno del desinterés que las hace tan buscadas y tan opinadas…
Así, el criterio termina naciendo de las portadas y no del análisis que deviene del sacrificio ortodoxo de los ojos hambrientos y curiosos que devoran Contenidos…
Las palabras son seducidas a aparecer en titulares y cabeceras. Esto, en muchos casos; con la finalidad de satisfacer un afán de fama y convicciones contrapuestas. Ellas, ya en frases; saborean la popularidad de las tantas bocas que las pueden llegar a repetir…
El Contenido, por otro lado; se ha visto muy maltratado. Ha sido reducido incluso al ilegible blanco de las páginas de la explicación, éstas últimas decoradas con el adorno del desinterés que las hace tan buscadas y tan opinadas…
Así, el criterio termina naciendo de las portadas y no del análisis que deviene del sacrificio ortodoxo de los ojos hambrientos y curiosos que devoran Contenidos…
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