Halo sueños alados como quien aun vuela Papagayos. Un niño se columpiaba en un parque y un adulto columpiaba sus tempestades. Te sigo para que me sigas, susurra constantemente el viento. Me levanto un rato para las manos y me acuesto otro rato para el cuerpo. La “O” es tan abierta por verse tan cerrada, así como la promesa; por ser tan prometida y con permiso sin compromiso…
Dejar a los sueños volar podría vestirse de riesgo. Algunos sin ser niños siguen siendo mecidos. Al recuerdo le gusta contestar con la voz del viento. Algunas teclas para las manos con estornudos para el cuerpo. La “A” siempre espera, siempre a la espera, será por eso que también es abierta. Si tan sólo pudiéramos regalarnos las promesas…
Allí,en ese café de siempre, donde pasas las tardes convirtiendo en tinta tus pensamientos, allí, en la noche que apaga las estrellas para salvaguardar tu intimidad, allí, en el borde de la cama de pie y mirando tu sueño, entre los adoquines de las calles por donde pasas, en el cielo que cubre tus mañanas, donde menos te lo pienses, a cualquier hora, sin decirte nada, acompañándote siempre estará mi sombra...y mi alma.
ResponderBorrarMe alegra saberlo, así le doy razón a esos momentos en los que me despego de las páginas para cerrar los ojos y sonreír...
Borrar"Te sigo para que me sigas"... bajo la misma estrella y la misma luna, bajo el mismo sol, bajo la misma lluvia y el mismo cielo. Quiero mirar con otros ojos que salgan de mis propios ojos, mirar desde otros puntos de vista, desde tus ojos... la vida está construida de intermitencias, de sentimientos, de alegrías y tristezas, de lo contrario no se llamaría "vida".
ResponderBorrarNo sé si lo entiendes, o quizás yo no me explico adecuadamente, no soy ninguna princesa, en el mundo ya hay demasiadas, yo solo soy una mujer salvaje, simple y llanamente eso. ¿Quién no duda alguna vez? ¿Quién es capaz de afirmar con rotundidad que no tiene miedo a lo desconocido cuando a lo que conocemos, se lo tenemos?...No quiero hacer prevaricación con mis palabras y menos aún con mis sentimientos, lo que siento es lo que siento y lo que digo es una consecuencia de eso mismo que siento.
No me gusta bailar un tango mezclado con un rock, si me defino por uno de ellos es lo que elijo, otra cosa es que quien pone el disco lo confunda o utilice su propio albedrio, eso no deja de ser libertad de elección y yo nada puedo hacer salvo negarme a bailar lo que no quiero.
Invítame a un café y hablemos, mis sueños solo bailan con tu amor, conozco tus melodías, tu son armoniza con el mío y eso es algo maravilloso.
La impaciencia, los recelos, las inseguridades, son cortapisas para lograr lo que queremos, yo, ya no pierdo el tiempo ni la energía en convencer a nadie, cada cual ha de ser capaz de tomar sus propias decisiones sin sentirse apresado ni dirigido por nadie.
Las mujeres salvajes somos naturales, de ahí proviene nuestra naturaleza, pero también es cierto que lo humano habita en nosotras como en cualquier persona. Luchamos por aquello en lo que creemos y por lo que amamos hasta el final, pase lo que pase. No. no somos princesas ni queremos serlo. Nosotras caminamos a ras de suelo, pisamos fuerte aunque a veces parezca que nos rendimos, pero eso es incierto.
Aquí me encuentro con la abstinencia de no poder abrazar al ser que amo, pero no me rindo, cuando una mujer salvaje apuesta por un gran amor...lo hace hasta perder el aliento, no lo olviden nunca los que no creyeron en ello.
Angie.
¿y quién no esperaría con ansias el abrazo de una mujer salvaje?
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Nos dicen "convence" y si no "confunde" pero... ¡para qué!
Ante eso pues, te cito: " lo que siento es lo que siento y lo que digo es una consecuencia de eso mismo que siento..."
El café está colándose ;-)
Nos lo tomaremos te lo aseguro.
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