jueves, 26 de abril de 2012

Siempre nunca buenos, y malos nunca siempre…




Resulta interesante percibir cómo todos cuentan una historia de buenos y malos a conveniencia y no por convención. No se trata de descubrir descubiertos, mucho menos darse cuenta de un cuento más. Me refiero al albergue, a las posturas que se albergan. Como siempre: un tercero culpable para un primero que nunca es inocente…

Un amigo me decía que siempre hay un rico malo opresor para el siempre pobre y pobre siempre. Cada día una anécdota, un hecho que justifique porqués y carencias a causa de la abundancia ajena; por supuesto, mala. No hay forma que una buena carencia bien se vea. Yo por mi parte, albergo desastres, y como él, mi amigo; siempre tengo un cuento nunca bueno, malo también…

Víctimas para sumar y justicia que se le resta. Lo justo es digno cuando se trabaja para ello. Ambos nos acomodamos y nos justificamos en injusticias contrapuestas. No hay cabida para silogismos si la razón es un asunto de volumen. ¿Será que grito entonces, o mejor callo para pretender genialidad?




miércoles, 25 de abril de 2012

Palabras Ruido




Lo interesante del silencio es el ruido que genera: todos opinan, todos saben; nadie puede asegurarlo. No hay eco de la nada y nadie quiere callar. Todos esperan y especulan: saben todos, opinan todos. El silencio tiende a cesar y a veces sin cesarismo: nadie sabía; de eso todos estaban seguros…


viernes, 20 de abril de 2012

Nulidad y vicios…



En la ley y en la vida, lo absoluto y lo relativo tienen vicios de nulidad. Dogmático quizás, por lo que acepta y rechaza. Parece una cualidad que  el ruido insiste en silenciar. Se anuncian las réplicas sin originales y sin inquietudes aparentes: no hay necesidad a explicar. Unos creen lo que otros crean mientras se crea una nada creciente: una voz de texto que no se escribe o unas palabras mudas que tampoco se leen. Sólo tú sabes qué escondes cuando hablas y qué dices cuando callas. Tus valores son absolutos y tu vida un mundo de relativos…


jueves, 12 de abril de 2012

Podemos llevarnos…



Nace la comedia de la pena cuando la vida se quiere llevadera: algo así dicen algunas letras de algunos letrados, algo así entendí al intentarlo. Se amuecan las circunstancias para seguir andando, se calla cuando no se escucha para no desgastar al maltrato. El peso en el contexto no aumenta apalabrados ni las acciones en los verbos a sujetos predicados. Se camina hacia el cansancio y el sudor, cuando agota puede calmarlo. Vamos a fluirnos el trato, no tenemos que jurarnos pactos. Se busca por creer encontrarse, porque lo perdido fue primero encontrado. El absurdo es abstracto y no menos cierto por no enseriarlo. Llueve, si; ha llovido y no por llanto. Podemos llevarnos…