viernes, 1 de junio de 2012

Ergo epistolar…




Una carta aguanta a pesar de lluvia, a pesar de la calma; una carta aguantaba letras y confesiones. – Habernos complacido a vernos sin placer. A ver, ¡Nos fue plácido! – No estuvo en los pensares, la tinta se escurrió para dejar leer otros casos – cosas que no escribí: nos las decíamos  – Mucho quiso quien no pudo y quien pudo no tuvo que querer. Condonados por condenados; un deber que no se cumple con obediencia – Nos contentamos, sin romper la carta – Las palabras deben vivir para quien las lea, la tinta se ha de volver a secar…

jueves, 31 de mayo de 2012

Luto por los vivos…



Mucha gente exige nuestra misericordia aquí en la tierra y es en los pantanos de este mundo donde se atascan las bestias y los hombres. Las oraciones no son eficaces más allá de la frontera: cuando se muere, son los partidarios del Diablo o los partidarios de Dios, sean godos o liberales, los que se encargan de escoltarlo a uno para la eternidad. Debería llorarse por lo que ocurre todos los días y por lo que ocurrirá mañana…

…eso del petróleo era otra mentira de los godos.
 


Extracto de País Portátil de Adriano González León

miércoles, 30 de mayo de 2012

Suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo…



Si tan solo pudiera cambiarte no sólo el arte cambiaría, sino que nos haríamos al sernos y al vernos nos habríamos de realizar. Así pensaba el alma sin templo y así predicaba el viento los momentos. Quería saber del cosmos pero más supe del miedo. Quería pensar que podía provocarte. Te saludé y me contestaste, esta vez no quise imaginarte; tú no imaginas cuánto ha viajado tu nombre a ojos cerrados y corazón abierto: suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo. Puedo caminar y caminarme los sueños, al fin y al cabo no llevan rostros los gestos. Siempre pensé que tú eras las voces, pero también recordé lo tanto que pienso tus labios; cuánto lo imaginé, cuánto quise sentir de tus besos, cuánto quise deseos en tu piel: suele olvidarse cómo aprender a usar este cuerpo…