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martes, 9 de octubre de 2012

¿Y si digo que no soy como los demás?




“Keep you in the dark
You know they all pretend
Keep you in the dark
And so it all began…”
The Pretender – Foo Fighters



He sucumbido a la presión para relajarme, o para presionarme en una nueva etapa de pretensión. Se es uno más para destacar la suma de cualidades comunes, así es como, supongo, se busca la popularidad en este mundo de elegibles y elegidos. ¿Y si no te eligen? ¡Ah! No sólo era que encajaras. ¿Quiénes son los electores? Los creadores, nosotros estamos del lado de los creyentes; los creyones nos ponen los colores, aquí seguimos entre calores. Somos únicos, pero no los únicos. ¿Icónico, verdad? Irónico será…


 
“My need is such I pretend too much
Im lonely but no one can tell”
The Great Pretender - Buck Ram,
grabada por The Platters y Freddie Mercury

viernes, 21 de septiembre de 2012

Conversatorio de taberna…




Dos birras, por favor. ¡Qué! ¿No quieres? Sólo los tontos vuelven a la oficina un viernes de quincena. Si tú lo dices; me encanta tu epicúreo concepto, este sitio es hasta feo, pensé que nada más comeríamos. Epicúreo será tu madre, por si acaso…


Sin duda, el contendor por excelencia es la pareja. No si son equipo. ¡Equipo! Tu pareja celebra tus triunfos únicamente cuando los suyos están a la par o por encima, o cuando percibe algún beneficio por tu presunta victoria; la derrota ya está declarada, a todos les molesta el logro. A mí no. A ti también, viejo. El hecho que no lo digas no implica que no lo hagas, o peor; que no lo sientas así. El confort del progreso ajeno descansa en el hecho de que tengas logros propios. La comprensión estriba en la competencia. No te molesta que a otros les vaya bien porque no compiten contigo, porque tú compites con otros otros. Basta que hagas un opositor y verás que hasta te harás chismoso, cosa que, según tú, tanto detestas. Ahora que mencionas al chisme, fíjate que mucha gente confunde opuestos, sobre todo eso de peor mejor. Las comparaciones molestan, y molestan por lo que dan a entender. Estamos en lo mismo; otra ronda. ¡No y que no querías! Bueno, ya estamos aquí…


Como te decía, las comparaciones; tengo amigos constantemente emprendedores en la búsqueda de algo peor, es increíble; el hecho de que haya algo más desventurado justifica el infortunio propio. Hasta los políticos caen en eso. Si, compiten por los errores y no por los aciertos. Es que el acierto es encontrar el error. Exacto; tal como los amigos. ¿Dónde y quiénes no son así? No sé, nadie; en ninguna parte, supongo. ¿Qué te dijo tu mujer? A mí, nada, ¿Por qué? Bueno, empezaste diciendo que el contendor, que la pareja. No vale, pensé en voz alta, el resto es sólo un repertorio de pasto y miércoles que me provocó agregar. Por cierto ¿Qué es Epicúreo? Olvídalo. Mira, termínate esa birra que tenemos que regresar a la oficina. Siempre tan tú…



jueves, 6 de septiembre de 2012

Vendarse y venderse…


Sucumbir debería ser un tema de disposición y no de presión; hay mucha alegría enferma para saludables deprimidos. Vendarse y venderse, para horas ahorrar y orar ahora. Es interno el veneno que degrada silencios a verbos, por eso el pasto y el habla: paja; que se consume, que oculta las agujas para pincharnos y sabernos despiertos. Mucho sano es tóxico por antonomasia tal como la abstención: culpable por inocente









Saludos a los panas de SaneToxic

viernes, 31 de agosto de 2012

De mis absurdos y abstractos…



Hay una actividad un tanto recurrente en aquellos que ven televisión, y es la de cambiar canales una y otra vez sin búsqueda específica aparente: más canales, más cambios. No me excluyo, y a eso vengo; suelo detenerme un rato en los de cocina, platillos; su elaboración. No cocino en lo absoluto, pero hay algo que me hace dejar el control remoto y mis dedos en reposo. Veo…


Pienso, imagino. La mente debe ser una especie de cocina y los argumentos, como resultado del ejercicio de pensar, una especie de platillos logrados a base de palabras, hechos, cocción y aderezos. Uno es el chef de sus ideas frente a una transmisión y algún medio (de comunicación, claro)


Como persona dada al arte culinario del pensamiento, uno va explicando lo que va haciendo con sus palabras, con sus recuerdos, lo que se tiene previamente listo por falta de tiempo. Sal y pimienta, aceite de oliva; hervir, freír, cortar y picar mientras se habla, un paréntesis para evocar. Oler y explicar. Describir, adornar. Pensar tiene su arte: hay palabras que dan alergia, no toda idea buena puede ser probada por todos. Siempre habrá preferencias. Un chef no llora al picar la cebolla, hay quienes logran armar sus frases sin lágrimas. Más de uno no soporta la cebolla. Muchos prefieren la comida rápida, no todos queremos pensar bien lo que vamos a decir al final. La satisfacción no es absoluta, habrá que tener un postre a la mano: frases dulces para el previo picante. Un buen vino, el maridaje. Marinado todo es muy rico, a veces con cremas y otras con vinagre. Buena comida y buen pensar; relativo, como todo…