La rutina, cada día con más adeptos, se viste de alegría y nos regala algunos especiales momentos que suelen hacerse olvido por el regalo que siempre nos otorgamos; Preocupaciones.
Hoy rindo tributo a un momento en particular, uno que siempre me es otorgado, incluso cuando no he de ser digno del mismo; aún así, se permite…
Se me permite contemplar, de lejos y sin molestar, cómo se ve el rostro de una bella mujer a través de los reflejos callejeros, cómo posa su mirada ante su espejo personal para afinar algún último detalle mientras, supongo, se dirige a un encuentro. Cómo se acaricia el cabello durante un corto desplazamiento a través del Metro, cómo se detiene y regala esa encantadora media sonrisa a cierto afortunado sujeto.
Yo contento, contemplo…
Hoy rindo tributo a un momento en particular, uno que siempre me es otorgado, incluso cuando no he de ser digno del mismo; aún así, se permite…
Se me permite contemplar, de lejos y sin molestar, cómo se ve el rostro de una bella mujer a través de los reflejos callejeros, cómo posa su mirada ante su espejo personal para afinar algún último detalle mientras, supongo, se dirige a un encuentro. Cómo se acaricia el cabello durante un corto desplazamiento a través del Metro, cómo se detiene y regala esa encantadora media sonrisa a cierto afortunado sujeto.
Yo contento, contemplo…