lunes, 29 de noviembre de 2010

Delirio de fin de mes (casi)


En alguna oportunidad he declarado que los delirios también son coleccionables, por lo que he venido con dedos sobre teclas y pensamientos errantes a plasmar uno nuevo…


Se dice que la Economía, entre tantos sabios conceptos, es el arte de administrar recursos escasos, por lo que supongo que también podría hacer de estos escasos recursos, prescindir del adjetivo; a fin de jugar a ese vaivén de los días y los usos que le titulan demanda y oferta…


Ignoro de forma extraordinaria cómo se corresponden, unas a otras, las palabras escritas en el párrafo anterior; yo sólo deliro, y  la cita viene es a los sueños…


Al compartir mis sueños me doy cuenta que algunos son muy parecidos a los de terceros soñadores; razón por la que plasmo este atrevimiento: muchos soñamos con tener el dinero que no tenemos y con la paz que no alcanzamos, en otras oportunidades soñamos con la ausencia de inseguridad para transitar libremente y a cualquier hora…


Ayer soñé que soñaba, y a lo que vengo es a lo siguiente:

No creo ser el único, ni el primero, pero se me ha ocurrido pensar que hay sueños que obedecen a cierta situación de demanda y oferta en la economía de nuestras aspiraciones: Soñar con el dinero se convierte en un eterno sueño que define muchas realidades; soñar con la paz se define en motivo para tantos actos violentos. Mucho se gasta en hacer realidad los sueños, o más bien seguirlos soñando; quizás, en soñarlos mejor. Pero siempre, en sueños…

Es un buen momento de hacer realidad a algunos y renovar otros…

viernes, 26 de noviembre de 2010

“Maldita humanidad” y “Murciélago”


La moda y los medios nos han dotado de muchísimas cosas que se han convertido en parte de lo que somos y nos gusta negar ser; una de ellas son las expresiones o consignas que nacen de la filosofía urbana y la popularidad del día a día…


Entre caninos se gruñen, se ladran, se huelen; y asumimos que ese es su lenguaje, incluso hasta podemos inferir cuando se trata de descontento, por lo que me atrevo a suponer, que según el odio de especies, una consigna en una protesta de perros pudiera ser: “Malditos gatos,” entendiendo que a pesar de ser animales todos, se desarrolla un odio cuya explicación desconozco, al menos en este momento…


Entre decir “Maldita humanidad” y “Murciélago” me quedo con la segunda; al escribirla le ponemos tilde y además está dotada de todas nuestras vocales. Escribo esto porque quisiera entender el fondo de la primera expresión, la cual pudiera tener sentido si fuese escrita o pronunciada por otra especie, al menos como primera impresión...


Creo comprender, y me permito el atrevimiento, que la conciencia de la que hemos sido dotados nos da la capacidad de juzgar con o sin razón, y entre otras más; adoptar el desempeño de interlocutor, es decir, esa persona que no constata y asegura que su argumento adquirido porta el título de opinión…


Resulta cómodo el juicio en tercera persona y más cuando se es interlocutor, lo cual hemos sido muchos, muchas veces; pero de esas veces, a veces; quisiera arropar con algo de fondo lo que tantos dicen y decimos solo con el toque de la forma…