Voces que adornan frases desfilan por la vereda de la comprensión; se detienen en mi silencio y despiertan a los pensamientos contrapuestos. De ahí, la confusión para mis gestos…
Busco espejos en terceros rostros, tratando de liberarme con la complicidad de otra alma confusa; así sonrío para no decir “no entiendo,” ni sentirme único en ese momento…
A veces el lenguaje del rostro sólo necesita un reflejo, mientras la opinión yace en el silencio…
Busco espejos en terceros rostros, tratando de liberarme con la complicidad de otra alma confusa; así sonrío para no decir “no entiendo,” ni sentirme único en ese momento…
A veces el lenguaje del rostro sólo necesita un reflejo, mientras la opinión yace en el silencio…