jueves, 22 de septiembre de 2011

Personas, hoy, todavía le creen y lo creen todavía…




Hubo un tiempo en el que se creía que la melodía era el idioma del sentimiento. Se pensaba que los acordes eran las palabras y en armonías yacía la gramática. Consideraban la composición una especie de manifestación divina a través del humano. Algo parecido a los milagros. La música tomaba el lugar de las palabras, de las acciones y del momento…


Gente sonreía al cantar y cantaban después del sexo; habían canciones para los recuerdos y para los siempre tormentos. Se llegaron a ofrecer tonadas a la rabia y a las peleas. La muerte; la muerte también fue tema de cuerdas, teclas y acordes…


La música, como el amor; llegó a pensarse regalo de Dios y de Dioses. Se le sentía sobre las hojas durante el rocío, en la brisa que visita a los bosques, en la fauna y la flora; en el pie desnudo que acaricia la humedad de la tierra; en sonrisas, miradas, caricias, besos de labios y besos de cuerpos. Se le escuchaba al Sol de despedida y a la Luna y sus visitas. Se le vivía en las estrellas y se le brindaba; mucho se le brindaba…




Personas, hoy, todavía le creen y lo creen todavía…

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Amor en 2.0


Presuponían la pasión prohibida, la pasión con ingredientes; el escape repentino burlándose de la moral. Se contaban las mentiras que querían en verdades. Planearon todo, como toda película de realidades supuestas…

¿Por qué nunca la rutina se contempla en el final feliz?

Se escribían, se describían los momentos; el futuro a vivir y no viviendo. Compraron el pasaje a la aventura; nuevos sueños con boletos. Viajaron, se buscaron; se encontraron…


Nunca se reconocieron…