viernes, 23 de septiembre de 2011

Ahora soy momentos con papel por usar…


Se me escaparon las opiniones ojeando titulares, he extraviado las páginas del criterio. Tuve que releer algunas noticias del pasado. Tuve que quedarme reciclando los pensamientos como el papel de los periódicos, que tan periódicos se leen  y de sus letras, a veces, se envuelven los vasos con marcas secas de algunos besos...

Ahora soy momentos con papel por usar…

Escuché de fuentes que aceptaban deseos en monedas y deseaba una fortuna para echarlos a nadar. Me puse a esparcir anhelos debajo de los puentes y me acompañé de labios con más suerte que los míos; por eso fue mejor soñar acompañado de la textura del beso y del aliento del aliento…

Así navegaba la noche del Hoy y el inicio del Mañana. Dormí, soñé, desperté y viví con sueños nuevos otra vez…

Así por un tiempo, pude despreocuparme y no ocuparme…

Ahora soy momentos con papel por usar…

jueves, 22 de septiembre de 2011

Personas, hoy, todavía le creen y lo creen todavía…




Hubo un tiempo en el que se creía que la melodía era el idioma del sentimiento. Se pensaba que los acordes eran las palabras y en armonías yacía la gramática. Consideraban la composición una especie de manifestación divina a través del humano. Algo parecido a los milagros. La música tomaba el lugar de las palabras, de las acciones y del momento…


Gente sonreía al cantar y cantaban después del sexo; habían canciones para los recuerdos y para los siempre tormentos. Se llegaron a ofrecer tonadas a la rabia y a las peleas. La muerte; la muerte también fue tema de cuerdas, teclas y acordes…


La música, como el amor; llegó a pensarse regalo de Dios y de Dioses. Se le sentía sobre las hojas durante el rocío, en la brisa que visita a los bosques, en la fauna y la flora; en el pie desnudo que acaricia la humedad de la tierra; en sonrisas, miradas, caricias, besos de labios y besos de cuerpos. Se le escuchaba al Sol de despedida y a la Luna y sus visitas. Se le vivía en las estrellas y se le brindaba; mucho se le brindaba…




Personas, hoy, todavía le creen y lo creen todavía…