miércoles, 29 de febrero de 2012

Una nada para cada todo…



Ejemplos y ejemplares concurrieron al encuentro de la búsqueda todavía errante: todos tienen razón, por eso se equivocan. Se contempla lo que se presume sublime como se percibe: no está de moda quien se abstiene de usar el móvil cuando se le habla, no está de moda quien no necesite que se le repitan las cosas por falta de atención. Abstraídos más no abstractos; lo último tampoco está de moda hasta que la misma moda lo decida en sus variadas modalidades. Afirmar cada negación y creer negar la afirmación: una nada para cada todo…  
Todos tienen razón, por eso nos equivocamos, equivocarse también está de moda; es otra modalidad…


Así de alegre, serio y cierto…



Acariciaba la textura de una hoja seca que descansaba en mis manos, yacía sentado y tentado a las brisas; esas que venían de tus labios atentos pretendiéndome distraído. A media vuelta me topé con un beso, que no fue ni era el primero, pero como cada uno: un instante eterno. Resulta un poco difícil describir las sonrisas después de un pacto de labios, las sonrisas no suelen ser serias, pero cuando son así son sinceras y ya eso es seriedad. Un beso es un juramento y su sonrisa el asiento; así lo siento por cierto, como el sepia que fue verde y cuyo húmedo sentir fue dado a los vientos. Así de alegre, serio y cierto…