sábado, 1 de febrero de 2014

Huellas



A veces nos convertimos en lo más remoto que perciben los ojos de alguien que en las noches de duermevela mira una luna compartida por las almas que se conectan sin ellos saberlo...

I
Puedo volar y escribir "cielo" al mismo tiempo,
dormir la siesta en otro planeta,
escribir amor al mismo tiempo que tú
y sonreír a la vez,
me perdí y te encontré...
¿o será que te encontré cuando me perdí?...
ese era el lugar que me gustaba...
ese punto de encuentro,
porque ese era precisamente el lugar exacto,
para eso andábamos por este mundo,
para encontrarnos.

II

¿Quién nos lo iba a decir?
¿Quién nos iba a decir que cuando el amor roza la eternidad
el tiempo ya no cuenta... descuenta soledad
sólo los cinco sentidos planean en las horas
de una noche vestida de estrellas,
en un espacio donde habita el amor y la vida
donde la luna recoge el reflejo de dos almas perdidas...
y a mí, sólo se me ocurre
regalarte besos que reconforten
esos difíciles momentos, esos tristes momentos de desaliento.
Las noches quedaron para otros
y yo comencé a dibujar sombras chinescas
en la pared desnuda que me apresaba,
sombras de tristezas inservibles
que desgarraban mi alma
y cuyos pedazos caían
a un pozo vacío de esperanza.
Dicen, que si le dices a alguien
palabras de amor mientras duerme
quedan grabadas en su subconsciente
¡¡¡¡quédate!!!... susurré
pero no pudiste hacerlo
y una sagrada soledad, se adueñó de mí.

III
es el sonido de su persona,
pero no eres tú,
ni soy yo,
es ella que no siente a la luna más que neutra,
que ama ver tildar su estrella...
comparte una luz con ella
¡qué frágil el brillo!
aun distante conecta espacio si fuese mío,
no de ella,
ni otra que caricia buscaría más que de aquella bruja...
o alguna que fue duendecilla o sólo un dibujo
bastaría para no confundir la admisión.
No siento maripositas en mi barriga
pero se revuelve de noche y de día
y no sintieron ni las cosquillas de una primera caricia...

IV
Emprendió su vuelo despacio,
lentamente y sin prisa,
fue elevando sus pequeñas alas de insignificante mariposa,
esa a la que siempre le costaba volar entre las rosas...
ni él ni tú,
ni aquellos,
pero a éste.
Siempre supo cual era su misión
y poco a poco fue ascendiendo hasta las estrellas
para desde allí dejar caer esos besos de mariposa
que a ella tanto le gustaba repartir.
Ahora,
se posa cada noche en la luna
y deja su silueta reflejada
como si de un tatuaje se tratara
y cuya única intención
es la de que la luz de esa luna
la convierta un día en la luciérnaga de las noches
de absoluta oscuridad…

V
Nunca debieran dos almas conocerse en un naufragio
ni asirse ambas como salvavidas
entre olas de soledades infinitas.
Jamás debieran remar hacia la misma orilla
llevando en la piel la sal aterida.
Te pediría amor, que nadases a otras aguas con más vida
los peces y los corales, ya no habitan en las mías.
...pero no puedo, mi voz...
se apaga y se difumina
entre caballitos de mar
y mariposas heridas.
Son tus brazos mis remos
tu alma, amor...es mi orilla
en ella quisiera quedarme
y curar nuestras heridas
naufragar entre tus aguas
ganar y perder la vida
entre besos de espuma blanca
...entre tu brisa y mi brisa. 

jueves, 30 de enero de 2014

Explanada explanation…



“I think we're alone now, there doesn't seem to be anyone around.  I think we're alone now, the beating of our hearts is the only sound…” Original de Tommy James and The Shondells e interpretada por The Killers en recientes conciertos…

Y sí, solo y sin tilde pues porque no solamente debo el único sonido a mi corazón, también pareciera que nadie hay por ahí… El incumplimiento se ha vuelto costumbre dado el brote de excusas a causa de anuncios noticiosos que revuelven pensares y actuares… La excusa se idealiza en el pretexto, y este, como lo indica su origen, deviene de una metáfora en la que los adornos servían para decorar los trapos, costumbre que hizo que las palabras decoraran algunos hechos. Con el tiempo nos llenamos de estos decoradores, nos relacionamos con ellos, y ahora hay que calarse sus adornos como tabiques para escuchar sus quejas, cuando más bien es uno quien debería reclamar sus incumplimientos… Tituló Cerati su mejor disco: Ahí vamos; y aquí vengo; a verter en letras el producto de un tormento… Un mal recuerdo funge de recurso, y como recurso funciona para un pretexto, para que las ganas de gritar aquí se ahoguen en una supuesta pericia allá; cosa que no hace más que hacer de prejuicio. El prejuicio concede suposiciones, y al final todo desemboca en argumentos…  ¿qué queda? Un delirio de tristeza por no ser partícipe del toma y dame en el que se va a convertir la situación, cuando el primer supuesto allá se refute aquí…