Uno intenta sostener las
palabras que reposan en los libros, una sincronía entre la mente y el cuerpo,
como callar diciendo y decir callando, como muchas otras; como el reiterado
cuestionamiento… "El vidrio lleva al
cristal y el cristal al hielo," asumiendo así que el calor del momento
al principio puede empañar; producto de lo que se devela, y luego al regresar
al cristal que, como muro entre la vista y el tacto, deja ver más no deja
tocar, nos toparemos con el vidrio para el cual habrá que apretar los
puños y ofrecer un poco de dolor y sangre; y así tocar lo que primero vimos...
Pero no siempre llegamos a la sangre. A veces sólo nos queda el contemplar y,
como única cercanía, preguntar si aceptan tarjeta de crédito... (Vale para
todo, especialmente para los sobregirados) "Tú
crees que todas las mentiras son iguales y parece como si tuvieras razón. Pero
no la tienes..." y visto desde la pluma de Kundera (y antes de Nabokov)
pues, podemos hablar de un mentir sincero y un mentir fingiendo, al menos eso
es lo que tomo de lo que voy leyendo. Somos sinceros al mentir cuando
exageramos la realidad, cuando nos hacemos los ofendidos por algo que, a pesar
que estuvo mal, tampoco fue que nos inundó el sentir de molestias. El mentir
fingiendo es otra cosa, es negación de lo que está ahí, y si vamos a sentir, es
una falsedad ulterior. Entonces, aquí más bien es un recurso, y como recurso
lleva implícito lo premeditado y por lo tanto es malévolo, siniestro más bien: la
falsedad es siniestra y puede hacer de un recurso como la mentira un arma para
causar daño incluso cuando lo que se quiere es defender y defenderse… Bueno. Contemplamos
un imposible y nos defendemos mintiendo, porque el no acceso nos juzga (el
vidrio nos juzga) especialmente cuando el peso de lo exhibido no puede sentirse
con las manos…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
lunes, 16 de junio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
Golpear y batir el campo enemigo…
Buscando por encimita o
más bien de manera superficial, una batería es un conjunto de enseres, o fue
eso, y de ahí que varias ollas tengan el mismo nombre, pero la palabra sugiere
más el golpear y el batir: la pegada pues para ya irnos centrando en que esto
se trata es del instrumento musical y no de las cacerolas…
Se dice que los instrumentos
de percusión son los más antiguos del mundo y la batería es un grupo de ellos, se dice también que llegó a verse como un solo
instrumento por un tema económico fruto de la gran guerra, puesto que era mejor
pagarle a cada vez menos músicos, ahí vemos que desde hace bastante ya la música
era vista como un gasto, pero bueno, esto no trata de eso…
Soy de los que piensa
que incursionar en la música desde la adolescencia, al menos en esta generación
que hoy todos pasan de treinta, fue un gesto de inconformidad con la época,
conocí pocos a quienes le aplaudieron eso de querer ser músico, y entendamos
esto, querer ser músico a principio de los noventa era como decir no quiero
seguir estudiando, entonces la música, además de gasto, también se le vio como
una pérdida de tiempo. Décadas anteriores fue vista como arte, como lenguaje
que se rebelaba y que los jóvenes traducían en protestas, citemos al punk, y
aprovecho el punk para acotar: hablamos de música aquí en este texto cuando nos
referimos al rock, porque para cualquier padre de los noventa era encantador si
su hijo incursionaba en la música folclórica, y aquí quizás me estoy poniendo
regional, pero sigamos… una decisión así no se toma solo, también es el momento
de los deportes, entonces, por lo general, esa era una decisión que se tomaba
entre los cuatro cinco que, inconformes con lo que eran, decidieron convertirse
en una banda y vamos a detenernos: ¿por qué? ¿Por qué la música fluía y
fluctuaba en nuestros seres? Hay autores que nos dicen la generación MTV, pudo
haber sido inducido, incluso en Caracas había un canal de televisión exclusivo
para videos musicales. Tampoco trata de eso esto. Prefiero seguir. Cada uno se
pensó como estrella y como estrella se fueron todos por la guitarra (eléctrica)
y pero hubo que conformar la banda y siempre quedan esos dos últimos a los que
les toca el bajo y la batería…
El amor nace de la
convivencia, se profesa en otras culturas, y vale para la música. Llegamos al
punto en el que hasta un antojo requiere disciplina, aquí es cuando la mitad
abandona y la otra mitad se apasiona. Descubren que la música sí es un arte y
hasta una ciencia, se adentran, investigan, y poco a poco se convierten en la
banda que ya puede tocar canciones y presentarse frente a terceros. Volvemos con
el baterista. Los contratiempos (nada musicales sino de la vida) No cabe en un
cuarto (no de alguien clase media baja) No puede tenerla en la sala (molesta)
No puede tocarla cuando todos se van porque perturba a los vecinos. ¿Cuándo se
descarga? Cuando se va con el resto de los compañeros a las llamadas salas de
ensayo (cuartos acondicionados para tocar que se alquilan por horas) Es ahí
donde se pone un poquito en práctica la teoría, entonces también molesta,
porque el resto de la banda quiere una disciplina ulterior. Así llegan los BDA
(Bateristas De Apartamento) a la adultez…
La batería es un
símbolo, y eso es a lo que viene esto, al menos un símbolo que evoca una época,
un pensar actuando o un actuando para pensar, porque sin estar prohibido puede
causar adicción, y dicha adicción molesta al vecino, que primero fueron los
padres y que luego fueron las parejas, pero es así y se tendrá que vivir con
eso, a tal punto que se transforme en un sentir y como sentir invade a otros
momentos, por eso tal vez quien es baterista (y reúne lo expuesto en párrafos
anteriores) Asume con dignidad el rechazo y sigue, hasta para cumplir con las
obligaciones de su vida madura, bien por los bateristas. Salud…
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