lunes, 25 de octubre de 2010

100


Pocos días antes de procurarme la motivación de estas líneas, tuve la revelación 2.0 que inquieta mis dedos sobre estas teclas, una vez más…


En un enlace de una de las cuentas de la red social de 140 caracteres que sigo, llegué hasta un artículo que entre párrafos pude extraer: Descubrieron que siete de cada diez tweets se pierde en el astral hueco negro del olvido sin ningún tipo de reacción detectable.”


Lo primero que me gustaría exponer es que quisiera agregarle una “n” al final de la palabra “pierde” para leerlo con mayor agrado. A todas estas no estoy seguro de que esté gramaticalmente incorrecto, pero de igual forma le agregaría la letra para mi propio gusto…


No critico a la persona que lo hizo, y seguramente hasta corto se pudo haber quedado en ese estudio; pero sí aprovecho este “post” número 100 para gritar, a través de las letras, unas pocas líneas:


Creo que más de una persona, además de este servidor, ha conversado con la soledad alguna vez; y del presuntamente penoso diálogo esperó una respuesta que acaricie a la conciencia con la brisa sabia de la tarde; o de la noche, con una copa en mano; de la mañana quizás, cuando despertamos solos. La herramienta de red social abarca hasta a los delirios: individuales y colectivos; y ciertamente, evidenciamos una gran necesidad de desahogarnos: en el silencio del trabajo, de la clase; en el transporte público y hasta entre voces jocosas que distraen durante la plácida compañía en alguna noche…


Por eso, aunque nos digan con estudios estadísticos que “hablamos solos también en 2.0,” recurrimos a la herramienta para gritar callados; llorar en letras, y suspirar con los labios cerrados; entre miles de delirios que emanan de la mente moderna y la sociedad globalizada…


Con una diferencia interesante:

Tres de cada diez tweets podrían llegar a recibir respuesta…





Artículo: http://www.infociudadano.com/2010/10/24/por-que-sali-de-twitter/

Leído del Tweet: http://twitter.com/#!/marilynsnchez/status/28650003327


viernes, 22 de octubre de 2010

Un excelente poema de Miguel Otero Silva



Siembra

Cuando de mí no quede sino un árbol,
cuando mis huesos se hayan esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de ti no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el aliento del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonidos sin eco
dormidos en la sombra de un olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa.

¡Escúchame!
Yo aspiro a que vivamos
en las vibrantes voces de la mañana.

Yo quiero perdurar junto contigo
en la savia profunda de la humanidad:
en la risa del ñiño,
en la paz de los hombres,
en el amor sin lagrimas.

Por eso,
como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
a la tierra y al viento,
te pido que nos demos al futuro del mundo…





Disculpen el atrevimiento, pero necesitaba tenerlo en el blog...

Tomado de: http://www.poemasde.net/siembra-miguel-otero-silva/


jueves, 14 de octubre de 2010

Anécdota de la noche, instante del día...


Un beso sentido,
a cortos pasos del borde de los escalones,
empezando una despedida;
puede resultar tan placentero
que con cada escalón que subo voy saboreando mis labios. Así llevo en el gusto el recuerdo de lo que albergo en mi corazón...


Un beso dado,
antes de quitar las luces para partir,

remueve una mano del volante
para acariciar los labios que siguen degustando la húmeda marca;

que llevan la emoción y la sonrisa
en el recuerdo del instante que se produjo...






Femenino de origen persa... ¡Princesa!
Masculino de origen Germánico... ¡La gloria de mi tierra!