Como la lluvia sobre el rio…

Invítame a caminar tu cuerpo de rio,
invítame con la realidad a navegarte.
Mis nubes en besos desesperan ser lluvia,
desean caer sobre el cauce de tus tormentos.

Seamos acordes,
seamos sinfonía,
seamos delicadamente naturales y silvestres…

Vamos,
que sé que podemos ser transparentes
y siempre melodiosos;
como la lluvia sobre el rio,
como nuestros cuerpos al desnudo…

Escuchos y Momentos...

Nostalgias pasadas para suspiros presentes; terminan en sonrisas de mirada al cielo luego. La mente se carga de supuestos, de “escuchos,” de momentos que nunca fueron; o no llegaron a ser…


Suele llover sobre el corazón de arena; una y otra vez…


Una tienda de curiosidades exhibía un cofre para las angustias, así como una pequeña caja musical con mínimas gavetas para las sonrisas, esas que a veces no se consiguen y tanto hacen falta. Especialmente cuando los pasos públicos se dan con las manos en los bolsillos traseros del pantalón de la melancolía; y de un presente que se niega a ser pasado…

Trago(s)...

Del Sangre al Cristal bailaban los labios sobre el borde de una copa, bailaban las canciones de luna llena y luna nueva; bailaban al tiempo en relojes de botellas, cantaban al recuerdo y a las palabras ajenas…


El frio abusaba de la confianza que le daría la velada, y el cuerpo tormento descolocaba balances en los pensamientos…


Se mueve la mente y sus momentos no expuestos. Se escapaba el dolor de la cordura, o más bien la cordura en dolor; se escapaba por aquellos labios cansados del sorbo y suspiros sin anhelo. Se expulsa la razón amarga y el ácido valor de morales…


El lamento se compromete. Es involucrado…


La mirada tercera, ya sin albergue para más lágrimas; no puede con el propio dolor, ni puede tampoco con el no ajeno…