lunes, 18 de abril de 2011

Concurrencia de algunos delirios…



Se consiguieron algunos delirios dentro de la razón del absurdo, la acción del pensamiento y la realidad del sueño. Allí se pronunciaban entre palabras y consonantes. Algunos competían para llegar al trampolín de los labios y lanzarse al habla y al viento. Otros navegaban hasta los dedos y se conseguían en las letras para hacerse texto…

El primero se proclamó pensamiento:
El Mundo es un gran concierto: con directores, solistas y sinfonías. Y tal como en conciertos; basta que uno solo desafine…
El siguiente se hizo tinta sobre papel:
No me respires con nostalgia; respírame con esperanza. No todo humo perturba y no todo aroma place…
El próximo bailó al son de las teclas:
Sé siendo y no "co/siendo."
Luego él mismo se co/r/rigió:
Co/seamos tod@s…
El siguiente, reincidente; se tradujo:
Past does not forsake and Oblivion forgets how to forget…
Este se ha unido a La Concentración:
La lucha es contra la interrupción. En cualquier lugar y en cualquier momento; de cualquier tema y todo el tiempo…
Este próximo se buscó unos labios:
Subvocalización, saudade, susurro, suspiro, sentires y señales… Sueño y soñando sentimientos centenares. Siendo y ser; sonreír y creer…


Los abstractos se quedan todavía en la búsqueda de las palabras que los definan…

Así de demente es la mente…

domingo, 17 de abril de 2011

¿Cuánt@(s)?


¿Cuánto hay que saber para poder dudar? Se preguntaba aprendiz del mundo.
¿Cuántas veces hay que desenamorarse para llegar a amar? Se preguntaba el amante con los años de compañía.
¿Cuánto hay ahorrar para gastar? Se preguntaban el trabajador y su dignidad.
¿Cuánta realidad hay que vivir para soñar más? Se preguntaban las almas de los cuerpos…


Somos el aprendiz, el amante, el trabajador y el alma dentro del cuerpo. Por lo que seguiremos aprendiendo y dudando, desamando y amando, ahorrando y gastando; y viviendo y soñando…

En casos algunos: delirando…


Saludos en letras…

sábado, 16 de abril de 2011

Será nuestro…



Solíamos leernos la vida en las líneas de las manos; solíamos acariciarnos con las huellas y sin supersticiones. Varias veces nos quedó la visita de los dedos a los labios y del sentimiento a la piel. Hubo días en que la sonrisa se escapaba del reflejo y de los llamados del pensamiento entre miradas…

Cuando la pasión camina, camina acompañada y el silencio del placer desespera por tomar lugar con el soplo del aliento…

Las mañanas del ayer se acompañan de caricias en despertares…

No sé si nos recordamos al pensar o nos pensamos al recordar, pero sé que me abrazo con el viento cuando te evoco y no te tengo. Supe en varias oportunidades que me pronunciabas y me citabas, supe que lo hacías cuando yacía solo en nuestra cama…

Hoy despierto con el saber que amanecemos. Hoy será mañana y mañana será nuestro…