martes, 18 de octubre de 2011

Amaneceres…



Casi siempre se amanece y casi nunca se amanece igual. Hay una especie de costumbre por amanecer en los cuerpos de la crítica y hacer tradición en las almas…

Se abren los ojos al nuevo día siendo Zancudo, y ya se sabe de qué viven; muy distinto a la elegancia del Vampiro, o al oportunismo de la Sanguijuela. El problema de amanecer Redoblante es que todos se creen bateristas; ese día tocan los golpes que no siempre serán ritmo ni música que pueda valer recordar…

Nada como amanecer Estrella, el día siempre es de noche y la gente te admira al mirarte. Una vez desperté  en las páginas de un libro, pero nunca falta el día en el que se amanece Piedra de río. Ayer por ejemplo, amanecí Mosca y todo me sabía a mientras tanto. El día me duró un día ayer…

Sin otoños ni primaveras, cuando se es hoja toca un día ser hoja seca: en el jardín junto a las flores, o aguantando pisadas junto a la acera. Nunca he visto desde el Sol, pero recuerdo haber sido reflejo más de una vez…

Se es nube al volar y al llover; siendo Ave se conocen otras formas de volar. En más de una oportunidad he despertado dentro del televisor, viviendo historias ajenas y contemplándome los gestos al ver mi cuerpo; así me ven el rostro el resto, supongo…

Espero mañana amanecer Niño. Es como más disfruto amanecer…


lunes, 17 de octubre de 2011

Riñas y parejas…


Nuestras riñas han sido un tema de Tilde: Pelee usted ahora, ya yo Peleé por usted. Errar es asunto de griega letra: al equivocarme; Yerro…


"Querer" y "Poder" tienen problemas de pareja. Tal vez por eso se puede cuando no se quiere y cuando se quiere no se puede…

Cosas de muñecos; de títeres…


Soñaba que leía, soñaba que leía historias de muñecos que llegan a ser niños. Amanecí con ganas de quejarme, ya no me gusta tener la sonrisa dibujada. Quisiera que me dibujaran el corazón tal vez, que me dibujen una lágrima; que me la borren de vez en cuando, pero eso sí, que no me vuelvan a pintar sonrisas. Nunca me dibujan las venas, así que no puedo sentir que la sangre hierve y que recorre mi cuerpo. Me cansé de esta cuerda, nada parecida a una cuerda vocal, sin embargo por la misma hablo y digo siempre lo mismo; nadie escucha lo que quiero decir…

Ahí viene una mano. Hasta la próxima…

jueves, 13 de octubre de 2011

Así habla el Momento desde el otro lado de las ventanas…


Las perspectivas se alojan  con la ruta del agua y sin embargo se insiste en que las cosas se ven en seco. Mucha gente plástica se cree de papel y le huye a las ganas del cielo. Algunos no creen que en las nubes también se alberguen deseos…

 
La lluvia no ha perdido la costumbre de delatar al viento como lo hace con la intención de las calles. No por nociones de física, sino que todas las subidas fueron hechas para bajadas: un asunto de gravedad, presuntamente…




Así habla el Momento desde el otro lado de las ventanas…