viernes, 7 de diciembre de 2012

Precaución…



Al consultar su etimología, encuentro que la palabra precaución, como varias de ésta lengua; viene del latín cautio (cuidado) así como praecavere (vigilar por anticipado)

Y tratándose de cuidar y de vigilar por anticipado, pues nunca están de más un par de buenos consejos, que aprovecho de citar y compartir…

La gente de Tablón de Anuncios me hizo llegar una información sobre compras de segunda mano, y de la misma extraigo los siguientes puntos:

  1. Desconfía de los anuncios con precios extraordinariamente bajos y de aquellos que el precio está en una moneda distinta a la de tu país.
  2. Desconfía si el vendedor está en el extranjero o el anuncio no está en español o estando en español está mal redactado y usa palabras poco frecuentes.
  3. Desconfía de las propuestas de negocio que suenan demasiado bien para ser ciertas. Dentro de esta categoría se encuentran las promesas para solucionar sus problemas de crédito, las oportunidades comerciales o laborales que garantizan grandes ingresos diarios, inversiones libres de riesgos y con altos intereses y viajes gratuitos.

Lo obvio por obvio se ignora, pero obviamente después hay lamentos que no se van a ignorar…

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La gente de Precaver punto org nos habla de vulnerabilidades; cito:

Hay que ser humildes y agradecer que nos comuniquen vulnerabilidades en nuestros sistemas. Más aún porque una mala reacción, un déficit en la comunicación corporativa que desaire a quien las descubre, puede producir un daño aún mayor (…) es delicado hablar sobre seguridad cuando el hablar conlleva inseguridad. Es que incluso los procedimientos que utilizan los delincuentes y los profesionales de la seguridad a veces son los mismos. Esto es particularmente claro en las vigilancias y los seguimientos, que pueden ser usados en la preparación del mismo o en la investigación del mismo. Por eso a veces nos surge el dilema de qué contar o no contar…

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Cada niño es un letrero viviente que dice: ¡Precaución! (Oscar Wilde)

Saludos en letras…

martes, 4 de diciembre de 2012

En el amor se leen muchas palabras




El fuego del amor y el fuego de la cólera arden bajo el nombre de todas las virtudes” Friedrich Nietzsche (Así hablaba Zaratustra)


En el amor se leen muchas palabras; y basta sumarle un adjetivo para que se desplace lo que estaba. Es difícil ponerle ápices: es abstracto y concreto – dogmático – y libre de ser interpretado. Amor Propio, que casi nunca se lleva con Amor al Prójimo; ni con la ayuda, la caridad, ni con las cuerdas de la cordura; no, nada se ata cuando el acto a consumarse es un acto por amor. El respeto es una liebre que propios y prójimos quieren cazar – pero ese es el problema – cuando la tienen no se la comen, no la devoran, ni siquiera la conservan para domarla; por eso siempre se les suelta. Cuando se ama demasiado demasiado poco se respeta. – Ah sí – los pactos: nacen de los amores que viven en cada uno; la tregua de poder decirse mi amor propio y mi amor al prójimo. Una dualidad muy dura, por contrapuesta, pero con el tiempo – y los errores – se acostumbran a tolerarse y cederse en el mismo ser. Los amores no se explican; están – sea uno o el otro – Se leen muchas palabras en el gesto de amor…


martes, 27 de noviembre de 2012

Momento


Has dejado salir al aliento que te delata, por estar a punto de mentir o porque estás por confesarte: seré recuerdo seré conciencia. He de poner mis labios con los tuyos, a fin de cuentas ya el suspiro se ha escapado. Cierras los ojos, no para imaginar si no más bien para dejarte guiar. Nos separamos, pero no por mucho, así que te beso de nuevo, se nos confunden el respirar y los rostros, ya somos algo más que labios y pactos. Se fueron el lugar y el tiempo, sólo quedamos atados: unidos por el placer de besarnos. Así empezamos a acariciarnos: a dedos, a bocas, marcando calor y dando color para sentir y también para sentar. Estamos inscribiéndonos en el otro. De ésta manera nos hacemos, nos tallamos y nos moldeamos a siluetas cálidas que prescinden de sus sombras. Tomamos la pausa y tememos del frío: volvemos a besarnos, volvemos a unirnos…